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Después de algunas bromas por parte del rubio, y unos cuantos comentarios para hacer enfurecer al alfa, el fin de semana había sido muy divertido molestando al malhumorado de su mejor amigo.
– No creo que sea correcto intervenir, cariño. – la alfa alistaba algunas pertenencias de su cachorra para llevarla a su escuela.
– ¡Que dices! Claro que debemos intervenir, esa omega es muy valiente si ha enviado esa clase de regalo a un alfa como Taehyung. Desde ahora te digo que soy su fan. – Jimin se mantenía preparando el desayuno para su familia.
– Rosanne, por favor. Haz esto por mí. – puchereó tratando de conmover las entrañas de la alta mujer.
– No me vas a chantajear de la manera más vil, Park Jimin. – le advirtió mientras ignoraba el gesto de patito regañado de su omega.
–¿Y qué tal de la manera sensual y sucia?, a ti te gusta, ¿no es así? – la alfa apretó la mandíbula deleitándose con el aroma que Jimin había desprendido con toda la intensión de hacerla caer.
– ¿Que es lo que quieres que haga, mi amor?. – suspiró derrotada.
Park Jimin era un omega que sabía utilizar sus encantos contra de ella, y la de cabello violeta era tan débil para negarle algo a su esposo.
– Solo quiero que le regreses la lonchera a la profesora, es muy bonita para que permanezca con el ogro de Jeon. – comentó inocente. – Y le digas que le ha encantado su comida. –
Rosé levantó la ceja extrañada por el interés que Jimin mostraba hacía esa profesora. – Solo pienso que es bueno que alguien se interese por él. – completó para evitar contradicciones de su alfa.
– A Taehyung no le hace falta la atención, Jimin. Lo sabes. – intentó razonar con su impulsivo omega.
Rosanne había sido perfectamente informada de lo ocurrido el fin de semana, y él porque Jimin parecía un omega un poquito maldoso con su amigo. – Pero esa no es la atención que necesita. – obvio el rubio hacia su esposa. – Jeon necesita un amor bonito, un amor real y no de conveniencia. – se acercó a su esposa.
– Pero tú no puedes decidir por otros, cariño. No sabes si realmente Taehyung quiera una relación formal – el perfecto balance entre dos personalidades, así es como funcionaba la diosa luna al hacer que personas tan distintas funcionaran en perfecta sincronía.
– El no lo dice, pero yo sé que él algunas veces quisiera sentirse de otra forma que no sea como un robot. –
Ese era el precio que Taehyung había cargado desde pequeño, él peso de su apellido lo asfixiaba algunas veces, incluso cuando él no dijese nada. El omega quien pasó la mayor parte de su vida con él, lo sabía. Su amigo ha suprimido el encanto de sentirse amado. Pues en su mundo solo conoció el trabajo constante para ser perfecto.
