17.-

2.9K 449 62
                                    

El de ojos negros se sintió desorientado al despertar ¿Acaso se había desmayado? Lo último que recordaba había sido su reunión con Potter en la casa De los gritos y… El hombre se sobresalto quedando sentado de golpe, sintió entonces un fuerte dolor en su cuerpo y cabeza, pero una mano le empujó para quedar nuevamente recostado.

En ese momento fue consiente de varias cosas, primero que no estaba en la casa de los gritos, segundo que ya era de día, y que no tenía su máscara puesta.

James observó el pálido rostro entrar en una especie de shock, no podía negarlo, estaba nervioso pero, había sido incapaz de dejar tirado al hombre en tal lugar y bueno.. Él no había Sido el culpable que la máscara se cayera.—¿Te encuentras bien?

El de ojos negros observó con desconfianza al de lentes, y analizó rápidamente la situación, no estaba amarado, y bueno, incluso tenía ropa diferente puesta.—¿Qué diablos hago aquí?—Pregunto.—Y también quiero saber, por qué mierdas me quitaste mi máscara, eres un hijo de perra Potter, no debí confiar en ti.

James respiró profundo, dos hombres enojados no era el mejor de los escenarios—Se dice gracias, maldito malagradecido. Estabas desmayado a la mitad del pasillo y solo paso un jodido minuto desde que me fui, agradece que te traje a este lugar y no deje que murieras congelado en ese maldito lugar.

El pelinegro rodó los ojos, su cuerpo aún dolía pero no tanto como ayer.—¿Saciada tu curiosidad de ver mi rostro?—Le pregunto.—No tienes ni idea de quién soy, te lo dije, imbécil, no estudie en Hogwarts.

El auror frunció el ceño, estaba sentado aún lado de la cama sobre un banquillo. Había llevado al mortífago hasta una cabaña que pertenecía a su familia y, que utilizaban de vez en cuando.—Toma, para el dolor.—Le tendió un vial lleno de una poción ya conocida.

El de ojos negros la arranco de los dedos del auror y la bebió casi por completo.—Severus Snape.—Gruño.—Ese es mi nombre.

James le vio suspirar mientras estancaba la mirada en el techo.—James Potter.—Contesto.

—Eso ya lo sé, imbécil.—Gruño Severus algo molesto de que su identidad ya no fuera un secreto, pero tenía parte de la culpa aunque, no es como si supiera que al señor tenebroso los reuniría aquella noche.

James saco un cigarrillo de su bolsillo había pasado casi toda la noche en vela.—¿Te encuentras mejor?

—Si.—Contesto, se removió en busca que bajarse pero fue imposible. Aunque la poción ya le había hecho efecto, sentía cada parte de su cuerpo entumecido.

—¿Te torturaron?

Severus gruño, se peinó el cabello hacia atrás.—Él no está del mejor humor ¿Contento?

James rodó los ojos, se colocó de pie y desapareció por algunos segundos, regreso con un plato en el cual habían un par de sándwich y una manzana.—Para ti.

—Oww, que lindo, Potter ¿Me hiciste de comer?

—Los hizo mi hijo, le hice creer que eran para mí.—James tomó asiento nuevamente frente a él.—Necesito una excusa para entrar a Hogwarts y buscar ese Horcrux.

Severus evitó sonreír cuando dio el primer mordisco, Harry sin saberlo lo estaba alimentando y cuidando.—¿Y no puedes entrar de otra forma, Potter? ¿No existen pasadizos secretos en esa puta escuela?

James fue consiente de esas palabras, claro, el sabía por qué lugares entrar, incluso en la casa de los gritos había uno. Aún así, trato de no ser evidente, el mortífago podría descubrirlos y.. Aunque, no es como le fuera a traicionar, ya había llegado muy lejos ayudándole—Tal vez..

El mortifago & yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora