Eres mía, mi conejita I & II

21- Gracias a la Diosa lo es

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La primera persona en comentar cinco veces el emoji del conejo (🐰) le dedicaré el próximo capitulo...

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POV ETHAN

Salí de mi oficina, me sentía más animado que nunca, al parecer Mel hizo un buen trabajo conmigo — reí ante mis propios pensamientos.

Iría a su casa. La estuve llamando a su celular, pero no contestó, me tiene un poco preocupado, Mel siempre contesta su celular o me avisa si no lo tendrá cerca, pero no me dijo nada la última vez que hablamos hace unas horas.

Además de que había una fuerte lluvia y a mi Mel no le gusta, así que decidí ir a su casa para darle calor y asegurarme de que estuviera bien.

[...]

Ya estaba justo enfrente de la casa de Mel. No la buscaré por la ventana, creo que la vieja esa, digo mi "suegra" debe saber que ambos estamos juntos.

Además, me da igual si no me acepta. Tampoco es que yo quiera saber mucho de ella.

Toque la puerta dos veces... Nadie respondió así que volví a tocar y está vez la puerta fue abierta dejándome ver a la que menos quiero.

La señora Juls

—Buenas noches — saludé a la mujer

—Buenas noches Alpha. ¿Qué se le ofrece? — muy directa la señora.

—Su nieta — fui directo también

A su rostro se le fue la sonrisa fingida que tenía

—Oh! mi nieta — soltó con cierto tono repugnante —Debería pasar para poder conversar mejor y no se moje — asentí mientras entraba justo detrás de ella. Vamos a ver con qué me salta ahora.

—Tome asiento por favor — pidió

—No gracias — ella asintió

—Es un honor tenerlo en mi hogar, pero quisiera saber la razón de su visita, espero no estar en problemas —

—No está en problemas por ahora — ella me miró expectante —Quisiera hablar con Mel —

—Ay! por la Diosa. Ni siquiera menciones su nombre aquí — levanté una ceja —Esa muchacha es una malagradecida — abrí los ojos

—¿Por qué lo dice? — pregunté con cierto tono de duda.

—Se entregó a un desconocido, ayer fue su cumpleaños número dieciocho, usted sabe que a partir de ahí puede reconocer a su mate, ella al parecer lo encontró e hicieron ya usted sabe qué —

Reí para mis adentros, si ella supiera con quién habla.

—¿Ustedes sabe quién es? Si se entregó a él fue por algo ¿No cree? Después de todo es su mate y tienen todo el derecho — negó rotundamente.

—No sé quién es, pero tampoco me interesa mucho. Es una gran falta de respeto lo que hizo —

—¿Y dónde está su nieta? — pregunte con duda ignorando lo anterior

—Ya no vivirá aquí, le dije que se fuera con su mate, no sé dónde está ahora mismo — soltó como si no tuviera importancia.

Si Mel no está conmigo ¿entonces dónde está?

Está lloviendo con fuertes truenos. Mi conejita puede estar en la calle. En peligro.

—Además de que ese descarado debe ser un aprovechado. Si lo tuviera en frente de daría unos buenos golpes —