Eres mía, mi conejita I & II

24- De compras

Subí nuevos post a mi Instagram (lolii.xd), también hice un dibujo/diseño de Ethan y Mel, me gustaría que pasaran a verlo  <3

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La primera persona en comentar cinco veces el emoji del conejo (🐰) le dedicaré el próximo capitulo...

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POV MEL

Después de lo sucedido ayer en la oficina, tuvimos que darnos un baño y las horas restantes Ethan y yo estuvimos todo el día trabajando. Su madre nos llevó el almuerzo a la oficina de después de unas horas ambos cenamos en la oficina también.

Aún me daba pena cenar con todos en el comedor, el Alpha Demian y la luna Elizabeth me insistieron en que cenará con ellos, pero la pena era más.

Además de que no tenía la valentía de fingir que no era yo la que me estaba ahogando con la masacuata de su hijo hace unas horas. Fue demasiado vergonzoso hablar con la señorita Elizabeth cuando fue a llevarnos el almuerzo y la cena a la oficina.

—Ya me siento mejor — aseguré. Ethan me estaba haciendo un masaje porque me dolía el cuerpo. Él fue el culpable así que está tratando de remediarlo.

—¿Segura? — asentí —No vuelvas a ir sin ropa interior Mel. Sabes que no puedo controlarme tanto — me sonroje ante sus palabras, eso me hacía recordar lo que habíamos hecho.

—Prometo no volverlo a hacer — aseguré

—Tranquila, si lo haces de nuevo tampoco me quejo — soltó con una sonrisa pícara.

—Si sigues hablando de eso vas a tener que darme otro masaje — dije mientras me cruzaba de brazos. Quería que ya no mencionara ese tema, era demasiado vergonzoso.

—Mejor, se siente muy bien acariciar y apretar tus piernas — me dio una mirada perversa, bastante perversa.

—¡Ethan! — lo reprendí

—Yaya, es broma, pero si quieres no es broma — no pude evitar carcajearme ante sus palabras. Él siempre pensaba todo a mal.

[...]

Aparte tampoco pudimos ir al centro comercial ayer, así que estábamos preparándonos para ir ahora.

—¿Ya podemos irnos? — asentí

Ethan encendió el auto y empezó a conducir al centro comercial. En todo el camino nos mantuvimos en un silencio, pero no incómodo. Hasta que se me ocurrió hacerle una pregunta.

—Ethan — me miró por unos instantes para después seguir prestando atención al camino —¿De verdad me quieres? ¿Y no me usarás como dijo mi abuela? — pregunté mientras trataba de no mirarlo a los ojos.

Ethan paro el carro de repente haciendo que me mueva un poco hacia delante, a lo que él me miró preocupado.

—Perdón — se disculpó para después acariciar mi mano —Mel. ¿Cómo puedes pensar algo así? — me miró

—E-Es qué... Ella dijo — recité mientras recordaba entre tartamudeos lo que había dicho mi abuela.

—No importa lo que diga, tú eres la persona más especial en mi vida, no tienes por qué llevarte de lo que dice esa mujer — dijo con un poco de enojo en su voz, mientras me abrazaba.

—Eres tan buena persona. me dejaste vivir en tu casa... Me disté trabajo y haces todo por mí — lo abracé también, mientras él acariciaba mi cabello.