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Una vez nos despertamos ya que es super temprano necesito una ducha fresca y un café para poder despertarme de el todo.

Despierto a Brooke ya que Eric se ha despertado conmigo por que también quería darse una ducha y así poder despertarnos 15 minutos antes para eso.

- Buenos días chica, tienes sueño no? – Le pregunto a Brooke y ella me mira con cara de pocos amigos y yo ante ese gesto me río.

- Tengo mucho sueño, que ganas tengo de ir a mi casa y de que sean las navidades para que nos den el permiso y comer la i comida de mi madre. – Dice y la verdad es que yo también tengo ganas de estar en mi casa con mis padres y mis hermanos.

- Yo la verdad es que no, salí de casa por que no soportaba la situación, no podía mas y esto es lo mejor que he podido hacer. Solo en el permiso de navidades iré a casa de mi hermano para no soportar a mis padres. – Ayer nos conto Eric que sus padres eran insufribles, que lo trataban mal y que por eso vino a el ejercito y para dedicarse a esto toda la vida.

- Yo si que extraño mi casa y a mi familia y amigos, incluso extraño a mi hermana pequeña y mira que eso es extraño. – Les cuento a ellos también. Siempre he sido muy unida a mama la verdad y sin ella creo que no podría hacer nada por que es mi base mas fuerte.

Esperamos a que Brooke se ponga el uniforme y vamos a desayunar los tres a el salón principal.

Una vez entramos en la cafetería pasamos por delante de nuestros superiores y volvemos a dar los buenos días como ya se esta haciendo costumbre ya que nos educan bastante bien para que seamos así de educados. Recibimos la respuesta y nos vamos a por las bandejas y a por nuestro desayuno y solo espero que al menos tengan café para poder despertarme de el todo ya que todavía estoy mas dormida que despierta.

- Joder creo que necesitaba mas este café que tu princesita comprometida. Oye que se me olvido preguntarte ayer pero cuanto tiempo llevas con este chico? – Me pregunta Eric y yo me río por que desde ayer le ha dado por llamarme princesita.

- Llevamos 7 años juntos, desde que teníamos 12 años así que imagínate príncipe. – Le digo y todavía nos reímos mas.

- Si lleváis toda la vida hija mía, eres muy joven como para llevar siete años con un chico, no ves tremendo bombones que hay aquí? – Me pregunta y le niego ya que la verdad siempre he estado enamorada de el y mucho, siempre fue como el niño que me gustaba y ahora necesitaba estar con el y lo consegui.

- Siempre estuve enamorada de el desde pequeña y con 12 años así como una tonteria cualquiera me pidió estar con el y creo que fue lo mejor que pudo haber pasado y ahora estar lejos de el también me duele. – Le digo con una sonrisa en la cara.

Dejamos de hablar ya que tenemos que hacer una hora de trote y se me ha olvidado tomarme el medio litro de agua que me recomendó que tomase el Sargento Coleman. Pero aun así empiezo hacer el trote y noto que me empiezo a marear así que necesito dejar de trotar para poder calmarme un poco y de repente veo otra vez a el Sargento Coleman y veo como se acerca.

- Señorita Smith otra vez la veo distraída, sabe usted que esto puede tener un castigo por que ya es la segunda vez. – Me dice y la verdad es que escucho poco de lo que me dice gracias a el mareo.

- Sargento Coleman estoy mareada, no se que me paso solo deje de sentir fuerza en las piernas y tuve que sentarme por que sentía que me caía señor. – Le digo y me mira.

- Bebiste el agua que te dije que tenias que beber? – Me pregunta y niego lentamente ya que la cabeza me da mil vueltas. – Vaya a la enfermería señorita que la tienen que atender. – Me dice y respondo de la manera correcta para ir a la enfermería.

- Si, señor, permiso para retirarme. – Le digo ya que son nuestros superiores los que nos tienen que dar el permiso.

- Permiso concedido marinero, ahora retírese y cuando salga de enfermería pregunte por mi despacho ya que se le dará su castigo señorita Smith. – Me dice y yo asiento en modo de respuesta para poder irme a la enfermería.

Voy camino a la enfermería lentamente ya que todavía me siento muy mareada, pero tengo ganas de llegar ya y que al menos me den un poco de agua ya que puede ser que solo llevo un café en el cuerpo por que tampoco tenia hambre. Una vez llego toco a la puerta y me dice que pase una mujer.

- Hola bonita, que te pasa que estas en la enfermería? – Me pregunta y la miro con intriga ya que es una mujer de mediana edad pero aparenta ser mucho mayor.

- Estaba empezando el entrenamiento y me ha empezado a dar un mareo, con el cual me he tenido que sentar por que he sentido las piernas muy débiles. – Le voy diciendo mientras termino de sentarme en la camilla.

- Supongo que en los entrenamientos los coroneles o sargentos te habrán dicho lo de el agua que siempre antes de entrenar tienes que beber y por lo que veo eso es lo que te ha provocado el mareo, que no tengas nada de liquido en tu cuerpo. – Me dice y la verdad que ya es la segunda persona que me lo dice así que me lo llego a creer.

Voy camino hacia el edificio para preguntar donde esta el despacho de el sargento Coleman ya que el me había dicho que tenia que acudir.

Una vez pregunto me dicen donde esta y me dirijo hacia allí para ver por que quería reunirse el sargento Coleman conmigo y ya se que voy a ser castigada al menos por la primera vez que me pillo distraída y eso en el ejercito tiene un castigo ya que tenemos que aprender siempre a estar por la labor y nunca estar distraídos.

Una vez estoy en la puerta de el despacho pico y escucho que me dice adelante.

- Buenos días señorita Smith, como esta? – Me pregunta y primero hago el saludo militar para después sentarme en la silla que este en frente de el.

- Buenos días señor, acabo de salir de la enfermería y me dijo lo mismo que usted, que antes y después de cada entrenamiento tenia que beber agua. – Le contesto a la pregunta que me ha hecho y el me mira serio, ya que veo que no sonríe nunca.

- Señorita si esta en el ejercito también sabrá por que se dan los castigos y como se hacen las cosas aquí, así que solo le digo que piense ya que va a estar dos días castigada por haber tenido una distracción, le pondré a el coronel Jonhson que será el que supervise y le de las tareas que tiene que hacer. – Me dice y yo asiento ya que ese coronel puede ser que me mate.

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Y hasta aquí el capítulo de hoy!!! Espero que os esté gustando y yo sigo escribiendo con mucha ilusión.

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Si, señor. ( EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora