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33.
Ha sido una semana pesada para la profesora, cansada y un poco deprimida ante la necesidad de su lobita en busca de su alfa. Se siente feliz por el hecho de Taehyung responderle con un "Son agradables y huelen a ti" por su regalo de hace dos días. La castañita quería volver a ver al hombre de mirada penetrante, ella ya no podía ni siquiera entretener a su mente en otras cosas porque la ansiedad se volvía más intensa y su instinto exigía percibir ese agradable aroma a café y chocolate amargo.
– ¿Segura que puedes hacerlo Chichu?. – un alfa de ojos grises se acercó a la bonita castañita. Él tenía que atender un asunto importante que implicaba a la escuela y es imposible cambiar la hora.
– Lo estaré Eunnie oppa. – le sonrió a su amigo.
– Además, no es la primera vez que cierro la escuela, ve tranquilo y ¡suerte!. – arrugó su carita y levantó sus puños dándole fuerza al alfa quien era su primera vez asistiendo al evento donde los directores de escuelas, sin importar el grado, se reunían para discutir temas de educación.
– ¿Qué voy a hacer contigo? Eres demasiado tierna y bonita para ser real. – apretó una de sus esponjosas mejillas mientras mira fijamente esos ojos color avellanas.
La omega siente un poco extraño la cercanía que EunWoo repentinamente ha tenido, él nunca solía romper esa linea, pero ahora está tan cerca a ella que le hace sentir disgustada. "Alejalo, olerás a él". Su omega le recriminó mientras da un paso atrás y trata de sonreír ignorando lo incomodo de la situación.
Ahora que tiene un compromiso con su alfita, su lobita parece mucho más caprichosa y cuidadosa con los aromas que están cerca de ella. Como si evitase que su fragancia se mezclase con otro más. "A nuestro alfa no le gustaría oler otro aroma que no sea exclusivo de nosotras" explicó.
– Que te vaya bien, Eunnie. – le incitó para que se marchase.
A esa hora, todas las profesoras y cachorros habían terminado de salir completamente del instituto, solo eran los dos, alfa y omega los que siempre se quedaban un poco después de la hora acordada para acomodar algunas cosas fuera de lugar.
– Adios Chichu, prometo recompensarte con cupcakes. – se despidió el atractivo sin inhibir su deseo de abrazar a la omega y dejar un beso en su mejilla rosadita.
Quien quiera que viese a la bonita castaña sabría que el encanto de Kim Jisoo va más allá de una simple y encantadora apariencia.
Antes de Jisoo poder reaccionar y decir algo al alfa, él estaba corriendo en dirección a su auto. "Ahora hueles a él, te lo dije" su lobita le regaño y pateó caprichosa su estomaguito haciéndola fruncir el ceño y llevar sus manos al vientre.
– No hagas eso, duele. –
"No importa, quiero quitarme este olor" "¡Haz algo!". Gritó
