~1800 horas a 1900 horas.
Una vez que logro salir que mi shock, corro a desatarlo. Lo bueno, estaba a tan sólo cuatro pasos de mi. Lo malo, en cuanto me acerque, empezó a removerse y gritar amenazas y profanidades. Honestamente no me lo esperaba de alguien que se veía tan indefenso, y me preocupa que su cabeza salga volando con sus movimientos. Si, así de delgado está.
— Tranquilo — le grito de vuelta mientras me intento acercar esquivando poténciales cabezazos. No tenemos tiempo para esto, canturrea una voz en mi cabeza, y le doy la razón — Relájate— le pido, pero lo lo hace más furioso. Entonces me doy cuenta, tiene que ver con mi mascara. Así que me la remuevo de un tirón, e ignoro el ardor en mi mejillas porque el adhesivos de la mascara arranco mis pelitos — ¡Shhhhh! Me llamo Annabelle Lee, tengo quince años, viví como una cautiva toda mi vida, mi familia está muerta y el padre de tu mejor amigo me adoptó hace once meses. Vengo a rescatarte, Roy.
Cuando escucha su nombre, los movimientos terminan, y el me mira a la cara, como si intentara decidir si confiar en mi.
— Tu eres de quien Jason me ha hablado tanto — dice, por fin.
— ¿Ha hablado de mi? — no puedo evitar preguntar, y el chico solo rueda los ojos.
— ¿Ves? Por eso no me gusta ser rescatado por niñitas de quince.
Que grosero. Se nota que es amigo de Jason.
— Puedo irme, si te molesto — ofrezco y doy un paso hacia la puerta mientras me pongo mi antifaz. Solo eso bastó para que él me pidiese que lo desatara, lo cual hago. Una vez libre de las cadenas, lo ayudó a ponerse de pie, pero él cae torpemente y tengo que atraparlo antes de que se golpee la cabeza contra el suelo.
Decido llevarlo como llevaba a Rachel, por lo qué pasó su brazo por encima de mi hombro e intento levantarlo. No lo consigo del todo, por lo que me conformo con arrastrarlo a la salida.
Caminamos lenta y ruidosamente por los pasillos. Esto está fuera de mi zona de comfot, debo admitirlo. No estoy acostumbrada a tener que cuidar a alguien en una misión, pero claro, tenía que ser yo la que sabía donde encontrar al señor personalidad.
Roy se queja un par de veces y me toca detenerme para acomodarlo bien. Nuevamente, no tengo idea de que hacer con el. No puedo dejar a Damián y a los otros solos pero no puedo llevar a Roy, lo pondría en peligro. Tengo que ponerlo en un lugar seguro, lo sé, pero ese es el problema, en este momento no hay ningún lugar seguro.
Miro al chico de reojo, esta palido y delgado. Si no fuera por esporadicos quejidos que da, lo creeria muerto. En Myths no lo habria pensado dos veces antes de abandonar a alguen aunque solo tubiera una pierna rota, esas eran las ordenes del señor Luthor, aunque los chicos no lo supieran. Todos son reemplazables a los ojos de ese despiadado hombre, si se daña su juguete puede simplemente ir a crear otro.
Debido a mi falta de atención, no me percato de entro a un pasillo con un grupo de soldados y un hombre de bata blanca en el centro al otro lado del pasillo. Intento dar media vuelta disimuladamente, pero es tarde, me vieron.
Hago contacto visual con el doctor, y aunque me resulta conocido, no logro identificar de donde lo conozco. Veo como los ojos del doctor bajan por mi cuerpo, y luego saltan al chico a mi lado, abalizándonos. Cuando comprende la situación, su expresion cambia a una de rabia.
— ¡Es ella! — grita con ojos enloquecidos. Tal vez yo no lo recuerde, pero definitivamente el si me recuerda a mí, pienso. El hombre levanta su brazo para señalarme, noto que desde su codo hasta sus dedos son mecánicos, y entonces lo recuerdo. Oh.. — Tras ella.
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Stronger | Damian Wayne
FanfictionDos vidas. Un destino. Una ardua búsqueda por redención y un amor tan genuino que pasó desapercibido por todos. "Una vida larga no significa nada si no eres feliz, pero más importante, si no cumples tu destino. Solo serías un desperdicio de oxigeno...