Stronger | Damian Wayne

Silencio

Siento como mi corazón se detiene al verlo. Por alguna extraña razón, aunque estaba consciente que este lugar es su territorio, no creí encontrármelo, pero ahí está, caminando hacia nosotros a paso decidido. Vincent está en su traje de Werewolf, y se acercaba a Robin con paso firme y siquiera se repara en mi presencia. Una ves que se acerca lo suficiente, lanza el primer golpe hacia el vigilante, sin dejarlo iniciar la transmisión.

Robin no tarda en reaccionar de la misma manera, y cuando le doy cuenta, los dos están peleado como nunca los había visto antes. Cuando yo era la que peleaba con el vigilante, el nunca era demasiado grotesco ni violento, pero ahora, pareciera que quiere asesinar a Vincent. Los dos lanzan y esquivan golpes como en una psicodélica danza mortal.

Robin desenfunda su katana y arremete contra Vincent, el lo esquiva y lanza otro golpe. Werewolf pelea sin arma, eso es lo primero que me enseñaron en la academia, el pelea sin arma porque él es un arma. Al mismo tiempo que los dos chicos pelean, del techo de la sala de control empieza a caer ceniza, producto de la pelea que está llevado a cabo arriba de nosotros, avisándonos que ya no queda más tiempo. Veo a Robin, y entiendo que esta demasiado ocupado, así que corro hacia el panel de control, donde el gran y brillante botón rojo está esperando.

Llegó al panel y levantó mi mano para apretar el botón. Mi mano se acerca tanto que casi puedo sentir el calor que emana debido a la luz. Pero hasta ahí llegó, ya que un grito ensordecedor atraviesa mis oídos al mismo tiempo que vuelo por los aires.

Mi espalda y cabeza golpean contra la pared, y estoy segura que pude oír como se me quebraba una costilla, otra vez. Caigo al suelo como una arepa cae en la sartén, lo cual me saca el aire al instante. No necesito saber quien es el conde Olaf en mi serie de eventos desafortunados, solo hay una persona que yo conozca que tenga una habilidad así.

Lenore grita nuevamente, esta ves a una frecuencia mucho más alta, pero con menos potencia, así que no salgo volando, aunque puedo decirle adiós a mi habilidad auditiva por un par de semanas. Con cada latido que hace eco en mi cabeza, siento como un líquido caliente y pegajoso avanza por mis cavidades auditivas, hasta que sale a la superficie de mis orejas. Conduzco mi mano hacia mi oído derecho para confirmar mis sospechas, la sangre emana de mis oídos como una cascada roja. La macabra risa de Lenore se escucha como si estuviera dentro del agua, y cada paso que da hacia mi hace vibrar cada parte de mi cuerpo con terror. Su mano abre su camino entre mi cabello y jala de él con fuerza, obligándole a separar mi cara del suelo; el lindo, frío e indoloro, suelo.

— Annita la huerfanita. — susurra la chica a mi oído. — Supongo que debería sorprenderme que sigues con vida, pero bueno, como dicen los civiles: hierba mala nunca muere. — vuelve a reírse — Pero claro, tu familia ha de saber mucho de eso ¿No es así?

No se de donde reúno la fuerza, pero le respondo.

— Por lo menos yo tuve familia, todo lo que tú eres vino de un tubo de ensayo.

Lenore sonríe con amargura, y procede a estampar mi cabeza contra el suelo.

»Supongo que ya se lo que sentía Robin.

— Por lo menos yo tengo un equipo, no es así, Vincent?

— Por lo menos yo no necesito equipo. — grito.

Utilizó su momentánea falta de concentración para volver la parte inferior de mi cuerpo hacia ella y patearla en la cabeza, lo que hace que me suelte casi instantáneamente. Me levanto por el disparo de adrenalina que se dispersó por todo mi cuerpo, y corro hacia la pared con armas que estaba no a muchos pasos de mi. A mi alrededor, se escuchan gritos de niños asustados, que se confunden con las bombas en los pisos de arriba y los cimientos que amenazan con ceder en cualquier momento. Como diría Suzy Swanson, es como una orquesta, una temible orquesta.