Eres mía, mi conejita I & II

8- La coronación I

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La primera persona en comentar cinco veces el emoji del conejo (🐰) le dedicaré el próximo capitulo...

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4 años después

POV MEL
16 años

El sonido de los pájaros volando era lo único que se escuchaba en esta noche tan silenciosa, y uno que otro búho en las ramas de los árboles.

Aún esperaba tranquila en mi ventana, dónde esperaba a Ethan como todas las noches. Me rompía el corazón pensar que pasaría lo mismo que ha pasado en otras ocasiones...

Él estaba muy ocupado últimamente, tanto, que en varias ocasiones no pudo venir a buscarme para el paseo de siempre, ahora se comportaba más como un adulto, siempre ocupado y sin tiempo para mí.

Por un lado, lo comprendía, ya había escuchado con qué el cargo de un Alpha es demasiado pesado y que ocupaba demasiado tiempo. Y yo lo creo sin duda, habían veces en las que Ethan venía casi dormido a visitarme, pero, aun así, hacia el esfuerzo para verme, aunque sea por unos minutos y después marcharse.

—Mel, date pronto — mi abuela habló mientras entraba en mi habitación.

—¿Para qué? — la mire con duda

—Para la coronación del próximo Alpha, es hoy. No puedo creer que te hayas olvidado de un evento tan importante — creí que sería dentro de dos días.

—Ahhh, sí —

—Te doy una hora para que te alistes — agregó mientras salía de la habitación a lo que yo asentí.

Con razón toda la escuela hablaba de eso. ¿Cómo pude olvidarlo?

Pero bueno, para no perder tiempo empezaré... Suerte que ya había comprado un vestido cuando salí con Alice hace unos días.

[...]

Ya estaba lista para la noche, me había puesto el vestido color verde lima que compre y me había soltado el pelo con algunas ondas naturales. Me gustaba mucho mi outfit. Ojalá que a Ethan también.

Salí de mi habitación directo a la sala, mi abuela me esperaba ahí muy impaciente.

—Ya estoy lista — avisé

—Vámonos entonces — la seguí mientras salía de casa.

Iríamos caminando porque el lugar de la celebración no estaba tan lejos, era en su casa, así que me emocionaba un poco.

Al llegar pude identificar a mi mejor amiga Alice en la entrada, la conocí hace más o menos un año cuando entré a la escuela. Ella lucía con un vestido color amarillo que le quedaba espectacular.

—¡Mel! — me saludo con un abrazo —Estas hermosa — comentó a lo que yo le di una sonrisa un poco avergonzada por la mirada de las personas.

—Tu tampoco te quedas atrás, ese vestido te queda precioso — solté mientras la miraba de arriba abajo.

—Señora Juls — le tendió la mano a mi abuela y ella la recibió con una sonrisa de boca cerrada.

Siempre tan aburrida

—Deberíamos entrar — sugerí tratando de calmar la tensión.

—Si, mejor — Alice comentó con una sonrisa notablemente fingida.