Eres mía, mi conejita I & II

6- Cómo la primera vez

Capítulo escrito a petición de @ lherrera12708

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La última persona en comentar cinco veces el emoji del conejo (🐰) le dedicaré el próximo capitulo...

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Estaba demasiado feliz hoy, pocas veces Mel había dejado que Ada tomara el control de su cuerpo en su forma humana, y hoy era uno de esos días. Ada era quien mandaba en el cuerpo de su dueña mientras qué Mel dormía en un profundo sueño en su propio cuerpo. Lo mismo pasaba con Oziel, Ethan le había permitido todo el control de su cuerpo humano.

Ahora, la joven estaba peinando su largo cabello pelirrojo sentada en su cama, un delicioso aroma le llegó a sus fosas nasales; su lobo estaba muy cerca, lo sentía.

—Preciosa — una voz gruesa le llamó y ella se volvió en dirección al balcón, encontrándose con su Alpha de ojos negros, Oziel. Ethan también le había dejado todo el control a Oziel y ambos pasarían el día juntos.

—¿Acaso no sabes usar la puerta?

—La sé usar, pero estaba más cerca del balcón — se encogió de hombros y la coneja rodó los ojos. —No te enojes mi amor

—No estoy enojada

—Claro que sí

—Si crees que voy a seguirte el juego estás muy equivocado — le recordó la coneja, ella no era muy juguetona qué digamos y Oziel era todo lo contrario.

—Dame un abrazo — con una sonrisa Oziel se acercó hacia ella, abrió sus brazos para estrecharla entre ellos y ella se dejó, hasta que algo mojado y pegajoso se pegó a su piel. Oziel estaba lleno de lodo. Había olvidado completamente que había salido de caza, y cuando volvía venía todo sucio de tierra y lodo.

—¡Oziel! — su intento para separarse del Alpha era en vano. —¡Si no me sueltas ahora mismo vas a dormir esta noche en el sofá! — el lobo no dudó dos veces en soltarla.

—¡Oziel! ¡Voy a tener que ducharme de nuevo! — se quejó ella, la parte izquierda de su cuerpo tenía algunos rastros de lodo.

—Deja de gritar tanto preciosa, te vas a dañar la garganta

Sin responder a lo que decía Oziel, caminó hacia el baño, empezó a llenar la tina con agua no tan fría; primero se daría un baño en la ducha para quitarse todo el lodo posible, y luego en la bañera para desestresarse un poco.

Volvió a la habitación y encontró a su Alpha buscando ropa en el clóset. Una idea que le pareció bastante buena llegó a su mente y no dudó en hablarle: —Podrías revisar la temperatura del agua

—Por supuesto — dijo él y caminó detrás de ella hacía el baño. Se agachó un poco y metió la mano en el agua de la tina. —Está en la temperatura adecu...

Ella no lo dejó terminar y aprovecho esto para empujarlo a la tina, quería cobrarse por lo que le hizo. Oziel se limpió la espuma que le había quedado en el rostro y dijo:
—Si quieras que me duche contigo sólo tenías que pedirlo — dicho esto; la tomó de la cintura y la tiró al agua. Ahora estaba empapada de nuevo. La sonrisa de su rostro había desaparecido por completo, estaba demasiado enojada y él lo sabía.

—¡Oziel!

—Conejita

Se levantó de la bañera y salió, el agua goteaba de su ropa mojando el suelo de mosaicos blancos. Caminó a la regadera, abrió la llave y se metió bajo el chorro de agua. Oziel la observó en la distancia y ella lo notó.