Si, señor. ( EN EDICIÓN)

38.

Cuando ellos nos dejan en casa ya que Eric cede a que nos lleven nos despedimos y bajamos de el coche, mientras el sargento me dice que luego hablaremos para algo que me quiere decir.

- Hola chicos. – Dice mama cuando entramos por la puerta y yo sonrío mientras me acerco a darle un beso. – Ya habéis comido o hago la comida? – Me pregunta ahora.

- Si mama acabamos de comer ahora mismo, ya que hemos ido a el centro comercial. – Le contesto yo y Eric le da las gracias por que se preocupa por el.

Cuando termino de hablar con mama me voy hacia mi cuarto a envolver los regalos y poner el nombre de cada uno ya que esta noche se dan todos aquí, tradiciones de familia.

- Cariño, cuando tengas tiempo baja a ayudarme para la cena de esta noche. – Me dice mi madre gritando.

- Mama dame dos minutos que acabe y bajo. – Le digo y grita que vale.

Cuando termino de envolver el ultimo regalo que me quedaba me cambio a una ropa cómoda para bajar a cocinar con mi mama.

- Gracias cariño, es que ya sabes comida para muchos y yo sola no puedo hacerlo. – Me dice y yo sonrío.

Nos ponemos a cocinar ya que nos van a llevar horas por que viene casi toda mi familia y tenemos que hacer mucha comida.

Empezamos a cocinar y adobar el pavo y seguimos con los canapes, ya que es lo que necesitamos hacer para tanta gente.

- Creo que odio cocinar en navidades, no me gusta nada, siempre viene mucha gente. – Le digo a mama y ella se ríe.

- La verdad es que si, demasiada comida hay que preparar y luego todo que recoger, menos mal que tu padre hace unos años compro un lavavajillas. – Me dice mama y eso es verdad y yo también lo agradezco.

Cuando ya estamos casi terminando de hacer la cena mi madre me dice que ya me puedo ir para mi habitación y arreglarme así que eso es lo que hago.

Cuando subo saco todos los vestidos de mi armario para ver el que me voy a poner junto con los zapatos, cuando de repente me entra una llamada a el teléfono y veo que es el sargento.

- Hola bonita, que estas haciendo? – me dice y yo sonrío automáticamente.

- Hola mi sargento, estoy mirando que vestido ponerme para esta noche ya que es la cena de navidad. – Le digo y lo escucho reír en la otra línea de el teléfono.

- Yo la verdad ya tengo como vestirme, camiseta de manga larga y pantalón de pitillo. – Me dice y yo me río.

- Yo estoy entre dos vestidos y es lo que estoy debatiendo cual de los dos ponerme. – Le digo mientras me sigo probando uno de los vestidos en mi vestidor.

- Yo creo que el primero que te has puesto es el que mejor te queda. – Me dice y yo me río hasta que me doy cuenta de que no se como lo sabe.

- Como lo sabes? – Le pregunto y el se ríe.

- Baja, que te estoy viendo por tu ventana anda. – me dice y me coloco rápidamente el vestido para bajar.

- Voy, espera unos cinco minutos por favor. – Le digo y el murmura algo que no entiendo.

Me coloco el vestido rápidamente y bajo las escaleras de dos en dos avisando a mama que ahora vengo.

- Que haces aquí tan pronto? Que hoy es la cena de navidad y tu estas aquí. – Le digo mientras el se acerca lentamente.

- Pues venia a darte algo y a desearte feliz navidad. – Me dice y yo me sorprendo ya que no esperaba verlo mas por el día de hoy.

Me coge de la mano y me dirige hacia afuera de la finca de mis padres y yo lo sigo para ver hacia donde vamos hasta que veo que nos dirigimos a su jeep.

- Espera, yo no puedo irme que si no mis padres me matan ya que hoy es navidad. – Le digo antes de que abra las puertas de su jeep.

- Tranquila que no vamos lejos, solo a un sitio que he descubierto yo esta mañana y que estaba cerca de tu casa. – Me dice y ahora ya si que me quedo tranquila así que asiento.

- Vale vamos pero no puedo estar mucho rato fuera por que para empezar voy con mis zapatillas de ositos. – Le digo ye el me mira los pies para después reírse de mi.

Pone el coche en marcha y nos dirigimos hacia dios sabe donde mientras pone algo de música en coche cuando de repente lo frena de una manera demasiado rápida.

- Acabamos de llegar así que aquí hay que bajar. – Me dice y es cierto que tiene que estar cerca de mi casa ya que no hemos tardado ni cinco minutos.

- Y este sitio, vivo a el lado y no lo he visto nunca. – Le digo a el mirando los arboles de colores preciosos y una fuente grande y preciosa como ella misma.

El me mira sonriendo y me coge mi mano para dirigirme mas hacia el centro y sentarnos en un banco que hay, pero cuando me voy a sentar hacia un lado el me coge para que me siente encima suyo y eso me hace sentir mil cosas en mi estomago.

- Sabia que te iba a gustar y también suponía que no lo habías visto antes. – Me dice y yo le sonrío.

- Nunca lo había visto y es precioso la verdad. – Le contesto.

- Tengo algo que darte y por eso el venir a verte la noche de navidad. – Me dice y me entrega una cajita, la cual cuando abro me sorprendo ya que no me lo esperaba para nada.

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Todo es de mi imaginación, nada es real y en el caso de que lo fuese avisaría por aquí.

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