Stronger | Damian Wayne

Banshee

Tw: violencia, lenguaje malsonante.

La había visto antes a lo largo de estos años, era la actriz principal de mis pesadillas sobre Blackday, sobre Myths, sobre la noche que Vincent me tiro de un acantilado. Ahora está aquí, carne y huesos. En el restaurante.

Lenore viste una variación de su traje de Myths, con un pantalón, camisa de cuero y una gabardina negra. Su cabello rubio está casi blanco. Sus ojos se arrugan, como si sonriera, pero su nariz y boca están cubiertas por una máscara negra. Se ve como un emisario de la muerte.

Siento que voy a vomitar.

Tenemos que salir de aquí. Miro a mi alrededor, en busca de un plan, de esperanza. Tengo que hacer un plan ya. A ver, piensa rápido.

— Hola, Annita — su voz suena casi mecánica por la máscara. Inclina su cabeza, juguetona — Cuanto tiempo, ¿no?

— Jean... — Aoife habla detrás mío, su voz temblando.

Lenore esta armada, veo la pistola amarrada en su cadera, las dagas en su cintura. Julie está desangrandose en el suelo. Damian se fue hace al menos una hora, aunque lo llamara no llegaría a tiempo. Aoife no sabe pelear y yo no he entrenado en dos años, tal vez más. La Garda esta en camino, pero tampoco llegaran a tiempo, no para salvar a Julie, no para salvarnos a nosotras.

— ¿Que estás haciendo aquí? — cuestiono, mi propia voz tiembla levemente. Me aclaro la garganta. Necesito más información — ¿Que quieres?

— ¿No que eres muy inteligente y no se que? — pregunta, levantando una ceja. Con delicadeza dramática, Lenore se quita su máscara y la tira a un lado, revelando una sonrisa macabra — Adivina.

Su ojos brillan con tanto odio que se me revuelve el estomago. Pone un pie en frente el otro y dobla las rodillas, una postura que vi mil veces mientras crecía.

Va a gritar.

— ¡Aoif, corre! — grito, ella obedece — Los vestidores.

Lenore toma aire, pero el grito nunca llega. Siento como si instintos se activan. Empujó la mesa rodante que nos separa con todas mis fuerzas, y está impacta contra Lenore. Me doy media vuelta y empiezo a correr, mi latido sonando con fuerza en mis oídos. Derrumbo cada escaparate en la hilera de la cocina cuando paso, creando un estruendo que ahoga la risa de Lenore. Doy vuelta en el pasillo que da a los vestidores con rapidez, pero no la suficiente. Un pequeño ardor se hace presente cuando una daga voladora me corta el brazo.

Cierro la puerta de los vestidores detrás de mi. Aoife me ayuda a levantar la gran banca y ponerla contra la puerta. Es de madera de roble, una antigüedad de los dueños del restaurante.

— ¿Quien putas es ella? — interroga Aoife, — ¿Por que te llama Anna? ¿Que está pasando, Jean?

— No aguantará — digo, sin aliento, refiriéndome a la banca — Tenemos que salir de aquí. Ya.

— No iré a ningún lado hasta que...

— Aoif, por favor, — la detengo, acercándome a ella — Julie está muerta. Tenemos que irnos o seguiremos nosotras. Te lo contaré todo, lo prometo.

Aoife me mira por un segundo, hay un camino de lágrimas y máscara de pestañas en sus mejillas, sus manos están llenos de la sangre de Julie. Esto es tu culpa, me recuerdo. Puedo el terror en sus ojos, pero Aoife asiente.

— Hay una ventana detrás de los casilleros.

Asiento positivamente, acercándome a los casilleros. Ella se acerca a mi lado, y compartimos una mirada de preocupación. Hace unos minutos estábamos aquí, estábamos tranquilas y Julie seguía viva.