Eres mía, mi conejita I & II

37- ¿Cuándo piensas abandonarme?

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La primera persona en comentar cinco veces el emoji del conejo (🐰) le dedicaré el próximo capitulo...

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POV MEL
18 años 

Aún no me lo creía, tapé mi boca ambas manos tratando de ahogar el grito que salió de mis labios. Mi cuerpo empezó a temblar, mis piernas a fallar haciendo que cayera al suelo de rodillas.

¿Por qué Diosa Luna? ¿¡Porqué!? Mi propio hermano había querido hacerme tanto daño a mí. No le había hecho nada, siquiera lo conocía del todo, apenas sabía su nombre, nada más.

Pero la vida es tan injusta a veces, nunca pude sentir ese amor y protección de un padre y una madre. Nunca supe lo que era tener amigos más que mi propia abuela que ni siquiera me ponía tanta atención. Solo Ethan pudo.

Sólo él había podido darme lo que no había tenido nunca, y ahora, ahora me enteraba que si tenía ese compañero especial que llamamos padre, y ese amigo incondicional que llamamos hermano. Pero... ¿De qué valía? Si ninguno de los dos me quería como se suponía.

Y que pensar de mi madre... ni siquiera recuerdo bien la última vez que la vi.

Flashback

POV MEL
8 años

—¡Mami! — Mel corrió emocionada hacia los brazos de su madre, estos la acogieron con amor.

—Mi niña — soltó la joven mujer

—¿Porque tardaste en venir mami? Te eché mucho de menos — se aferró más a sus brazos casi al llorar.

—Estaba trabajando pequeña, debo pagar tu escuela y demás, por eso tardo tanto en venir — respondió, quería pasar más tiempo con su hija, pero el trabajo estaba primero, necesitaba darle todo lo necesario a su princesa.

—Pero... ¿por qué no te quedas aquí conmigo? — la miró haciendo un tierno puchero tratando de conversarla.

—No puedo Mel — se agachó a la altura de su pequeña hija —Debo trabajar para darte un buen futuro, pero, en cuánto pueda vendré a buscarte — la niña sonrió levemente con las palabras de su madre.

Fin del flashback

Y sí, había esperado mucho tiempo con la esperanza de que volviera a buscarme, y como era de esperarse, nunca lo hizo, siquiera se contactó conmigo de alguna manera. De hecho, tenía años que no sabía nada de ella, cuando le preguntaba a mi abuela lo único que decía era que estaba trabando y que no tenía tiempo.

Solté un suspiro mientras caminaba hacia la habitación que compartía con Ethan, mientras más pensamientos abrumadores me agobiaban por completo.

Abandonada por mi padre

Abandonada por mi madre

Abandonada por mi abuela

Y mi supuesto hermano...

Creo que sí, tal vez, ese era mi triste destino, todos mis seres queridos me abandonarían o me harían algún daño.

Quizás, Ethan también estaría en esa lista, se cansaría de mí y me dejaría como mi "familia" lo hizo. Espera. No podría estar pensando así de él, él me prometió me estaría conmigo siempre. Lo prometió.

Abrí la puerta de la habitación adentrándome en ella a paso lento, para después cerrar la puerta detrás de mí.

Más y más lágrimas se acumulaban en mis ojos. Me acosté en la gran cama, a pesar de que había dormido mucho cuando llegue me empezaba a sentir cansada como nunca, y un dolor de cabeza me estaba haciendo sentir agobiada.