LOT

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EDITADO 06122021

Louis tiene 24 - Harry tiene 26

Love on top By. Beyoncé

Harry no podía estar más feliz con todo lo que estaba pasando en su vida: la empresa iba viento en popa, tenía esos nuevos contratos en la bolsa, podía tomarse un mes libre si quisiera, estaba casado con el omega más hermoso del mundo, tenía la mejor familia, los mejores amigos y su pequeño Lou acababa de darle a dos hermosos bebés.

Había pasado de ser "el jefe malvado" en la oficina, ese que llegaba antes que cualquiera y se iba después de todos, el que siempre estaba de malas, el mismísimo diablo, el tiburón de los negocios; a un alfa enamorado y sonriente.

Su fachada de jefe todopoderoso había caído dejando a la vista a ese alfa blando todo hoyuelos que lanzaba flores por todo el lugar mientras pintaba arcoiris por donde pasara, simplemente no cabía tanta felicidad dentro de él. Parecía irreal.

Era un jueves por la tarde, había ido muy a regañadientes a la oficina sólo dando una vuelta para asegurase que todo estuviese en orden y porque Louis lo había obligado, claramente.

Exactamente. Ya habíamos informado de ese descanso.

Ni siquiera se había molestado en cambiarse adecuadamente, caminaba rápido entre los pasillos aunque muy seguro de si mismo, con los viejos converse que ya eran más color crema que blanco en conjunto con esa bermuda de pescador y una desgastada playera de Hollister.

No teníamos ni porque estar ahí porque Rose se ocupaban muy bien de la empresa. Lo se, pero Louis quiere.

Además de que el omega sería dado de alta por la noche y según Harry él debería estar en la clínica sentado en el cómodo sillón de cuero justo al lado de la cama, con un café horrible del hospital en la mano, arrullando de vez en cuando las dos cunitas y viendo el fútbol con el volumen en un +2.

Es lo mismo que yo digo.

Subió a su auto luego de veinte minutos de vagar por ahí solamente mirando por encima porque ya se sentía a morir sin sus cachorras y Lou a su lado. Ya comenzaba a desaparecer el olor de su familia de su memoria y su ropa, todo esto era un poco ridículo tomando en cuenta que no había pasado ni una hora desde que se fue de su lado, pero nadie podía culparlo.

Así que mientras subía en el ascensor golpeando los dedos en las paredes de aluminio y checando la lucecita cambiar de número conforme la caja metálica cambiaba de piso.

¡Diablos, si que estaba nervioso!

¿No puede ir más rápido?

Lynn que era la enfermera de turno le sonrió cuando lo vio salir del ascensor, mientras negaba con la cabeza y le pasaba la bitácora para el registro.

— ¿Cuanto tiempo fue está vez? — bromeó.

Shhh. No tienes derecho a burlarte de un papá alfa primerizo.

Veinte minutos... quizá quince — contestó mientras caminaba dándole vuelta a las llaves en su mano.

Llegaste a tiempo para la cena — le sonrió con ternura mirando el reloj en la pared y entregándole la credencial de visita de piso.

INSECURE [L.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora