Para Severus no era complicado fingir desinterés o sumisión cuando el caso era necesario, justamente en ese momento, Lucius Malfoy y un par de chicos de la edad de Harry estaban siendo torturados frente del gran grupo de mortífagos, el lord no se encontraba del mejor humor y, lastimosamente los únicos con los que se desquitaba tal rabia era con sus seguidores.
—¡NO SERVÍS PARA NADA!—El eco del grito hizo estremecer a la gran mayoría.—Incluso la maldita rata de Peter era más útil que todos ustedes, la orden del fénix ahora actúa sin nosotras saber sus movimientos, lamento haber subestimado a Peter, pero no es novedad que era un cobarde, estoy seguro que antes de morir, soltó la lengua y, nos vemos expuestos a su maldita ineptitud.
El rubio, se colocó de pie de la forma más digna posible, luego de ser torturado.—Comprendo su molestia mi lord, pero.. es de su conocimiento que Dumbledore ha sospechado de la gran mayoría de Slytherin, y aunque mi propio hijo se mostrará manso ante él, no compartiría información de relevancia.
El lord gruño, frustración era poco comparado a lo que sentía en ese momento. Si bien, tenía varios planes en mente para obtener información, no quería perder tampoco la confianza en sus seguidores.—Lo dejo en tus manos, Lucius, dentro de dos días incendiaremos Hogsmeade, serás el encargado de que el plan no falle o habrá consecuencias.
Severus observó al rubio asentir, si bien seguían los ideales del Lord, no eran tan amigos. Ambos tenían diferentes asuntos que atender.—¿No hay nadie en Hogwarts que pueda ganarse la confianza de ese vejete?—Se atrevió a preguntar.
El lord enfocó su mirada en él, Severus odiaba ser el foco de atención pero, debía salvar su trasero y no levantar sospechas.—Eres bueno con las palabras, Severus, es una lastima que no hayas asistido a Hogwarts, estoy seguro que hubieras sido un gran profesor y no solo eso, espía, la orden del fénix ya fuera historia, tus dones son envidiables.
Snape hizo una especie de reverencia, demostrando arrogancia.—Me alaga que pensé eso de mi, también lamento no ser tan útil, mi señor, pero seguiré fiel a mi juramento ante usted.
El lord sonrió y asintió.—Me alegra escuchar esas palabras, de igual, cuento con tu ayuda para otras cosas Severus, tengo información de ciertos lugares en dónde se juntan varios integrantes de la orden del fénix, bares y restaurantes, con tu don de lectura mentes podrás recaudar tan siquiera algo de información de sus desprotegidas mentes, ¿Puedo contar con tu ayuda?
Severus asintió sin dudarlo, y agradecía que para Voldemort sería imposible unir su actuar con alguien perteneciente a la orden del fénix, eran desconocidos” unos de los otros. Y Severus agradecía eso, si alguien traicionaba al Lord, el sería el último en ser culpado, no trabajaba para Hogwarts ni para el ministerio, mantenía un bajo perfil desarrollando cremas y tónicos, así que.. era su cuartada.
—Perfecto.—El lord hizo aparecer un pergamino que Severus no dudo en agarrar.—Si logras relacionarte, sería mucho mejor. Pero, hasta ahora, me conformo con lo que sea.
La reunión termino sin antes una última advertencia, la traición de Peter y su posterior muerte solo era un recordatorio de lo que les esperaba a aquellos que planeaban traicionar al lord.
Severus se relajó al llegar a su casa, observó el pergamino, incluso habían nombres, entre ellos el de James. Busco el pergamino con el que se comunicaba con James y le dio las buenas nuevas, necesitaba ideal un plan para ganarse la confianza del lord y saber así la ubicación de los otros Horrocrux restantes aunque, sabía que con solo hacer eso, estaba arriesgando la vida.
Solo esperaba no morir en el intento de ser libre.
Quería ser feliz, ser feliz junto a Harry.
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El mortifago & yo
FanfictionFinalizando su sexto año en Hogwarts, Harry emprende una aventura en solitario a la casa de los gritos. Queriendo observar el lugar en donde uno de los mejores amigos de su padre había pasado sus transformaciones a hombre lobo. Pero en medio de su...