16.
Por orden de EunWoo, quien también es de algún modo su jefe. La castañita se ha tomado toda una semana para recuperarse físicamente, aun cuando sabe que sentirse de esa forma, decaía y un tanto pesimista era por ese día que no quería recordar.
Sin embargo, para EunWoo solo era cuestión de darle más tiempo a su recuperación física. Así que, no hubo problema alguno de acceder a darle a Jisoo los días que requiriese para volver a ver esa radiante sonrisa. Pero los días pasaban y la castaña parecía más desanimada y ensimismada en sus pensamientos
Ya no sentía ese potente y tranquilizante aroma que ella desprendía, era como si lo hubiese ocultado tomando supresores. Realmente no entendía porque su mejor amiga estaba de esa manera.
– Vamos Chichu, ¿qué tal si pasamos por un rico chocolate caliente? – animó el cenizo mientras sostenía el bolso de la omega.
Después de días, él se ha ofrecido a recogerla para ir juntos al trabajo, no importaba si su departamento estuviera prácticamente del otro lado de la ciudad. Por Jisoo, el estaba dispuesto a hacer todo.
– Gracias Eunnie. – quiso sonreír, pero de su pequeño rostro solo ha salido una mueca.
Ese día en particular estaba un tanto frío y nublado, Jisoo quisó ironizar pensando que incluso el clima se sentía como ella. Era la primera vez después de siete días que salía de su hogar con el firme pensamiento de aceptar ese rechazo.
Sí su alfa no la quería, está bien.
Tenía que ser madura y aceptar que no siempre las cosas se desarrollan como uno desea, a pesar del empeño y la dura caída, eso le ha servido para salir de su realidad.
– ¿Extra espumoso y con tres de azúcar?. – la de ojos avellana asintió
Han entrado a un supermercado de suvenir donde majestuosamente hay de todo, incluso bebidas que podrían ser preparadas al instante.
– Estaba pensando en que podríamos comer pollo frito después del trabajo. – miró de reojo a la más bajita
Un ligero brillo iluminó su mirada apagada, pero tan fugaz fue que Jisoo solo asintió y su expresión de nuevo se hundió a una lúgubre.
– Ten. – le extendió la bebida caliente.
Ella miró con sus dos manitas puestas en el recipiente, le transmitía calor tras ser el aroma de su no-alfa.
– Estoy nerviosa de volver. – Jisoo se dio cuenta del esfuerzo que EunWoo está haciendo de todo por hacerla sentir mejor, aunque no esta funcionando. La omega pensaba que si ella se sentía miserable, no arrastraría a las pocas personas a su alrededor en ese abismo.
– Los niños se alegrarán de verte. – le respondió. – Eres la profesora más querida del instituto y esas cartitas y dibujos. – le recordó los regalos hechos por sus alumnos. – Lo comprueban. –
Ambos caminaban sobre la acera, mientras bebían de sus vasos y disfrutaban del paisaje y silencio.
La vestimenta que ha elegido Jisoo era menos colorida a la habitual, creía que el color de la ropa decía mucho de la personalidad, ahora, le parecía hipócrita si vestía colores radiantes cuando su energía no estaba del todo bien. Así que optó por una falda que le llegara hasta los talones, un suéter verde intenso cubrir hasta su cuello, botines negros y una boina beige que era del mismo color de la falda.
–Bienvenida de regreso Miss Kim. –
El alfa le dio la bienvenida a su compañera de trabajo extendiendo sus manos sobre el instituto con entusiasmo y fue la primera vez durante días que Jisoo sonrió ligeramente de manera genuina. Se enfocaría en su trabajo y olvidaría lo ocurrido, porque al final, no había nada más que contar.
– Entremos. – sugirió la castaña para ponerse la bata de trabajo y sacar su cartel.
A los pocos minutos, los niños empezaron a llegar a cada estación en busca de su profesa. Aunque los comentarios y miradas maliciosas de las otras educadoras no se dejaron de escuchar, les sorprendía ver a la omega vestir y actuar de una manera nada normal en su siempre enérgico comportamiento. La castaña no estaba sonriendo, ni tampoco usaba ropa ridícula. En sí, era demasiado normal, en sus cabezas formularon una teoría del porque la larga ausencia de Kim Jisoo, la omega ridícula y soltera.
– Buenos días profesora Kim. – un hermoso omega de ojos azules le sonreía radiante a la profesora recién recuperada.
Le sorprendía verla allí, hace una semana que Jimin dejaba en la puerta el kinder a Jirosé. Ya que su esposa tuvo que salir de improviso al extranjero. Así que solo eran ellos dos durante diez días.
– Buenos días señor Park . – dio una inclinación de respeto hacia el padre.
Ese gesto hizo fruncir el ceño al mayor de los dos omegas, fue cuando examinó completamente a la profesora. No vestía de alegres atuendos, su rostro estaba demacrado y hasta podría decir que bajó de peso. Lucía tan diferente, hasta su energía no era la misma.
– Buenos días para ti también, Jirosé. – saludó a la hija de Jimin mientras extendía su mano para que el padre le diera la mochila.
– Oh sí, que descuidado. – el rubio se sonrojó al ver como la omega esperaba por las pertenencias de su alumna.
– Que tenga un buen día señor Park. – antes de que pudiera darse la vuelta y acomodar las pertenencias de la cachorra en el salón, Jimin la detuvo, era más que claro, la omega no estaba bien, quiso creer que la enfermedad había sido bastante dura, pero no a tal grado de las genuinas sonrisas antes dadas por la profesora ahora solo fueran gestos mal logrados
– ¿Está bien señorita Kim? . – preguntó cauteloso, lo que menos quería era incomodarla.
– Muy bien señor Park. Tenga un buen camino al trabajo. – se despidió
Pero Jimin no estaba conforme, presentía que algo no andaba bien.
– Señorita kim. – insistió de nuevo haciendo que la castaña le volteara a ver.
– ¿Hoy no habrá lonchera?. – mordiendo sus esponjosos labios le preguntó escuchándola suspirar.
– Gracias por ayudarme ese tiempo señor Park, pero ya no enviaré más loncheras. – eso ha sido todo para entender que realmente las cosas entre ellos no han salido como él esperaba. Pues hasta donde sabe, Taehyung se reunió en el café con la profesora.
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Teach me to Love | VSOO
Fanfic"Demasiado rosa para alguien que solo usa el negro como sombra de sí mismo"