Capítulo 5: ¿Amante?

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...Un mes después...

Gracias a la primera cena que tuvimos, le abrimos paso a muchas más que nos hicieron divertirnos durante todo este mes que ha transcurrido, sólo que como deseaba de cierta forma complacerlo, no había ningún fin sexual.

La segunda vez que cenamos, un poco nervioso me confesó que no quería sólo sexo, no lo dijo como algo romántico, más bien se estaba quejando por lo destrozado que lo dejaba, así que detuve toda intensión sexual, de hecho, solamente hemos salido y nos hemos divertido juntos.

Todo ha ido bien, mi vida actualmente estaba teniendo un ritmo bastante normal, al menos hasta que vi a lo lejos a Izan con los ojos un poco brillosos demostrándome que su vida no estaba tan bien.

Por supuesto que me acerqué de inmediato, él no quería hablar, estaba triste, por ello como deseaba un momento de privacidad con Izan, decidí arrastrarlo hasta mi oficina en donde él mantenía los labios apretados para no llorar.

–Dime que pasó– le dije agachándome frente a su silla queriendo verlo a los ojos, ya que él mantenía su cabeza agachada.

–No es nada– me dijo viéndome a los ojos.

–Para mí lo es– le dije acariciando su mejilla– ¿Qué pasa?

–Estaba tratando de hacer lo que me pediste esta mañana, para ello me acerqué a finanzas y...–su voz se quebró un poco– Allan estaba enojado, dijo "no tengo tiempo para jugar contigo"

–¿Jugar? –pregunté con enfado.

–Supongo que no me toma en serio...–respondió con tristeza.

–Ve a casa, hoy te dejaré llorar, pero mañana debes recomponerte– le dije acariciándolo de forma tierna.

–Pero ¿y el trabajo...? –preguntó preocupado.

–Ve a descansar, pasaré más tarde a tu casa– le dije con una sonrisa– no necesitas a un imbécil cuando me tienes a mí.

–Supongo que no– me dijo abrazándome– gracias...

–Ve– le dije depositando un beso en su frente– te veo luego.

–Bueno...–me dijo marchándose con tristeza, pero sabía que estaría bien.

Únicamente se adelantó dos horas para irse, así que no necesitaré de sus servicios dentro de dos horas, además en caso de necesitar algo, puedo pedírselo al resto de los chicos para que nadie note su ausencia y tenga problemas, es por esto que, una vez que se marchó caminé a la zona de finanzas.

Por suerte sólo estaba en un piso más abajo que el nuestro, así que me encaminé y busqué al idiota que ha lastimado a mi amigo por todo el lugar. Me sentí furioso cuando estaba relajadamente en la cocina preparándose un café, aunque no estaba solo, David hablaba con él y hasta se reían, parecía que al idiota de Allan no le importaba el sufrimiento de otros.

–Podemos hablar– dije al nada más entrar a la cocina, no es literalmente una cocina, sólo es una sala con diversas cosas para prepararse un café o cualquier cosa para beber. Lo malo es que una de sus paredes era de vidrio, es decir, justo la pared en donde se encuentra la entrada, lo que significa que debo cuidar de mis acciones.

–No tengo tiempo– me dijo ignorando mi mirada mientras David nos miraba sin saber qué estaba pasando.

–Necesito hablar con él– le dije a David mientras me acercaba– a solas– añadí, por lo que David no sabía qué hacer– solamente tomará un minuto– le aseguré.

–Sólo un minuto– me dijo David encaminándose a la salida.

–Ya te dije, no tengo tiempo– me dijo Allan antes de que lo tomara de su corbata inclinándolo a mí con enfado.

Mi Omega [Bl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora