Luz azul

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El apartamento de Aoife se encuentra en la terrazas, que es la parte insegura de Cork, por lo menos en este lado de la ciudad. Llegamos aquí a las nueve de la noche, poco después de que terminara nuesto turno. Desde el momento que pusimos pie en el apartamento, Aoife abrió una botella de tequila y puso Lady Gaga en el parlante, dando inicio al pre-game.

Alejandro es mi canción — declara Aoife, arrastrando un poco las palabras mientras agarra otro mechón de mi cabello y lo enrolla en la pinza de rizos. Mientras lo hace, baila un poco y tararea la letra de la canción. Debería sentir un poco de miedo de que me queme una oreja o me tueste un mechón, pero la verdad es que si en algo es buena Aoife Miller, es hacer cosas normales estando completamente borracha — Les juro que la vamos a pasar increíble.

— Tú ya la estás pasando increíble, por lo que veo — se burla Rose, entrando a la habitación. Había salido para fumar, y se trajo consigo el aroma a cigarro.

Shannon se ríe a mi lado, mirando su teléfono.

— Johnny pasa por nosotras en media hora, ¿está bien?

— Si. Solo falta Jean — comenta Julie, mirándose en el espejo — Este vestido, ¿opiniones?

— Amo. El verde le queda increíble a las pelirrojas.

Asiento con cuidado de no meter mi oreja en el camino de la pinza con el mechón de mi sien, y miro a Julie por el reflejo del espejo. Su cabello pelirrojo está completamente alisado, haciéndola ver mas grande de lo que es. Aveces me asustaba cuando la veo de reojo en el restaurante. Mi cerebro la confunde con Amanda. Como un fantasma del pasado.

Aoife me mueve del hombro, llamando mi atención. Por el reflejo, arruga la nariz como si preguntara qué pasó, y yo niego, nada.

Después de mi pequeña crisis, Aoife simplemente limpio mi desastre y no hizo preguntas. Lo aprecie mucho, no tenia ánimos para dar ninguna explicación. No había forma de explicar mi comportamiento, tampoco. No había forma de explicar nada. El libro se encontraba en mi bolso, lo había guardado Aoife antes de salir de los vestidores. Cada vez que pensaba en ello me daban escalofríos.

Es solo una broma de mal gusto, me intento convencer a mi misma, seguramente alguien te descubrió y quiso molestarte. Por más cuidadosa que he sido, es probable. Los adolescentes aquí son así de... curiosos, los protege la ley entonces se sienten en libertad de hacer lo que quieran, cuando quieran. Una vez vi a uno robarle un sandwich a una viejita solo porque podía. Si, seguramente es eso. ¿Pero que tal si no? Siento que estoy viviendo un deja vu, y no me gusta en lo absoluto.

Cuando Aoife termina con mi cabello, sonríe con orgullo y pasa sus manos por los rizos para suavizarlos, luego me manda a cambiarme al baño con un tono que solo puedo describir como de hermana mayor.

—Aw, nuestra niña se convirtió en una mujer — bromea Aoife, secándose lágrimas invisibles cuando salgo del baño con el outfit puesto. Una camisa dorada semitransparente, con un escote que me llega casi al ombligo, unos jeans negros de talle bajo y unos tacones de punta negros. Me siento disfrazada, y eso que la convencí de dejarme ponerme jeans, ella pensaba mandarme afuera con una mini falda de cuero. No, no hay manera.

— Dios mío, te vez preciosa — chilla Shannon, tomándome de la mano.

Entonces me acerca al espejo en el que Julie se estaba viendo antes. Al verme, me cuesta reconocerme. Aoife hizo un maquillaje fuerte en los ojos, con un gloss café-rojizo en los labios. Mi cabello cae como una cascada marrón hasta mi espalda baja, y la camisa es demasiado corta para cubrir mi abdomen con el pantalón, lo que deja al descubierto la parte baja de mi abdomen. Mis ojos caen en la cicatriz en el lado izquierdo.

Stronger | Damian WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora