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Harry observó a Hermione con cierto nerviosismo, se encontraban en Hogsmeade pero, los padres del chico de ojos verdes los acompañaban, aún seguían en una especie de alerta roja y James Potter no se sentía tan seguro dejando a su hijo solo.—He.. Hermione y yo queremos ver la casa de los gritos ¿Podemos ir? ¿Solos?

Lily enarco una ceja, el nerviosismo de ambos chicos le hizo reír.—¿Ustedes.. están saliendo?—Pregunto al percibir tal actitud.

James observó a su hijo con curiosidad.—Harían una buena pareja.—Aseguro, mientras su esposa y él entrelazaban sus manos.—No se alejen tanto.

Las mejillas de Hermione enrojecieron, estuvo apunto de negar pero Harry se apresuró a jalarle del brazo y así alejarse de sus padres.

—Lo siento, Mione.—Susurro el chico.—No hubieran aceptado que viniera si no te hubiera invitado y.. bueno, no he sido capaz de decirles sobre él.—Comento.—Creo que.. no sería una buena idea decirles por ahora.

La castaña asintió.—¿Dónde te está esperando?—Preguntó.

—Dentro de la casa de los gritos, yo.. utilizaré la aparición mientras me esperas aquí ¿Vale?—Explico mientras se peinaba con rapidez sus cabellos.—Hermione, yo.. gracias por ayudarme con esto. Te prometo que te recompensare por esto.

La chica soltó una risita.—No te preocupes, Harry. Ahora date prisa, solo tenemos pocos minutos.

El joven asintió y con un ¡Plop! Desapareció.

Severus estaba sentado en uno de los primeros escalones de la escalera del primer piso, fue capaz de percibir la magia de Harry acercarse a él, y no se equivocó cuando lo vio aparecer frente a él.—Esposa..

El joven enrojeció, se acercó al hombre de túnica gris.—Severus...—Harry no dudo en abrazarlo, y colocándose de puntillas beso sus labios, sostuvo entonces su rostro asegurándose que se encontraba bien.—¿Por qué… por qué te demoraste en respóndeme, Severus? ¿Estabas herido?

El mago, fue capaz de escuchar los pensamientos del joven, incluso notó la preocupación en estos, y la angustia por las palabras de James Potter por lo que tenía planeado, a Severus le hubiera gustado decirle que su padre y él estaban buscando la forma de destruir al señor tenebroso pero no era posible.

—Estoy bien, tonto ¿Por quién me tomas? ¿Cómo crees que he sobrevivido todo este tiempo?—Murmuro besando nuevamente sus labios.—¿Tu.. has estado bien? ¿Me extrañaste?—Pregunto besando su cuello.

Harry asintió, y le abrazo con más fuerza.—Si, aunque me he sentido preocupado con lo que ha ocurrido, Peter, él… ¿Era él de quién me hablaste aquella vez, verdad?

El hombre asintió, y suspiró.—No sé cómo lo hizo tu padre pero, lo descubrió, aunque no me esperaba que el Lord asesinará a Peter.

Harry se removió entre los brazos de Severus.—Mi padre me dijo que fue horrible, que se retorcía del dolor y…—El observó los ojos negros del pelinegro.—No quiero que eso te suceda, Sev.

El mayor le abrazó con fuerza.—Por eso no puedo ser lo que quieres que sea, Harry. Se que no tome las mejores decisiones pero, no quiero morir así. Estoy seguro que tú padre y la orden del fénix, destruirán al señor tenebroso.

Los labios de Harry temblaron, su vista bajó observando la punta de su zapatos.—M-mi padre quiere matar a todos los mortífagos.

Severus soltó una risita y beso los labios del joven.—No creo que pueda conmigo, seré su yerno favorito.

Harry intento sonreír, pero fue difícil para él. Deseaba que el señor tenebroso fuera destruido y nada de eso le causará problemas ni  a Severus ni a él.

El mortifago & yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora