T2 Capítulo 08.

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– Jennie y yo nos vamos a casar. –

La mesa que estaba contenida en silencio se mantuvo de ese modo mientras los comensales se miraban entre sí tratando de formular alguna palabra coherente en su boca. Ha sido una noticia inesperada.

– Felicidades hijo. –

La primera que rompió la tensión del momento fue la madre del rubio quien rápidamente se levantó de la mesa para abrazar a su futura nuera. Parecía que ambas mujeres eran las únicas que celebraban ya que Taehyung solo se disponía a beber de su copa ignorando cualquier mirada.

Rosé y Jimin se vieron como si trataran de buscar respuestas ¿han escuchado bien? ¿Por qué Taehyung haría una cosa así sabiendo que Jisoo está embarazada y es su predestinada? Arrugando la servilleta entre manos Park prometió que se comportaría principalmente para evitar espectáculos que lo pusieran aun más en corrosión con su mejor amigo, pero sin duda ese era el límite que no puede tolerar.

– ¡Debes estar bromeando Jeon!. – el de ojos azules se levantó de su asiento mientras avienta la servilleta sobre la mesa.

– ¡Como puedes ser tan inconsciente!. – le recriminó.

Cosa que hizo callar a las omegas quienes le miraron con el ceño fruncido. La señora Jeon estaba a punto de hablar pidiendo a Jimin compostura dado que esta arruinando el momento especial de su hijo y Jennie.

– Tu no amas a esta mujer. – en ese punto ya ni siquiera le importaba la cordialidad con Manoban pues ambos no logran soportarse.

Eso es más que obvio, tiene asuntos más importantes que tratar, como traer de nuevo a la conciencia a Taehyung.

– Lo único que entiendo Park, es que tú no deberías de opinar en situaciones que no te competen y muchos menos entiendes. – respondió fríamente Taehyung quien le miró con cierta expresión indescifrable en rostro.

– No hables como si supieras lo que me pasa. –

El mencionado abrió los ojos un tanto dolido por lo que salia de la boca de su amigo, ¿es realmente el Jeon Taehyung que alguna vez considero alguien especial en su vida?.

– Lo haré porque claramente esta es la peor decisión que estás tomando. – se mantuvo firme.

El rostro gélido del alfa dejó ver una media sonrisa mientras niega.

– He tomado muchas malas decisiones antes Park, ¿qué más da una más?. –

La discusión parecía dejar a fuera a todos los invitados, solo eran amigos los que estaban enfrentándose tratando de reflexionar una decisión que no está a discusión.

– ¿qué no te das cuenta que este tipo de situación te encadenarán a una vida miserable?

– Mantente en tus asuntos Park. – fue lo único que se atrevió a decir.

– Te he invitado porque te considero un amigo, no porque requiero tu maldito permiso para tomar mis propias decisiones así que conoce tú lugar en mí vida. – recalcó fríamente.

– ¡¿Y entonces que pasa con Jisoo? ¿Que pasa con tu hijo? ¿Tambien piensas darles la espalda como me la estás dando a mí?!. – la vena de su cuello se exaltó.

En ese punto de la situación ambos ya se encontraban lo bastantes coléricos para pensar friamente lo que decían o hacían.

– ¡Con una mierda!. – el alfa se levantó de su asiento azotando las palmas de la mano sobre la mesa. Situación que logró a las tres omegas dar un paso atrás intimidados por el rostro furioso.

– ¡Sabes muy bien que ese nombre está prohibido en mi presencia! –

– ¡Tranquilízate Jeon!. – Rosé se ha levantado al mismo tiempo que percibió el atisbo de locura en la mirada de Jeon protegiendo a su omega al ponerse delante de él.

Puede sentir a Jimin ligeramente temblar bajo su tacto.

– ¡Tú no te metas Rosé!. – gritó el alfa.

– Es Jimin quien debe hacerse responsable de sus actos. Siempre actúa como si supiera lo que dice o hace pero la realidad es que nunca enfrenta las consecuencias de lo que provoca. –

Rosé en ningún momento titubeó frente a Jeon.

– Él no tiene que responder ante ti, si tienes un problema con él, perfecto. Me lo dices a mí y buscamos la forma de arreglarlo, pero jamás te atrevas a volverle a levantar la voz en mi presencia porque me olvidaré de la estima que te tengo. – ambos alfas se miran fijamente retándose y conteniendo los impulsos de la evidente provocación.

La madre de Jeon veía horrorizada la escena, una amistad de años estaba colgando de un hilo.

– Jimin se preocupa por ti. – recalca Rosé. – Pero sino eres capaz de apreciarlo entonces no veo el porque debamos seguir aquí. – gruñe Rosé dando un paso enfrente para dejar clara su posición.

– Es obvio que ya no seremos bien recibidos después de esto. – mira a la madre de Taehyung y a Jennie.

– Así que cada quien en sus asuntos como lo has solicitado. – levanta la barbilla.

– Si quieres verterte en la mierda Jeon te hundirás solo porque te prometo que mi omega ya no interferirá en tu vida. ¿Eso es lo que quieres no? porque no dejare que arrastres a Jimin quien es tu amigo, contigo. –

La alfa se voltea para mirar a su esposo quien tiene los ojos acuosos por la situación, no es necesario que hable porque la chica sabe que Jimin se siente culpable por ese enfrentamiento. – Vamos a casa precioso. – le sonríe la alfa a su omega acariciando la mejilla de su rostro.

Gesto que no es indiferente por Jeon quien aprieta los puños y sale de la habitación.

Lo único que queda es buscar a su cachorra y salir de ese maldito lugar donde Rosé ya sabía que algo así sucedería. Solo basta ver a Jeon para entender que el antiguo hombre que conoció se ha transformado a un monstruo de resentimiento.

– No llores más cariño. – Rosé se acuesta a su lado una vez que a acostado a su cachorra, dejándola dormida.

– Es que yo tuve la culpa. – dijo Jimin quien se aferra más al cuerpo de su esposa.

– Tú me dijiste que no interviniera y me comportara, pero no pude evitarlo. – hipó. – Ahora Jeon me odia porque estoy seguro que esa mujer le ha metido ideas a la cabeza. ¡Solo míralo! Ni siquiera parece el Tae que conocemos. – en eso está de acuerdo Rosé.

– Escúchame bien Jimin, ¡Tú no tienes la culpa! ¿Okay?. – le hace mirarlo. – Como lo dije en esa mesa, eres su amigo y si el no es capaz de valorarlo que se pudra. –

Jimin ríe bajito ante las palabras de su esposa.

– Gracias por defenderme. – besa los dulces labios 

– Por ti, lo que sea bebé. – la de cabellera larga regresa el beso a su marido.

– Que sexy se vio mi esposa. – provocó el rubio haciendo un recorrido con sus dedos sobre el abdomen de la mujer.

– Debería regresarle el favor. – mordió su labio inferior tentando a Rosé 

Teach me to Love | VSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora