14- ¿Qué tienes ahí?

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La primera persona en comentar cinco veces el emoji del conejo (🐰) le dedicaré el próximo capitulo...

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POV ETHAN

Dormía plácidamente con mi conejita, después de que la deje tan agotada por lo que acababa de hacer.

Esas imágenes se repetían en mi mente.

Ella gemía mientras yo la tocaba

Ella gritó mi nombre entre jadeos

Ella estaba viniéndose para mí

No sé si fue lo correcto, pero no me arrepentía de nada.

Ella era tan perfecta, me encantaba todo de ella.

De repente me sentí observado, al abrir los ojos creí que Mel estaría mirándome, pero estaba equivocado. Mel se encontraba plácidamente dormida en mi pecho.

Con cuidado y tratando de no despertarla me levanté de la cama, acostando a Mel en el colchón y parándome en la ventana a observar.

El sonido de pisadas me hizo alarmarme.

¿Quién andaba ahí?

Protegería a mi conejita de quién sea sin importar a quien debía matar. Me daba igual, sólo pensaba en su bienestar.

Salí de la ventana en un salto, caminé por el patio buscando la razón de las pisadas.

Pude divisar a alguien o algo desaparecer entre los árboles. Pensé en seguirlo, pero no quería dejar a Mel sola y desprotegida.

—Ethan? — escuché su tierna vocecita llamarme desde la ventana.

Así que volví a la casa

—Aquí estoy — dije apareciendo frente a ella, a lo que se asustó un poco —Perdón, no fue mi intención conejita — ella asintió levemente—Escuché pisadas en el patio — dije.

—¿D-De verdad? — preguntó un poco asustada.

—Si, pero tranquila, ya revisé y no había nadie, de seguro fue algún animal de bosque. — ella asintió ante mi explicación —Volvamos a la cama — sugerí a lo que ella movió su cabeza levemente, asintiendo.

Volvimos a acostarnos en la cama, Mel se acurrucó en mi pecho nuevamente haciendo que sonriera ante su acto. La amaba tanto.

—Buenas noches conejita — di un leve beso en su frente.

Me encantaba

—Buenas noches Alpha — cerró sus ojos con una sonrisita.

Ella era perfecta

[...]

Algo a mi lado se removía haciendo que abriera mis ojos aún adormilados.

—¿Qué sucede? — pregunté buscando alguna explicación por parte de Mel.

Ella sacó su rostro de las sábanas y me miró tiernamente.
—Esta tronando — dijo para después volver a cubrirse con las sábanas.

Ahora me había percatado de que estaba lloviendo muy fuerte. A mí conejita no le gustaban los truenos.

—Tranquila, ya pasará — acaricié su cabello por encima de las sábanas.

Mire el reloj que se encontraba en la pared, eran las siete de la mañana.

Eres mía, mi conejita I & IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora