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8 meses después.

Ya estoy con una tripa que me llega al suelo, esperando a que nuestra niña se decida a nacer, por qué ya no aguanto más.

- Ya estoy en casa, está tranquila nuestra pequeña? - Me pregunta Dom cuando entra por la puerta de casa y yo sonrío.

- No, no para de dar patadas esta pequeña. Tengo claro que va a ser como tú. - Le digo y sonrío de una manera muy dulce.

- Bueno, si saliese como yo me haría muy orgulloso esta nena. - Me dice y noto un dolor fuerte el cual me hace dar un pequeño grito. - Estás bien? Que pasa? Vamos al hospital. - Me dice y solo puedo asentir ya que creo que está niña quiere salir ya.

Cogemos todas las cosas de la bebe y nuestras y nos montamos en el coche camino al hospital mientras que los dolores cada vez son más fuertes.

Cuando llegamos me suben en una silla de ruedas y vamos hacia la sala de parto ya que mi querida niña quiere salir ya de ya, y Dom no puede parar y estar tranquilo.

- Amor tranquilízate, todo va a salir bien, solamente es hora de que nuestra pequeña nazca. - Le digo intentando mantener los dolores para que vea que no pasa nada y no se preocupe.

- Estoy muy nervioso, seguro que estará bien? - Me pregunta y yo rio como puedo.

- Si, ella viene bien, en nada estará con nosotros y verás que bonita va a ser nuestra pequeña. - Le digo y él prece que se va tranquilizando algo más.

- Empuja ahora. - Me grita la enfermera y es lo que hago hasta que escucho un pequeño llanto.

- Ya estás aquí, estás con mamá pequeña. - Le digo entre lágrimas y la cojo para tenerla cerca.

- Como se va a llamar? - Me pregunta la doctora y miro a Dom ya que quiero que sea el primero en pronunciar el nombre de nuestra hija.

- Se va a llamar Alai, nuestra pequeña Alai. - Le dice a la doctora mientras se acerca cada vez más y las lágrimas le caen empapando su cara entera. - Está bien, ya está aquí con nosotros, que ganas tenia. - Dice Dom y eso solo hace que yo llore más.

- Si, está bien y siempre lo estará, ahora es hora de salir afuera y presentarla a todos. - Digo ya que nuestras familias y nuestros amigos están en la sala de fuera esperando por conocerla.

Salimos y los primeros que se acercan son nuestros padres los cual lloran de felicidad al conocer a nuestra pequeña.

Alai.

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Este si que es muy corto pero hasta aquí hemos llegado ya que es el final, no quería algo triste pero quien sabe que pueda pasar en sus destinos.

Si, señor. ( EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora