FIRST

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EL ORIGEN

EDITADO 09072019

Capítulo aumentado al doble

Aviso: la letra en cursiva es el diálogo de los personajes, mientras que la letra en negrita es el alfa u omega respectivamente.

| NACIMIENTO |

Era una tarde lluviosa el día que Louis vino a este mundo, nadie entendía porque siendo mitad del invierno había un diluvio afuera en lugar de una tormenta de nieve como ya era costumbre en el clásico invierno inglés. Era la mañana de Navidad, el cielo era gris y afuera olía tierra mojada y un poco de hierba fresca, como césped recién podado, todo el mundo se encontraba en el interior de sus casas, resguardándose de la lluvia. Todo parecia indicar que el sol no pasaría por ahí ni por error.

Johannah no tenía la intención de dar a luz en casa de sus padres, con Mark siendo un alfa histérico y nervioso teniendo un desmayo en cuanto vio que rompió fuente. No tenía intención de pasar esa vergüenza a mitad de la fiesta de Navidad que sus padres organizaban cada año. Con todos esos invitados nobles y estúpidamente ricos que se quedaban en aquella mansión medieval hasta el año nuevo.

Su madre había salido disparada en busca de Francis, su doctor de cabecera, que vivía a solo unas hectáreas de la casa y que en ese momento por fortuna, tomaba cognac en la cocina junto a su padre. Recuerda haber caminado hacia la habitación más cercana mientras le aseguraba al pequeño Hank que todo estaba bien, pues el pequeño alfa ya comenzaba a gruñirle a todo aquel que se le acercara.

-- ¡Mamá! -- gritaba tratando de escapar de los brazos del tío John que lo aprisionaban -- ¡No me toques! ¡Mamá! --

-- Estoy bien bebé, todo esta bien... espera aquí... -- logró decir en medio de sus contracciones.

-- ¿Lou ya viene? -- preguntó sobando el vientre hinchado de la omega.

-- Así es cariño... ya viene -- y sólo eso bastó para que el pequeño corriera emocionado por los pasillos.

- ¡Louise ya viene! ¡la pequeña Louise ya viene! - brincaba mientras levantaba sus manitas celebrando.

Contrario a lo que muchos esperaban, esta vez Johannah y Mark esperaban a su primer bebé omega. Una preciosa niña que seguramente heredaria los ojos azules de Jay. Todo el mundo había hablado de la belleza de aquella omega no nacida como si se tratará de la mismísima Venus. Porque, era más que obvio que era una omega, luego de que el olor de Jay se dulcificara más al término del primer trimestre. Así como era obvio que sería una niña. ¿un omega hombre? Eso sólo pasaba en los cuentos, eran casos de uno en un millón. Además de ser un asunto sumamente peligroso, los omegas hombres eran muy raros de ver, usualmente los padres alfas los mataban antes de siquiera cumplir la semana de nacidos o bien eran criados en secreto y vendidos antes de los dieciséis para la trata de omegas.

Eran una abominación, algo en contra de la naturaleza. Un hombre no podía concebir porque no era normal.

Francis era un buen hombre, era un médico con mucha ética profesional y fiel a su promesa de procurar por la salud se su paciente sin importar la clase de éste. Sus manos manchadas de sangre tomaron la primera sábana que encontró envolviendo al pequeño en ella mientras lo lavaba con agua tibia. Detrás de él, la madre de Jay corría buscando ropa y un cambio de sábanas para la cama donde yacía su hija.

INSECURE [L.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora