El mortifago & yo

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Cuando Harry regresó encontró al mortífago de la misma forma en que lo había dejado, un alivio muy grande para él. Había traído más díctamo, algunas pociones, una cobija y vendas para quitar las que había realizado por improvisación.

—¿Qué me darás a cambio por ayudarte?—Le preguntó al hombre inconsciente mientras le volteaba con cuidado pero no hizo que su espalda tocara la cama, llevo una de las pociones a su boca y con extremada paciencia hizo que el hombre la bebiera toda. Aquello le ayudaría ha recuperar la sangre perdida y ha recuperar nutrientes que posiblemente había perdido.—¿Mejor?

Harry río, no entendía por que seguía hablándole pero de alguna forma le hacía sentir más calmado. Se preguntó si estaba haciendo lo correcto ¿Debería llamar a su padre? El ojos verdes observo al hombre y suspiró, vale. No, no lo haría, por muy hijo de puta de fuera aquella persona inconsciente frente a él, posiblemente tendría hijos o una esposa. Alguien que se preocupara por él.

El gryffindor llevó otra poción a su boca, cuando la vacío le dio la vuelta nuevamente, quito las vendas hechas con la tela negra y con alivió y satisfacción descubrió que las heridas estaban casi cerradas.

—Amo la magia.—murmuró, aún así, esparció nuevamente el ungüento sobre estas y las cubrió ahora si con vendas limpias y esterilizadas.—Eres mi primer paciente, creo que seré medimago.—Harry se limpió el sudor de su frente y suspiró, luego llevo una barra de galleta y chocolates a su boca y las mastico, estaba cansado.—Sobrevivirás—le aseguró.

Era imposible no sentir sueño, Harry se colocó de pie para marcharse. No dormiría ahí, y muchos menos al lado de un mortífago. Se colocó de pie y reviso la habitación, por suerte la fotografía del reto estaba en esta. La guardo, acomodó todo y arropo al hombre con la cobija que había traído para evitar que sintiera frío.—Vendré mañana a verte ¿Vale? Cuídate.

Salió de la habitación y cerró la puerta, bajo las escaleras con rapidez y al llegar al boquetillo se arrastró por el pequeño conducto hasta salir entre las raíces sauce boxeador.

[...]

—¡Despierta!—Ronald zarandeo a Harry con fuerza—¡Se está haciendo tarde!—Harry parecía un peso muerto.

El gryffindor se quejó al despertar. restregó sus ojos y tomó asiento—¡¿Qué?!—Gritó, se había acostado tarde por su aventurera de ayer.

—Se está haciendo tarde, amigo—Le murmuró jalándole para que se bajará de la cama.—las clases ya van a comenzar, te saltaste el desayuno.

Harry soltó un gritó, corrió al baño. Salió de este aún con jabón en las orejas, se colocó el uniforme y junto a Ronald bajo las escaleras hacia la sala común mientras terminaba de colocarse los zapatos.—gracias..

Ronald le sonrió con burla—¿Lo conseguiste?—Le preguntó, el pelirrojo sacó una manzana del bolsillo de su túnica—¿Ganaste la apuesta?

Harry suspiró, comió la manzana con rapidez y se colocó sus gafas correctamente. La manzana no saciaría por completo su hambre pero al menos tendría algo en el estómago.—Si, la encontré—Le murmuró— Y otras cosas..

Ronald se detuvo—¿Qué? ¿Encontraste algo más?

El lentes guardo silencio, observó los ojos azules de Ronald ¿Sería una buena idea decirle a su amigo? El mortífago.. ¡Mierda! El mortífago.. su plan había sido en ir ha verle mucho antes que las clases iniciarán.—Si, ya sabes, muchas arañas.

Ronald se estremeció.—Mi peor pesadilla.

Ambos rieron y entraron a la primera clase, historia de la magia era bastante aburrida pero era importante. Harry notó lo que creyó era importante aunque Ronald no se detuvo en anotar, le dejaría todo a su suerte de estudiante. El pelinegro se mordió los labios levemente mientras pensaba en el hombre que había encontrado la noche de ayer ¿Ya habría despertado? Lo dudaba aunque era posible, de igual tenía que darse una vuelta para asegurarse si continuaba vivo.

[...]

Harry se cubrió con la capa de invisibilidad al lograr escapar de la atención de Ron, le había mentido diciendo que iría al baño (Algo ya clásico) salió del boquetillo que daba con la casa de gritos.—Bien, ya estoy aquí.

Harry subió las escaleras con rapidez. Aún tenía la capa sobre su cuerpo pero la quitó de su rostro, le estorba al caminar, aparte de eso había traído algo de comida para él mortífago, un puré de papas fácil de digerir—¡Buenos días, ya estás...?—el chico guardo silencio. El puré cayo al suelo. El mortífago estaba de pié, sosteniendo la túnica rota. Sus ojos negros miraron los suyos verdes.

Harry dio unos pasos hacia tras cuando le vio dar a este unos pasos hacia delante. Se contuvo de gritar, salió corriendo por el pasillo como si hubiera visto al mismísimo diablo.

—¡He! ¡Espera!—Le escuchó gritar. Oh Dios, su voz, sonaba peligrosa. Harry casi se tropezó al bajar las escaleras. El mortífago le estaba siguiendo el paso. Su corazón se saldría, oh moriría. Moriría. Moriría joven ¡Sus padres jamás sabrían que le había pasado!—¡Te he dicho que te detengas!—aquello fue un gritó, el mortífago estaba cabreado.

Harry subió al boquetillo y se arrastró por este, sintió como una mano le agarraba por las piernas pero el logró soltarse. Oh mierda, ahora si moriría. Le había pateado al mortífago en la cara.

Por suerte, logró salir de ahí.

—¡Te he dado una orden!

Harry cayó sentado al ver al mortífago salir tras él.

 El hombre le miró al rostro. —Tu..—Eset cubrió con la capa de invisibilidad y le pateo en la entrepierna. El pálido soltó un jadeo doloroso.—¡Joder!

El gryffindor logró escapar sin ser visto por el mortífago, la capa de invisibilidad le ayudó a desaparecer de su vista pero.. Harry sabía bien que había cometido un error.

—¿Hogwarts?—El pálido, se quedó de pié bajo el petrificado sauce boxeador. El castillo imponente se alzaba desde la colina más alta. El mortífago se volteó viendo el hueco del que sabía salido.—¿Cómo mierda...?—El hombre se tocó la marca, su pecho estaba cubierto por un montón de vendas, sus heridas habían sido tratadas y..— ¿Quién diablos era ese chico?

No lo sabía, pero de algo estaba seguro. Le debía la vida.