Mark Are you really sorry?

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2019

Aquella noche de primavera cuando Mark regresó a su hogar, no imaginó que su vida daría un cambio de 180°. Había imaginado cientos de situaciones, pero nunca la que rompió su corazón.

Jay siempre actuaba sospechosa cuando algo le preocupaba, estaba sería todo en la día, con la expresión de piedra y el ceño fruncido; pensó que tal vez se había peleado con algún familiar por teléfono, que quizá estaba embarazada de nuevo y eso le preocupaba o que Hank quería dejar la escuela.

Tenemos que hablar — le dijo en tono serio su esposa, secando sus manos con el trapo del fregadero.

El alfa asintió caminando tranquilo hasta la sala y esperó hasta que ella estuvo frente a él para buscar su mirada que le huía.

— ¿Jay? — esperó hasta que la omega lo mirara para continuar — ¿qué ocurre? — soltando un suspiro, lo tomo de la mano esperando por aquello que le inquietaba tanto al grado de dolerle el lazo.

Debemos hablar de Louis... Hay ciertas cosas que no te he dicho que han sucedido desde hace años — la voz le temblaba al igual que las manos.

Dime... ¿Todo está bien? —

Mark no era el padre modelo, eso lo tenía en claro. Era quizá un poco ausente, pero quería a sus hijos y se preocupaba por ellos.

Hank había sido muy independiente desde niño, era un alfa protector con sus hermanos, pero cuando emprendió camino hacia Paris para estudiar, la presión del colegio, el trabajo de medio tiempo y las omegas yendo y viniendo, habían hecho que su relación con ellos se debilitara al grado de ser un desconocido para los pequeños omegas.

Louis era un omega tan bonito y amable, siempre atento, era muy habilidoso, al pendiente de los detalles; pocas veces lo había visto llorar, siempre sonreía y buscaba el lado positivo de las cosas, era su pequeño tesoro porque sabía que él era un omega de uno en un millón.

Charlotte era determinada, a veces pensaba que de hecho era una alfa atrapada en el cuerpo de una omega; era fuerte e independiente. Solía gruñirle a todo aquel que molestara a Louis, aún si ella era menor, pero en el fondo le gustaba que su hermano la mimara y la tratara cuál bebé.

¿Que había de malo entonces? ¿Que pasaba con sus hijos?

Después del nacimiento de Louis yo... Yo... Yo hice muchas cosas para mantenerlo a salvo — comenzó.

Lo se, querida. Debíamos mantenerlo lejos de la sociedad tan corrompida en la que vivíamos — interrumpió tomándola por las mejillas.

Sabía que tenían razón cuando me advirtieron que podía quedarse solo, q-que... Que tal vez los alfas no lo tomarían nunca en serio — respiró profundamente para pensar. No quería llorar porque entonces Mark no le daría la atención que merecía aquella situación — pensé que si lo convertía en alguien perfecto, entonces podría encontrar a algún alfa noble o un beta — limpió sus lágrimas descuidadamente — Louis ha asistido a clases especiales desde que aprendió a caminar... Lo adiestraron para ser lo que es ahora: un omega perfecto —

— ¿Qué? — el alfa peligris no entendía nada de lo que salía de boca de su esposa — ¿Qué tipo de clases? — la omega suspiró y le retiró la mirada avergonzada.

De todo prácticamente — bufó — le enseñaron a caminar correctamente, a estilizar cada movimiento; fue clases de cocina, de costura... Le enseñaron como mantener una casa en orden —

— Lo convirtieron en el omega ideal de cualquier alfa — concluyó el alfa con pesar.

Cuando... Cuando cumplió cinco años, la nutrióloga dijo que tenía peso extra — un sollozó escapó de la boca de Jay — fue sometido a una dieta que hasta hace unos días seguía estrictamente, po-por eso usa ropas tan holgadas... Para parecer más pequeño y delgado —

INSECURE [L.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora