El mortifago & yo

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Harry río levemente al escuchar el nombre del hombre frente a él, el Mortifago frunció levemente el rostro al no entender el por que la risa.—Lo siento, es que ¿Tu madre veía el futuro? Severus de severo ¿No es así?—Bromeó al tiempo que se carcajeaba por tal chiste.

—Vuelve a hacer un chiste sobre mi nombre y descubrirás lo que hace mi varita.—amenazó el Mortifago, y Harry se calmó tratando de aguantar la risa.—Potter.

—estoy calmado.—Aseguró limpiándose las lágrimas luego de reír.—Entonces, Snape ¿te aparecerás cada vez que te dejen hecho trizas en Hogwarts? No es una buena idea.

Severus rodó los ojos por tal pensamiento carente de inteligencia.—Acondicionare una de las habitaciones de la casa de los gritos, tendrá pociones, ingredientes y productos de medimagia.—Murmuró al chico.—vendas, y una cama limpia.

Harry enarco una ceja, no era una mala idea.—¿Y cómo sabré que tengo que ir a curar tu trasero?—Preguntó viéndole a los ojos.—por que mago soy, pero no adivinó.

—Te enviaré algo mañana para eso.—Expresó.—¿Entonces.. aceptas?—Preguntó el mayor.

Harry asintió, era una locura pero, ya no había vuelta atrás. Por alguna razón que no entendía fue incapaz decirle que no.—¿Y si en una de esas llegas y te mueres? Quiero decir.. bueno, ¿a quién debería llamar?—Preguntó, era una pregunta bastante coherente ¿No?—¿a tu novia?

—¿Si, muero? Bueno, tal vez puedes llorar sobre mi pecho, intentar revivirme con un beso.—Bromeó el mayor viendo los ojos verdes.—Tampoco tengo novia ¿Interesado en el puesto?

—No te hagas el gracioso, imbécil.—las mejillas de Harry enrojecieron por tal comentario, al parecer el hombre no fallaba en los intentos para molestarlo.—Mejor incinerare tu cuerpo.

—Me parece una buena idea.—No era una broma, aquello era una verdad.—No hay mucha gente a la que le importe, así que mi muerte les dará igual, aunque ya sabes, es mejor morir que ir a Azkaban.

El de lentes observó el pálido rostro.—¿Y por que.. no dejas de ser Mortifago? ¿Realmente le ves sentido a las ideas de ese hombre? Esta loco.—murmuro abrumado Harry, no entendía el por que el gran afán de seguir al mago tenebroso.—Es tu decisión tener una vida normal.

—Lo está.—admitió Severus al chico.—Pero, no es fácil salirse ¿Haz visto alguna vez películas muggles, Potter? ¿Sobre la mafia? Bien, es algo parecido: si entras, no sales jamás.

Harry se preguntó cómo aquel hombre había aceptado unirse a mas filas de aquel mago tenebroso, si bien, no llevaban mucho conociéndose sabia que no era una mala persona.—¿Ves películas muggles?—preguntó con interés.—¿Por qué un sangre pura..?

—soy un mestizo, Potter.—Le respondió el de cabellos largos.—es una larga historia, de la cual no quiero hablar.—expresó, y decidió colocarse de pie.—nos vemos pronto.—hizo un guiño y la figura alta y circulante de aquel hombre pareció desaparecer en cuestión de segundos frente a Harry.

El de lentes sintió como su corazón nuevamente intentaba retomar el curso normal de sus latidos, se recordó en la cama y abrazando el libro que había recibido, se durmió.—Severus—repitió.

No era una mal nombre.

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Hermione ahogó un grito al ver como una pequeña cajita de terciopelo era sostenida por su amigo luego de recibir el correo mientras transcurría el desayuno. Leyó la nota al mismo tiempo que amigo, y estuvo a punto de caer de su asiento.

"Acepta esto, como muestra de nuestra unión"

Las mejillas de Harry enrojecieron, y Hermione no tardó mucho en crear situaciones hipotéticas en su cabeza.—¿T-te ha pedido matrimonio?—Tartamudeo.—¡Harry dime la verdad! ¿Qué tienes tu con ese hombre?

Harry tartamudeo, guardo el anillo de oro junto al pequeña cajita en su túnica, notando que tras ese escrito había otro, el Mortifago quería que encontrase con él aquella noche la casa de gritos.—ya te he dicho que ese tipo y yo, no tenemos nada ¡Mione deja de pensar en cosas que no existen!

—No me mientas, vamos ¡Te ha regalado un anillo! ¿Se han emparejado? Harry, sabes que puedes confiar en mi ¿Verdad? Sabes que si el té gusta, yo te apoyare en todo.

—¡Snape no me gusta!—casi gritó enrojecido.—Para de hablar de ese cretino, quiero comer.

Hermione suspiró.—¿Snape? ¿Ya has descubierto su nombre?—Preguntó curiosa, no dejaría morir tal tema.—¿Cómo lo has hecho?

Harry comió algo de tocino.—Ayer me lo dijo mientras hablábamos.

La castaña quiso gritar por segunda vez en el día, y Harry quiso golpearse por no detenerse a pensar antes de responder, estaba cavando su propia tumba ante Hermione.—¿Hablar? ¿Se han visto? ¿Pero dónde? Harry, no me digas que has salido de Hogwarts para hablar con ese hombre.—Susurró a su amigo.—¿Se han besado?

Harry sintió su corazón casi salirse y su mente no tardó en crear una escena imaginaria sobre eso.—¡¿Q-que?! C-claro qué no, Mione enserio, para, no tenemos nada. Sólo quería mi ayuda para algo y nada mas.—Se apresuró decir.

La Gryffindor decidió dejar el tema en ese momento, pero le sacaría la verdad a Harry en algún momento.

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El ojos verdes trato de fingir molestia una vez y salió del boquetillo que daba hacia la casa de los gritos, Snape estaban recostado aún lado de las paredes esperándolo. Un extraño cosquilleo se alojó en su estómago al apreciarlo por primera vez, completamente vestido de negro.—Bien, ya estoy aquí.

El Mortifago abrió los ojos levemente observándolo.—bonita pijama, Potter.

Harry se mordió los labios, si, tenía su pijama puesta y una túnica sobre ella. Snape, parecía que se iba presentar frente al ministro de magia de lo elegante que estaba.—¿Y bien? ¿Para qué necesitas mi presencia?—Expresó tratando de demostrar cierto fastidio, aunque en realidad se sentía algo intimidado.

—¿A qué viniste ese día que me encontraste?—Preguntó con interés el de vestiduras negras.

—Una apuesta de mi padrino.

—¿Utilizan mucho este lugar?—preguntó mientras caminaba y observaba cada una de las habitaciones.—De igual puedo utilizar un glamour pero, no quiero toparme con un auror mientras estoy indefenso.

Harry tragó ruidoso, se removió nervioso al lado del más alto.—¿Tu.. has asesinado a aurores?—Preguntó con cierto miedo, pensó en su padre, pero sabía que habían muchos aurores que habían muerto a manos de los seguidores de Voldemort.

—No creo que quieras saber la respuesta.

El estómago de Harry se retorció.—¿Entonces si lo haz hecho? ¿Haz asesinado a muggles?

—Potter, concéntrate en lo que te he pedido.

Las manos de Harry temblaron.—¿Y si en algún momento tienes a mi padre al frente? ¿Lo matarías?—preguntó.—¿Lo matarías aunque yo te estuviera ayudando?

Severus dio media vuelta, sus ojos negros observaron los verdes de Harry, era los ojos más bonitos que había visto en su vida pero, también eran peligrosos, Snape suspiró, había olvidado algo importante: sólo tenía un adolescente frente a él.—Olvidado, fue una mala idea.

El Gryffindor le observó sin entender lo dicho.—¿Q-que?—Tartamudeo, la punta de la varita de Snape casi tocó su nariz.—¿Q-que estas haciendo? ¿V-vas a matarme?

—Creo que lo mejor es morir solo.—murmuró, Harry sintió una caricia en su mejilla.—Te haré olvidar esto, creo que sería demasiado cruel, arrastrar a alguien más a esta mierda de vida que tengo.

—E-espera, no tiene que hacerlo ¡¿Lo siento vale?! No haré más preguntas y..—Tartamudeo Harry tratando de detener aquello. Si bien había propuesto la idea días atrás, ya no quería olvidar tal cosa.

—¡Obliviate!