Esta oscuro, probablemente son las dos y algo de la madrugada. Estoy sentada en mi camilla de hospital, aguantándome el dolor punzante que se extiende desde mis costillas por todo mi abdomen cada vez que respiro. Por fin reúno el valor para llamar a una enfermera, aunque tengo el presentimiento de que no hay nadie. Apretó el botón que está en el control al lado de mi cama, y espero es silencio.
Después de unos segundos, nadie llega. Vuelvo a presionar el botón, pero nada ocurre, nadie viene. Al cabo de, aproximadamente, cinco minutos, debido al dolor, decido levantarme y buscar ayuda yo misma. El helado suelo hace contacto con mis pies desnudos, provocándome un escalofrío. Empiezo a caminar lentamente y en silencio, luego salgo de la habitación. Camino por los gélidos pasillos iluminados tenuemente por una luz blanca pálida. Busco a alguien por todos lados, pero no parece haber un alma, además de mi, claro.
Pronto, una pequeña y delgada sombra se refleja en el suelo, al final del pasillo. Es la sombra de un niño. Entonces empiezo a escuchar el sonido de pasos acelerados que se provocan cuando alguien corre.
— ¡Espera! — le grito, pero no hace caso, así que empiezo a correr tras el. — Niño, espera.
Corro por los interminables pasillos, y cada vez que siento que me acerco a la sombra, esta empieza a correr nuevamente. Después de un rato, empiezo a cansarme, y pronto, la curiosidad que me da ese niño no es suficiente para tenerme corriendo detrás de él, así que me detengo.
Apoyo mis manos en mis rodillas mientras recupero el aire y escondo mi cabeza entre mis hombros, intentando contener las lágrimas de dolor que amenazan con escaparse de mis ojos. Cuando levanto mi cabeza nuevamente, el niño se encuentra a unos metros de distancia de mi.
Me enderezo al instante al verlo. Es delgado con una mata de cabello oscura, sus facciones son casi indistinguibles en la oscuridad, aún así me da un aire familiar. El niño empieza a caminar hacia atrás, pasó tras paso, hasta que le da la tenue luz de una puerta no muy lejos del lugar. Entonces lo reconozco. ¿Como no lo haría? Él tiene mis mismos ojos miel y mi mismo cabello café claro. Es mi hermanito.
Doy un paso hacia el, estupefacta por su visita; llena de preguntas. ¿Sobrevivió? ¿Cómo está tan joven? ¿Por que me busca hasta ahora? Las preguntas llenan mi cabeza.
De pronto, de la puerta entra Vincent cubierto en sangre y ceniza. En su frente, cubierto casi por completo por su cabellera, hay un hueco de bala. Luego entra Allison, la niña de la cornisa en Blackday, con la misma herida en su pequeña frente. Después entra Nightwing, Robin, Red Robin Red Hood, incluso Agnes, todos con un horripilante hueco en la frente.El silencio llena el hospital, ellos se quedan viéndome sin pestañear. Entonces, escucho el sonido de un arma siendo desenfundada detrás mío. Doy media vuelta sobre mis talones con rapidez, solo para encontrarme con una pistola con silenciador apuntándome en la frente, y detrás del arma, se encuentra nada más y nada menos que el hombre misterioso.
Me quedo congelada, con la boquilla del arma contra mi piel.
— Todos ellos murieron por ti — dice con voz de trueno. — Que desperdició.
— Justicia — se escucha la voz de Allison como un susurro, pronto, la voz de los demás presentes se unen — Justicia. Justicia. Justicia.
— Ahora tu pagarás por ello. — le quita el seguro a la pistola.
— Espera ¡No! — grito, pero ya es tarde, escucho el sonido del disparo y un destello blanco se lleva a la habitación.
***
— ¡NO! — grito levantándome de mi camilla. Miro a mi alrededor, no hay rastros del soldado misterioso, ni de mi hermano, ni de la oscuridad. Solo se encuentra Agnes, haciendo algo con la bolsa de anestesia.
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Stronger | Damian Wayne
FanficDos vidas. Un destino. Una ardua búsqueda por redención y un amor tan genuino que pasó desapercibido por todos. "Una vida larga no significa nada si no eres feliz, pero más importante, si no cumples tu destino. Solo serías un desperdicio de oxigeno...