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38.
La cena se desarrolla de la misma manera, comentarios espontáneos de la omega de ojos gatunos, despotismo por parte de la señora Jeon a la situación mientras Taehyung limitadas veces opina al respecto y el silencio por parte de la omega invitada.
– Jisoo preparó el postre. – mencionó Taehyung cuando los camareros retiraron el plato extenso y enseguida fue dejado un flan de chocolate con nueces.
– Oh, eso es muy amable de tu parte Jisoo, te lo agradezco. – la mayor le miro. – Pero no como cualquier cosa y tengo ciertas alergias a ingredientes de dudosa procedencia. –
Jisoo frunció el ceño, ella preparó ese flan con ingredientes caros del supermercado, incluso uso de su dinero ahorrado para llevarle lo mejor a la madre de su alfa. Ese comentario la hizo pujar bajito y llevar su mirada hacia sus manos en entera decepción de si misma al no lograr que la madre de su alfa se interesase por compartir con ella. El nudo en su garganta se forma. Su rostro decayó en una expresión deprimida.
¿Por qué la madre de su alfa se comportaba de esa manera con ella? No la ha ofendido.
No entiende que pudo haber hecho mal si desde un principio entendió que su interés no estaba en conocerla. Pero no dijo nada, esperó toda la noche por una oportunidad y esperanza de que la hermosa mayor le hablara. Pero ella ni siquiera le mira, y si lo hace, solo es para esa clase de opiniones.
– Aunque es adorable que te diviertas perdiendo el tiempo horneando. –
– He leído que hornear es muy buena actividad para liberar estrés. – completó Jennie.
– ¿Estrés querida Nini? Estoy segura que Jisoo no tiene esa clase de tensión, ser profesor no requiere de tanta decadencia. – se atrevió a opinar como ultimo golpe. Pero eso fue la gota que derramó el vaso para el alfa, quien se debatió toda la cena en irse o permanecer.
Desde el primer instante, a su instinto y a él no le agradó la forma en la que su madre miró a Jisoo tras presentarla. Quizás su omega no lo notara, pero Taehyung es tan buen observador.
– Yo si quiero . – opinó Jennie dando el primer mordisco.
– Es suficiente, nos vamos. – se levanto de la mesa sin ni siquiera importarle el reproche de modales que su madre le hizo saber con una mirada. – No has cambiado nada madre. – sujetó la mano de Jisoo quien se veía apenada y arrepentida.
– Buenas noches. –
Como pudo, Jisoo dio una inclinación a la mayor y la omega pelinegra.
El aroma de Taehyung se intensifico mientras se perdían entre los pasillos, su mandíbula esta tensa mientras su único pensamiento es sacar a Jisoo de ese maldito lugar. Por un momento quiso creer en las palabras de Jimin, quizás su madre si cambió en todos esos años, pero hoy ha descubierto que esa mujer de actitud sumisa solo es una fachada. Ni siquiera le dio oportunidad a Jisoo de convivir.
