Capítulo 14.

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14.

Era domingo y la bonita omega despertó con un intenso resfriado, al parecer el dolor de su corazoncito era similar al dolor de cabeza y cuerpo. Haciéndola olvidar momentáneamente el rechazo del alfa.

– Siento que moriré Dalgom. – cubrió de nuevo su cuerpo buscando calor entre sus afelpadas sabanas rosadas.

Había sido una noche terrible, Jiso podía asegurar que después de llegar a casa, sus ojos tristes expresaban toda el sentimiento que sentía ante el duro y claro rechazo del hombre ojos miel.

Después de un largo rato reflexionando la guerra perdida, vino la fiebre y la pésima noche que tuvo que pasar medicina que aliviar los síntomas.

– Solo quiero dormir. – dijo para mirar la serie de peluches que descansaban en sus repisas y el sol colarse en las cortinas.

El olor a tristeza era perceptible, agrio y melancólico. Fue así como el fin de semana corrió mucho más rápido de lo que esperó la castaña.

No tenía apetito, por lo que no se levantó todo el fin de semana de la cama mientras el lunes proyectaba a comenzar de nuevo con su jornada laboral, la ahora pálida omega ni siquiera tenía fuerza de levantarse. Su cabeza y cuerpo dolía al no sentir el calor de sus sabanas.

– Bueno... - dijo apenas en un susurro mientras la tos pica su garganta y ella atendía el llamado de su celular

Del otro lado de la línea, un alfa de ojos grises fruncía su ceño al percibir la voz de su amiga extraña y poco eufórica, eso no era característico de Kim Jisoo, la omega dulce y enérgica.

Jisoo nunca llevaba tarde, era una de las profesoras mas puntuales del instituto. Pero ahora, al no verla sacando sus materiales de aula, él alfa dedujo que no algo podría no estar bien.

– ¿Jisoo?. – preguntó. – Te escuchas muy mal. – se alarmó el alfa .

– Lo siento, Eunnie. – intentó hablar a pesar de la resequedad de su garganta. – Creo que no podré ir a trabajar hoy. – le informó. – No me siento bien, estoy enferma y... - un estornudo provocó una expresión de preocupación del cenizo.

– Lo siento, sé que mis niños... - el alfa ni siquiera la dejó continuar.

– No te preocupes Jisoo, toma los días que puedas. ¿Ya has ido con algún medico? ¿Saben lo que tienes?. – "Si, el corazón roto", quiso expresar la castañita, pero Jisoo se abstuvo de comentarlo y solo negó provocando que el alfa cenizo se sintiera un tanto ansioso. Su amiga nunca se enfermaba.

– Está bien, iré a verte más tarde, por favor, no salgas de cama y mantente abrigada. – sugirió mientras veía a los niños empezar a acercarse.

– Eunnie, en serio discúlpame con los cachorros. – fue lo único que dijo, la castaña parecía preocuparle más la decepción de sus alumnos que su propia salud. EunWoo sonrió, Jisoo es realmente considerada y amable.

– No te preocupes Chichu, yo personalmente les daré clase.

– Gracias.... – susurro para después colgar.

Los niños se acercaban al instituto mientras cantaban o hablaban con sus padres. Una niña de cabello rubio y ojos de color se acercó a la puerta con el ceño fruncido. Parecía que buscaba a alguien.

– Buenos días señor Park. – EunWoo saludó cordialmente al omega quien lo examinó de pies a cabeza. El rubio parecía un tanto intrigado por verlo en la estación de la profesora de su hija.

–¿ Y la profesora Kim?. – preguntó sin rodeos.

En realidad, todos los padres de los alumnos que Jisoo enseñaban habían hecho la misma pregunta, pero en particular ese omega parecía mucho más intimidante y un tanto desafiante ante él.

– Oh, la profesora Kim se ha reportado enferma. Así que yo tomaré su lugar mientras ella se recupera. – le sonrió esperando que la aura del rubio en desconfianza se disipara.

– ¿Está enferma Miss borreguito?. – Jirosé miró a su papi y luego al alfa de ojos grises.

– Lo está pequeñita, pero no te preocupes cuando menos lo esperes tendrás a miss borreguito enseñando de nuevo. – se agachó para quedar a la altura de la cachorrita que tenía su gafete de nombre "Jirosé".

El alfa era dulce, pero a Jimin le parecía un tanto extraño ese brillo particular en la mirada al mencionar a la omega. Un potencial alfa enamorado de la profesora de su hija, no tenía dudas, al parecer su amigo tendría competencia.

– Espero, ella se mejore pronto. – dijo sinceramente el bonito omega mientras le daba la mochilita de pollito de su hija al alfa. – Nos vemos en la salida, Jirosé. – de despidió el omega de ojos azules.

Taehyung revisaba algunos reportes tratando de mantener la aparente ansiedad con la que ha despertado, de alguna manera debía estar complacido, en la mañana ha despertado conforme a su rutina diaria, la omega no envió alguna clase de mensaje extraño que lo despertara.

Miró su reloj y era pasada la hora del almuerzo, por lo que su oficina aun permanecía con ese olor neutral, sin alguna clase de condimento que la lonchera siempre traía consigo. Jimin no había entrado con ningún objeto esa mañana, incluso parecía algo extraño que su amigo no comentara nada sobre la omega.

– Creo que me he acostumbrado al agradable aroma de la lonchera, y ahora que no la tienes se siente un vació. –era la clase de palabras que Taehyung intentó negar a sí mismo

Por alguna extraña razón, la situación se sentía incomoda sin el despertar o las atenciones de la castaña. – Tú madre nos ha invitado esta noche a la mansión Jeon, así que no hagas planes porque le he confirmado. – el omega continuó leyendo la seria de eventos que tenía durante ese día.

Sin notar que cierta alfa tenía el ceño fruncido por el abrumo de emociones que estaba teniendo con su parte hibrida y humana.

– ¿Qué es lo que quiere mi madre esta vez?. – firmando documentos Jimin se acercó.

– Solo quiere verte, dice que todo el tiempo trabajas y muy pocas veces la visitas para saber si aún sigue con vida. – el alfa rodo los ojos ante el dramatismo de su progenitora.

– Mi madre exagera, sabe que no poseo el tiempo suficiente cuando planeo lanzar una nueva sucursal en el extranjero. – siguió leyendo sin mirar al omega quien trata de comprenderlo.

– Lo sé, pero igual sería lindo que fueras a visitarla más seguido. Después de la muerte de tu padre, creeme que los hijos son un refugio obvio. –

Jimin no podía presionar a su amigo respecto a su familia, por muchos años vio como el padre de Taehyung le exigía la perfección a su primogénito, cohibiéndolo de muchas cosas que a su edad nunca experimentó. Claro que el alfa había logrado un hijo sin igual, atractivo, inteligente y sobre todo audaz. Pero ahora, veía el gran efecto colateral que tuvo en el alfa ese estilo de educación. Poco empático, inexpresivo y terriblemente frio. Taehyung no era capaz de diferenciar sus emociones, ni siquiera ser consciente de que las tenía.

– Igual y hornearé un pastel para poder convivir. – le contó. – Creo que ver a tu enamorada siempre preparar un postre me ha hecho pensar cual sería ideal para esta ocasión. – 

Teach me to Love | VSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora