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26.
Ambos corazones latiendo a máxima velocidad, las palabras no son necesarias pues los instintos lobunos sienten la conexión íntima y única que los humanos no eran capaces de percibir conscientemente. Su lado racional siempre los inhibía y los hace tímidos.
En ese momento, no, pues alfa y omega se reconocen más allá de un aspecto carnal, sus almas están conectadas para complementarse como una.
– Eres mía. – le susurró cerca del rostro.
Por la diferencia de alturas Taehyung esta levemente inclinado mientras sus manos pican por tocar la cintura de la bajita.
– Eres hermosa. – tenerla así de cerca le hace apreciar con detalle cada rasgo del pálido rostro.
Tocando la suave piel bajo su mano, vio como la omega, de ahora ojos verde, restriega su pequeña cara en su palma venosa. La chica busca su calor y tacto.
– Alfa, yo... - Taehyung no la deja continuar pues solo siente la necesidad de actuar.
Cargando a Jisoo en forma princesa, el sonidito de sorpresa de la chica por ser levantada le hizo sonreír al ver como los orbes del pelinegro brillan deseosos. Taehyung y su firme pecho desprende un calor confortante
– Mi habitación. – le guio mientras el alto hombre camina atento a las indicaciones.
Los pasillos eran largos y el estilo maderoso de esa pequeña casa se siente tan cálida y reconfortante. Incluso en ese momento, al tener a la omega en brazos y la ferviente emoción en el pecho, lo hace cuestionarse sobre ese momento considerarse "hogar".
Pues, así como Park alguna vez lo describió, estar junto a la chica se sentía bien, se sentía correcto, como si de pronto toda esa soledad con la que ha vivido la mayor parte de su vida se olvidara y todo lo que existiese fuese Kim Jisoo, la tímida profesora cuya omega desvergonzada hacen el complemento perfecto para hacerlo perder el control.
Kim Jisoo lo hace sentir diferente.
– Es tan cálido, alfa. – acurruca su cuerpo entre el firme pectoral del hombre. Escuchando el latir del corazón.
– Quiero que usted sea el primero en todo. – declaró la omega.
Al referirse de esa manera tan forma hacia él, sabe que la lobita de Jisoo tiene el pleno control sobre ella. Al decirle "alfa" confirma que su lado más sensible espera por él.
– ¿Realmente quieres esto? Yo no podría hacerte daño. –
El alto hombre dobla en el pasillo para adentrarse a una habitación blanca con toques rosados cuya repisa de cama es estilo princesa y sobre la esquina hay una enorme ventanal con barandal cuya visión da perfecto al jardín.
– Lo sé alfa. – la omega responde.
– Yo necesito de usted, permítame ganarme su corazón para que algún día mi alfa también necesite de mí. – quizás la pasión en ese momento estuviese descendiendo, pero algo más encendía el deseo dentro sus corazones.
