Stronger | Damian Wayne

Duda

Un golpe seco me despierta cuando esté amenaza con tirarme de la silla.  Me limpio el pequeño hilo de saliva que corre por mi mejilla con mi manga y miro a mi alrededor en busca de Nightwing, pero para mi desgracia, no lo encuentro en ningún lado.

Me obligo a levantarme de mi asiento, y empiezo a caminar por todo el jet, buscando algún indicio de que alguien esté ahí, y que no me hayan dejado botada. No hay nada.

»Claro, dejen a la chica de tan solo 14 añitos sola ¿Por qué no?

Me acerco a la pared llena de armas, porque que si estoy sola, no vendría mal algo para protegerse, más que todo porque no tengo idea de donde parquearon el jet.  A un lado, divisó un arco y unas flechas, todo el conjunto es negro con algunos grabados en dorado, los cuales extrañamente combinan con mi traje. Me acerco a él y estiro mi mano para tocarlo, es suave y frío. Lo agarro con mi mano derecha, esperando sentir un peso significante, como en los de la academia, pero este arco es liviano, bastante, a decir verdad. Cojo una de las flechas, y la pasó por el hilo metálico del arco y apuntó. Se siente bien, diferente. El arco fue la primera destreza que me enseñaron, también es mi favorita.

El pelo de mi cuello se eriza cuando escucho un sonido detrás, y me quedo quieta, con el arco cargado en mis manos, decidiendo que hacer. Pero entonces, escucho el sonido de un arma cargándose, lista para disparar, así que me vuelvo y suelto la flecha a la primera sombra que veo.

— Por el amor de... — dice Red Robin y n voz baja, viendo hacia donde la flecha casi perfora el cerebro de Robin.

»Mierda.

— ¿ESTAS LOCA? — exclama Robin, pero sus palabras de ira son obstruidos por la risa histérica de Red Hood.

— Dios mío... — dice entre carcajadas. — Eso fue genial.¿Puedes volverlo a hacer? — pregunta dirigiéndose a mi, y luego vuelve a ver a Batman — ¿Nos la podemos quedar?

—Creí que habíamos quedado claros en nada de armas. — regaña Batman, ignorando por completo a Red Hood. Cuando dice eso, siento como de repente se me encoge el estómago del miedo.

— No seas tan duro con ella — interviene Nightwing — Seguro se acaba de despertar y cuando no vio a nadie probablemente se asustó. Es entendible, además, estoy seguro que también lo lamenta. ¿Cierto, Anna?

— ¿Huh? ¡Oh! Si, lo lamento mucho... fue un accidente. — digo — Lo lamento...

— Si claro. — me interrumpe Robin. — Lo único que lamentas es no haber atinado.

— Pues ahora que lo dices, tal ves de esa forma cerrarías tu grandísima boca. — respondo.

Batman se acerca a mi con paso firme, muy similar a cuando le faltaba el respeto al general (lo cual pasaba con mucha frecuencia). Por primera ves siento un poco de miedo por lo que puede hacer.

Cierro mis ojos para esperar el golpe, pero nunca llega, en su lugar me quita el arco de las manos. Lo vuelvo a ver confundida al no recibir ningún golpe, pero el no me ve a mi, solo pone el arco en su lugar y se devuelve con el resto de los vigilantes.

Mi mente no paraba de preguntarse porque no me golpeó como una persona normal. Me lo preguntaba aún y cuando Batman ya había empezado a hablar. Solo los veía mover su boca, a todos, pero yo no participaba en la conversación.

— Eso es lo que vamos a hacer ¿Está claro? — pregunta Batman, y todos respondes de forma afirmativa, así que yo también lo hago, aunque lo único que está claro es que  probablemente termine muerta por no poner atención.

Nos bajamos del jet y Batman pulsa un botón de en su muñeca. El jet desaparece. Aunque yo me sorprendo, el resto lo ve con nada más que monotonía, y podría jurar que oí a Red Hood bostezar debajo de su casco rojo. Veo a mi alrededor una vez más.Estamos en lo que parece un bosque, y tardo un poco en darme cuenta que era un el bosque que se veía desde una pequeña ventana en la oficina del Sr. Luthor. Cuando busco con mi vista a los vigilantes, me doy cuenta que ya empezaron a caminar, así que troto para mantener el ritmo de sus grandes zancadas.