Eres mía, mi conejita I & II

23- No puedo bajar de aquí

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La primera persona en comentar cinco veces el emoji del conejo (🐰) le dedicaré el próximo capitulo...

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POV ETHAN

Abrí la puerta de mi despacho mientras Mel entraba detrás de mí. Su mirada recorrió todo el lugar con ansias y se detuvo detrás de mi escritorio.

Observando el cuadro en grande que tenía en la pared, era una pintura de ella.

—¡Wow! Que hermoso — dijo mientras observaba con admiración el retrato.

—¿Te gusta? — pregunté a lo que ella asintió con una sonrisa en su lindo rostro —Lo hice yo — me miró asombrada.

—¿Es enserio? — asentí

—Dibujas demasiado lindo Ethan. Eres todo un artista Alpha —

—A veces pinto las cosas que me gustan — dije pensando en una pintura de su lindo trasero colgado en la pared. Pero no, mejor me lo quedo en mi memoria.

—¿Ethan? — Mel habló sacándome de mis pensamientos.

—Perdón, estaba pensando en algo — ella asintió.

Nos quedamos en silencio

—Pero bueno vamos a comenzar con la práctica — me senté en la silla detrás del escritorio —Mientras puedes sentarte aquí conmigo, luego te traeré tu propio escritorio para trabajar — ella asintió con una sonrisa amigable.

Es tan bella

—Estos son los papeles que debo revisar hoy — le tendí unas cuantas carpetas a Mel —Puedes posponer las citas para los días que el calendario este vacío, no olvides colocar la hora — me dio un asentimiento con la cabeza.

[...]

Habían pasado más o menos dos horas y Mel aún seguía leyendo y arreglando los asuntos que tenía pendientes.

—Termine! — habló emocionada mientras se acomodaba mejor en su silla notablemente cansada.

—Bien. — seguí leyéndolo los correos en mi computadora, mientras Mel se entretenía viendo los libros de la estantería.

—¿Podrías por favor prestarme ese libro? — preguntó mientras señalaba un libro que estaba en lo más alto?

Era él libro de la familia, Daniela lo había traído a mi oficina y se le olvidó llevarlo a su puesto en la biblioteca. Siempre anda dejando desorden por donde pasa.

—Claro, deja te lo paso — dije dispuesto a pararme de mi asiento para bajar el libro de allí.

—Nono, no te preocupes yo lo bajaré con la escalera — dijo mientras señalaba la escalera de madera que estaba justo al lado de la estantería.

Asentí

—Te mucho cuidado —

Ella asintió y después movió la escalera hacia donde se encontraba el libro para subir a buscarlo...

[...]

Adivinen quien estaba en la sima de la escalera pidiendo ayuda para bajar porque le tiene miedo las alturas... Pues sí, la señorita Mel.

—E-Ethan — la escuché llamar —No puedo bajar de aquí — la miré.

Sabía que esto pasaría