Veo la sangre que se encuentra en el suelo y ruedo mis ojos.
— Esto es tu culpa — dice Damian en voz baja.
— Cierra la boca, pajarito.
— Si tan solo hubieses escuchado y dejarás de ser tan terca, no estaríamos aquí. Pero claro... tú tenías que hacer lo primero que se te pasaba por la mente, ni siquiera...
— Lo lamentó por intentar detener el maldito tráfico infantil. La próxima vez que vea a dos idiotas abduciendo a una niñita, no voy a hacer nada, más bien, les voy a ayudar a...
— ¡Silencio! — grita el guardia de seguridad, produciéndome un escalofrío.
Nos encontrábamos en una especie de búnker, ambos amarrados de las manos a centímetros del suelo. Un hombre se encontraba habiéndonos guardia, y he de decir que es un maldito dolor de cabeza, casi tanto como Damian. Estábamos empapados de agua, y era lógico una vez que lo pensabas, ¿Como más pensaban triplicar el dolor de ser electrocutado?
Bufo con exasperación. No puedo negar que Damián tiene un poco de razón, pero tan sólo en un porcentaje bajo; además, ¿Que más podía hacer, quédame mirando como le arruinaban la vida a una niñita? Ni en sus sueños.
El sonido de una reja abriéndose de golpe se hace presente, y pronto baja las escaleras metálicas un hombre vestido con el mismo traje de nuestro carcelero, solo que es más atractivo y joven, parece ser de la edad de Dick, más o menos, cabellos rubios caen en su frente, piel de porcelana y sus ojos son azul claro.
»Más americano que la bandera de Estados Unidos...pienso. Nuestro carcelero anterior se levanta de su asiento e intercambia miradas con el rubio, luego sube las escaleras y se escucha cuando cierra la puerta.
Tenemos que salir de aquí, y si Damian no va a hacer nada para lograrlo, tendré que hacerlo yo.
— Así que — empiezo a hablar, sin estar segura si lo hago por aburrimiento o un impulso hormonal — ¿Que te llevo a trabajar con los del tráfico de metahumanos y niñitos? — El hombre me vuelve a ver extrañado por mi comportamiento. Asimismo, puedo sentir la mirada atenta de Damian — ¿Eres americano, no? Yo tengo ascendencia colombiana, lo que también es América (el continente), así que básicamente soy americana.
De fondo se escucha el agua goteando de nuestros cuerpos, lavando lentamente la sangre fresca de víctimas recientes del suelo.
— Eres lindo, ¿Lo sabias? — preguntó.
— Soy un poco viejo para ti. — responde en voz baja., y un pequeño rubor se expande por su cuello y cara. Sonrió al escuchar que su voz es exactamente como la imagine.
— Probablemente tienes razón.
— No lo tomes de mala manera, pero... ¿Quien se supone que eres? — se refiere a mi alias.
— Valkyrie, mucho gusto. — el chico sonríe — ¡Dios mío...! — suspiro con pesadez — Me pica el cuello como no tienes idea, tener el cabello largo es un asco.
— Si quieres, yo puedo...
— Eso seria genial, gracias. — el hombre se levanta de la silla y se acerca a mi. Tímidamente levanta su mano y la pone en mi cuello, su contacto casi me hace arrepentirme de lo que voy a hacer. Casi.
Con fuerza y rapidez enredo mi pierna izquierda en su brazo, con un movimiento que me recuerda a cuando estudiaba baile de telas. Con mi otra pierna lo pateo en la cara y él cae al suelo en un sueño profundo. Aprovecho que nos habían quitado los zapatos antes de amarrarnos y empiezo a caminar por el cuerpo del hombre hasta que doy con las llaves. Cuando las tengo, las agarro con los dedos de mis pies y empiezo a subir mis piernas hacia arriba. Una vez que tengo la parte baja de mi cuerpo hacia arriba, introduzco la luz en el candado y la giro. El candado se abre y cae al suelo seguido de mi cuerpo.
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Stronger | Damian Wayne
FanfictionDos vidas. Un destino. Una ardua búsqueda por redención y un amor tan genuino que pasó desapercibido por todos. "Una vida larga no significa nada si no eres feliz, pero más importante, si no cumples tu destino. Solo serías un desperdicio de oxigeno...