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30.
Manobal Ruby Marie Jane Jennie, la mujer cuyo nombre provoca un huracán de tormentos, pero también de dólares. Reconocida como la empresaria femenina del año por revista como "times" y la millonaria en ascenso por "Forbes".
La mujer de mirada gatuna y elegante caminar es un erudito en las finanzas y una perra en los negocios, hablar únicamente de su belleza es como no reconocer que Jennie Manobal es la "princesa de hielo" cuyo don es hacer bien su trabajo, los negocios jugosos y exitosos son lo suyo pues su instinto siempre ha sido encontrar oportunidades donde la mayoría ve amenazas. La mujer de ojos gatunos le gusta ganar, un "no" como respuesta no está en su vocabulario pues considera que en el mundo cada quien le toca hacer su trabajo lo mejor que pueda.
Quienes tienen el privilegio de conocerla en persona confirman los rumores, a esa mujer no le gusta perder, es sumamente sensible a los detalles y la ineptitud es algo que no soporta.
Su aspecto impecable roba el aliento, hay que confesar que Manobal es la mujer que todo hombre desearía a su lado; hermosa, inteligente, educada y sobre todo, jodidamente rica.
Jennie Marie es sinónimo de deseo y temor, como una pantera asechando su interés y no cediendo cuando ha clavado los ojos en algo. Todo lo que Jennie quiere, lo tiene, es sencillo de entenderlo.
Incluso la elite de empresarios compara a la mujer de ojos gatunos por su firmeza y habilidades, con el magnate coreano. Ruby poseía descendencia coreana pero su educación y vida estaban en Nueva Zelanda.
Manobal Jennie es un Jeon Taehyung en versión femenina.
Para el azabache, ver a la pelinegra le reitera pensamientos sobre la femenina ser la competencia directa y quien el azabache considera la única persona competente en el mundo de los negocios. La ha visto en acción, en congresos y conferencias donde suelen reunir a hombres de negocios. Ha visto la mirada felina ver con altanería a sus oponentes. La mujer se divierte con ellos antes de quitarles todo.
Inteligente.
– Manobal Jennie. – el rostro inexpresivo del alto hombre elevó ligeramente la ceja en sorpresa.
Ha pasado un par de años desde que esa mujer se presentaba nuevamente ante él
– Jeon Taehyung. – sonrió como respuesta.
Mientras su mirada gatuna no evita mostrar la sonrisa gomosa que desde la infancia ha tenido y cuyas mejillas regordetas aligeran la expresión del rostro serio que siempre suele tener ante extraños.
–¡Tata!. – la pelinegra no pierde tiempo y se hace espacio entre la señora Jeon para correr en dirección al amigo de su infancia.
Algo que los medios no conocían sobre los dos magnates más importantes del continente asiático es que comparten una niñez juntos. Su historia se centra en sus madres y cada fin de semana reunirse en la mansión del contrario para tomar té, logrando que ambos pelinegros se convirtieran en amigos mientras compartieran momentos juntos en su solitaria vida.
