INSECURE [L.S.]

YTQV

EDITADO 22052021

Louis tiene 22 - Harry tiene 24

Y tu que vienes By Enanitos Verdes

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Miranda's Pov

Los meses pasados habían sido una mierda total en todo el sentido de la palabra, se sentía como sí la vida me odiara y para satisfacer su deseo egoísta de verme sufrir, presionaba el dedo justo en el punto más sensible de la llaga.

No servía para nada.

En mi cabeza se reproducía una y otra vez los gritos de mi padre reclamadome por matar a mamá, por tener que cuidarme, por tener que hacerse cargo de una hija no deseada que solo le arrebató al amor de su vida.

Debí haberme casado con aquel alfa rico como papá quería.

No, no era tu responsabilidad.

Debí por lo menos devolverle algo luego de cuidar de mi durante años.

No, él es tu padre. Es su deber.

Debí estudiar la carrera que el quería.

Es tu maldita vida, abre los ojos de una vez.

Debí quedarme en casa con él para que no esté solo, como yo.

El frío me subió por la espalda recordándome una vez más que estaba sola, que todo el mundo decía que debía aceptarlo y avanzar; pero ellos no entendían que no eran tan sencillo aceptar que Harry tenía ya un omega, aceptar que lo ama a él y no a mi, aceptar que son el uno para el otro y que no es mío, como yo creía.

Sí, claro. Olvidarlo. Como sí fuera tan fácil.

Mi omega lloraba a diario por la falta del que creyó su alfa, las vacaciones me habían sabido mal desde que salí del edificio de los Tomlinson esa tarde luego de interpretar aquella escena frente al elevador. No disfrute la Navidad y menos el año nuevo, me supo tan agrio como siempre y ni siquiera el alcohol surtió su efecto como todos esos años. Como desde que tuve edad para compralo por mi misma y no robarlo de la reserva de mi padre.

Me quedé tirada en un cama todo el mes mientras veía mi vida pasar en cámara lenta y lloraba sintiéndome miserable por haber sido una tonta, por ser tan ciega, tan terca, por estar tan desesperada por un poco de amor.

El ama de llaves de papá me llamó miles de veces, preguntando sí regresaría a casa para las fiestas, pero preferí quedarme en el campus con los demás amargados que no celebraban Navidad. De todos modos no me perdería de nada regresando a una casa donde no soy bienvenida.

Nos hubiéramos negado a otro compromiso forzado.

En mi cabeza se repetía una y otra vez ese día, donde me quede ahí parada mientras las puertas plateadas se cerraban, dándome una última vista del alfa al que amaba con un omega que no era yo. Vi partir en ese elevador algo que me partió el corazón en mil pedazos, sí es que eso se podía más luego del tremendo discurso que Harry me dio; un dolor se me instaló en el pecho después de eso, no sólo porque mi descontrol e inconsciencia había provocado todo ese embrollo, sino porque ese par de orbes azul cielo no me miraba con desprecio ni lástima, me veía con compasión y tanto cariño.

Entendimos porque él lo amaba tanto.

Supe desde entonces que Louis me había perdonado de inmediato por mi indiscreción y me sentí peor aún. Porque sí yo estuviese en su lugar, seguramente me hubiese asegurado a diario de restregarle en la cara que el alfa de ojos verdes que tanto amaba, me prefería a mi por encima de él.