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El alfa se mantenía observando a través de su ventana, desde hace un par de minutos que su amigo se despidió de él pues Jimin tenía que recoger del prescolar a su cachorra. Ese pequeño espacio en la cual mantenía su mente en completo silenció le permitió reflexionar sobre lo que sería a partir de ahora su vida. No podía exigirle a Jisoo al aceptar sus planes, sin embargo, creía fielmente en el criterio de la castaña para tomar una decisión juntos.
El medico fue muy claro con sus dudas. Taehyung había actuado un tanto irresponsable, al no protegerse al intimar con Jisoo en su periodo de celo. Pero en su defensa, el nunca creyó que esa repentina atracción que había entre ambos se tratase de lazos del destino. ¿Jisoo acaso lo sabía? No lo sabe, pero sin duda será una de las cosas que confesará cuando la vea cruzar la puerta de la habitación.
Se mantenía positivo respecto al nuevo retorno de su vida. – Jisoo, mi predestinada. – sonrió levemente mientras la puerta de su habitación fue abierta y el gesto serio e indiferente de nuevo se remarcó las atractivas facciones.
– Hola Taehyungnie. – la pelinegra ingresó a la habitación cargando consigo una serie de bebidas y alguna que otra comida que esperaba fuese del agrado del magnate.
– ¿Por qué estás aquí Jennie?. –
El pelinegro siempre era tan directo que sus rudas palabras a veces podían ofender a las personas, pero no para Manoban Jennie.
– Es obvio tontito. – ni siquiera se limitó a observarlo ya que dejó las bolsas a un lado y se sentó en la silla a su lado.
Taehyung frunció el ceño mientras la de ojos gatunos le sonría en respuesta. El no quería, ni siquiera aceptaba la presencia de la omega en su habitación, de algún modo su sensible lobo le exigía correr a la de ojos gatunos. El pelinegro notó que realmente se encontraba en una posición de defensa, pues la omega muy cerca de él le mareaba.
– Y bien, ¿qué es lo que ha dicho el medico? ¿Por qué te has desmayado? – el pelinegro aclaró la garganta.
Él podría ser muchas cosas, pero jamás hipócrita.
– Eso no es de tu incumbencia Jennie, así que, te pido de la manera más amable te retires de mi habitación. Estoy esperando a otra persona. –
La omega levantó la ceja sorprendida del comportamiento del magnate.
– ¿Y ese alguien es cierta omega sin clase? – los intensos ojos miel del pelinegro escudriñaron las palabras de la omega.
– No voy a permitir que hables así de mi omega. – recalcó la palabra.
Pero Jennie solo rió ligeramente mientras niega con la cabeza, ¿Cómo era posible que una chiquilla de su clase se ganara la protección del gran Jeon Taehyung ? Simplemente imperdonable.
– Si te molesta, no la mencionaré más. Pero me parece muy desagradable tu comportamiento Taehyung. – le hace saber. – Tú no eres así y ahora parece que te comportas como un chiquillo sin modales y quien aparentemente no sabe controlarse. –
