Stronger | Damian Wayne

El huracán

Siento una comezón cuando el algodón roza mi herida en mi pómulo. Pero no me alejo, solo me mantengo seria, intentando ignorar la mirada preocupada de todos en la habitación. En cambio, me enfoco en la hermosa vista.

Estamos en la Atalaya, la base de la Liga de la Justicia en el espacio, mientras la Liga plantea un plan para terminar con el peligro del señor Luthor y su plan para gobernar el mundo.

Por alguna razón, no me sorprende saber de la base secreta, y estar aqui arriba me parece tan solo el pan de cada día. No es mi culpa, no estoy en mis mejores condiciones desde la batalla con Finn.

Mi hermano esta con vida, y es un psicópata, quien habría dicho que una mascara es lo único que lo ha separado de mi todo este tiempo. Mi cabeza vuelve a ese momento una y otra vez, intentando reconstruir lo que paso después de que Finn se fuese, entre recuerdos borrosos y distorsionados por mi aparente desmayo.

Recuerdo el primer copo de nieve que cayó en mi mejilla desenmascarada, Finn me la habia quitado en algún momento de la pelea. Sé que alguien me encontró en la plataforma, pero en ese momento ya no estaba consciente. El viaje a la Atalaya esta borroso, y aun puedo escuchar la voz de Tim preguntándome si me siento bien mientras de Damian lo mandaba a la mierda por ninguna razon aparente.

Ahora estoy aqui.

— ... Anna — la voz de Damian llama mi atención y me saca del remolino que son mis pensamientos. El chico lleva su mano a mi cara y siento como su guante acaricia mi barbilla para llamar mi atención, obligándome a mirarlo a través de su mascara — ¿Estas bien? — pregunta en voz baja.

Aunque habló casi en un susurro, noto que la habitación guarda silencio, esperando mi respuesta. Desvío mi mirada cansada. Mis ojos caen sobre una pantalla, y lo que muestra me llena de tristeza.

— Ehh... ajá — miro a Damián una vez más y le regalo una sonrisa forzada — Yo... vuelvo en un segundo.

Sin esperar el permiso de nadie. Camino fuera de la habitación. Hay un puente que conecta la base de reuniones y entrenamientos con el centro de tecnología y los calabozos, donde se encuentra el quien Damian llamaría un fantasma del pasado.

Cuando llego la puerta, ingresó un código en el teclado del lado y la puerta lentamente. No me apuro, y cuando la puerta se abre por completo, doy mi primer paso adentro con pie tembloroso. El segundo paso es más facil de dar, y el tercero aun mas.

Me detengo ahi, analizando los calabozos. Esta decidido, la Liga de la Justicia son los unicos que tienen un lugar tan lindo como calabozos, casi parece que convirtieron la habitación en eso de manera improvisada. Las paredes son blancas lisas, y huelen a limpio. Al igual que el resto de la Atalaya, tiene adornos navideños colgados en las paredes. Lazos y guirnaldas adornan las esquinas, y se extienden por el vidrio temperado que dividen la habitacion a la mitad

Miro a quien se encuentra ahi dentro, acostado boca arriba de una banca. Su cabello marron esta alejado de su cara, por lo que puedo detallar bien sus facciones simétricas. Sus ojos estan cerrados, lo que es una pena, una parte de mi queria observar sus ojos hazel antes de que ellos me miren a mi.

— Dijeron que no querias hablar — digo, y es cierto— Supongo que eso no ha cambiado, Vincent, siempre leal al señor Luthor.

El chico se levanta del golpe al escuchar mi voz, y no hace ningun intento para esconder su sopresa. Un sentimiento extraño me invade cuando el me vuelve a ver con esos intensos ojos hazel, pero no siento el mismo cariño de antes.

— Estas a salvo... — susurra con ojos llorosos, se ve aliviado de verme, y eso no me lo esperaba. Se siente extraño, su interés en mi bienestar cuando hace once meses habia intentado acabar con mi vida — Dios... Te extrañe tant...