El mortifago & yo

37.-

Severus dejo caer la taza de te, una vez y sintio como la marca se retorcia de forma dolorosa en su brazo. El hombre, busco rápidamente sus ropajes oscuros y su mascara y, dando un gran respiro se desapareció y apareció en las cercanías del lugar en el que se hallaba oculto el Lord, cerca el, vio la brusca aparición de sus otros "compañeros", Lucius Malfoy se veía bastante intrigado del por qué repentino llamado.

—Bienvenidos—La voz del Lord estaba convenida con complaciencia pero al mismo tiempo con una fuerte rabia que apenas podia ser contenida. Fue una gran intriga para los otros, incluso para el, de aquella actitud—Tengo buenas y malas noticias.

Severus trago ruidoso, su corazón comenzó a later con rapidez. —¿Las buenas?

El lord poso su vista en el mortifago que se habia tomado la valentía de preguntar—Mi querido, Severus—El hombre hizo un ademan con su mano a que se acercara—Si bien, me complaci con tus resultados, lastimosamente, tu y yo estábamos muy lejos de enterarnos lo que llevaba en manos la orden del fénix.

Severus sintio su corazón doler, oh mierda ¿Acaso el lord ya se habia enterado de sus lealtades—No le comprendo, mi señor.

Un objeto se materializo entre las manos del Lord. Severus, se contuvo de gritar al reconocerlo. La copa de Hufflepuff, y su presencia en tal lugar le indicaba que, algo habia salido mal en la recuparecion que james tendría que haber realizo.

—Me sorprende ciertamente que, los seguidores del cretino de Dumbledore, hubieran sido instruidos para proteger sus pensamientos. Aunque, con solo ver la copa y el sorpresivo invitado me sorprendio que hayan descubierto uno de mis grandes secretos. Aunque, debo ser sincero, he sido yo el culpable al confiar en una rata que ha se encuentra muerta.

Lucius trago ruidoso—¿Han tomado algo valioso, mi lord?

—Partes mi alma—Expreso con gran sinceridad—Tengo esparcidas varias partes de mi alma. O, al menos, las tuve. La orden del fénix ha dado caza a algunas de ellas y al parecer, solo me quedan dos existentes.

Severus trato de mantener su fiel papel—¿Ha ocurrido algo?

—El hombre que te he mandado a seducir, ha sido el encargado de llevar a cabo tal masacren a mi alma—La voz del lord era siseante—Estoy profundamente decepcionado de ti, Severus ¿Acaso no pudiste ver eso?

—He escuchado los pensamientos de Potter, mi lord. En ninguno fui capaz de obtener ninguna clase de información. Usted mismo lo ha dicho, Dumbledore al parecer ha colocado un bloqueo en sus mentes que a duras penas puede ser derribado. —Su voz era de confianza, aunque realmente su cuerpo sudaba por los nervios—Perdoneme si he le fallado, mi señor.

El lord rodo los ojos, aunque, se encontraba mas molesto consigo mismo que con su seguidor. —Por suerte, el destino me ha dado la oportunidad de vengarme, Bellatrix, fue precavida al colocar un hechizo de traslado por si alguien que no fuera ella, intentara tomar la copa.

Severus sintio una punzada en su estomago.

—El niño de los ojos de Dumbledore, James potter se encuentra en nuestros calabozos. Luego, podrán darle la bienvenida, ya que la mía lo ha dejado totalmente exhausto—el lord se rio—Aunque, le hare llegar su cadáver a Dumbledore, recordándole que nadie se mete con Lord Voldemort.

Todos asintieron "complacidos" por la orden de su señor.

—Severus, deberías acercarte y asegurarte que ya despertó, estoy seguro que será bastante "grato" para el, ver un rostro conocido.

Severus asintió—Como usted desee, mi señor.

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Harry sintió una gran incertidumbre mientras observaba a su madre llorar, el director Dumbledore y Sirius, se han aparecido hace un par de horas en casa solo par dar malas noticias. Su padre había caído seguramente en la guarida de Voldemort. El joven, tembló y abrazo a su madre, tratando de que aquellas lagrimas que humedecían su rostro se detuvieran.