Sin duda es la cena más picante que he comido en toda mi vida, pero como David no salía de la habitación y podía oír sus sollozos detrás de la puerta, me obligué a comerme todo, no me importó que una parte estuviese quemada, quería al menos hacerle ver que su esfuerzo no lo tiraría a la basura, así que a pesar de que sudaba un poco debido al picor y mi boca quemaba, aun así me comí todo acompañado la cena con un licor fuerte para aliviar la sensación de quemazón de mi boca.
El sabor no estaba mal, exceptuando lo quemado, el resto tenía un agradable sabor, el problema es que estaba increíblemente picante y sin duda no me detuve hasta que vacié el contenido y le envié una foto para hacerle ver que me había comido todo.
Una vez que David vio el mensaje, salió corriendo de la habitación ya vestido y con su pijama puesto mientras sus ojos estaban un poco rojos, yo sin duda me estaba muriendo por dentro, pero me controlé bastante bien para hacerle ver que agradecía su esfuerzo.
–No debiste comerlo...–me decía preocupado, viendo la bandeja vacía.
Sinceramente, agradezco que se trate de una bandeja pequeña, estoy seguro de que habría sido peor el hecho de comerme todo, pero como había conseguido que él saliera de la habitación rápidamente aproveché y lo abracé arrastrándolo entre mis brazos hasta nuestra habitación para ayudarle a secar su cabello.
David se sentó en un pequeño asiento que hay a los pies de la cama mientras yo me ponía de rodillas en la cama para secar su cabello mientras lo acariciaba, él estaba muy silencioso, incluso su mirada expresaba tristeza, pero como me comí todo lo que me preparó, había una parte de él que al menos le impedía llorar, incluso es posible que lo intente de nuevo, aunque supongo que esta vez sin menos picante.
–Te quiero– le susurré al oído, haciéndolo sonrojar a medida que podía notar una mirada más feliz.
Al otro día no hablamos sobre lo sucedido, aunque si me preguntó por mi acompañante que sin duda vio más de lo que debería, en cuanto a esa parte me siento molesto, nadie tiene el derecho de ver a mi novio desnudo, o al menos parte de su cuerpo.
Se suponía que debía entregarle unos documentos que me pedía como favor, sólo que debido a la situación terminé echándolo de mi casa y olvidé rotundamente el hecho de que pensaba ayudarlo, al menos hasta hace unas horas, cuando le envié los documentos a su correo.
Por suerte habrá un viaje que me asegurará de animar a mi novio por completo, es un viaje donde involucra trabajo, se supone que habrá muchos sujetos importantes y nos quedaremos en una gran casa de aquellas japonesas, de hecho, dormiremos en futón todos los trabajadores de la empresa que participarán.
Se supone que iremos tres días, el primer día para preparar todos los preparativos, el segundo será la reunión y el tercero lo usaremos como vacaciones, así que como mis amigos también irán, sé cuan emocionados se encuentran por ir a este viaje.
[....]
–¡Salud! –dijimos todos al mismo tiempo completamente animados por haber conseguido comprar otras empresas más pequeñas.
Estábamos en un ambiente más animado, era tarde y como todo estaba ambientado a la cultura asiática, nos asegurábamos de probar diversos bocadillos y licor como celebración de nuestro logro.
Podía notar a mi novio muy feliz, de hecho, como en la larga mesa en donde nos encontrábamos faltaban unos asientos, él se sentó en mis piernas y disfrutábamos de lo animado que estaba el ambiente, incluso jugamos entre todos para pasar el tiempo.
Me estaba divirtiendo como todos, incluso me gustaba hacer perder a Izan quien se encontraba a mi lado derecho completamente enfadado conmigo, de todas formas, todos mis movimientos se centraban en hacerlo perder, además mi amado y lindo novio me ayuda al destruir a sus aliados, de decir, a Allan quien trataba de ayudar a Izan, sólo que estaba perdiendo al igual que él.
–¡Juguemos al bingo! –dijo Elena luego de una hora con tal de cambiar el juego.
Todo sin duda iba demasiado bien, al menos hasta que mi novio un poco aburrido comenzó a mover innecesariamente sus caderas fingiendo que "celebraba" por obtener los números que daban. Sin duda me puse muy tenso, mi mente dejó de concentrarse en el juego cuando mi amado hizo más evidente el hecho de que intentaba sacarme de allí, de hecho, se estaba rozando sobre mi entrepierna impidiendo que el resto se diera cuenta.
–¡66!–dijo Fernanda, tras ella ser la encargada de sacar los números.
–¡Yo lo tengo! –dijo David dando un saltito de felicidad, haciéndome suspirar.
Claramente, no es un bingo normal, como hay alcohol cada vez que dan un número y alguien lo tiene, obliga al resto a beber, dejando sólo a aquellos que lo tienen sin beber. David tiene la mayoría de números, nos ha hecho beber a todos, algo que, tras tratarse de licor fuerte, nos ponía un poco "tontos" por culpa de nuestra pequeña borrachera.
–¡46! –anunció Fernanda mientras yo apretaba los muslos de David deseando que detuviera sus movimientos.
Por su culpa no me estaba concentrando en el juego, mi tabla con números se encontraba a su lado por lo que para molestarme dijo "Amor, tú lo tienes" mientras se cargaba sobre mi entrepierna y lo deslizaba entre su trasero. La única forma que hallé para liberar el suspiro que deseaba soltar, fue mordiendo su hombro, haciéndolo reír de forma leve, e incluso buscó la forma de ponerme más nervioso.
La mano izquierda de David se dirigió hacia mi entrepierna buscando introducirla dentro, no cabe duda de que la sonrisa juguetona que tiene en los labios era debido a lo nervioso que me estaba haciendo sentir, así que, para evitar ser descubierto en algo tan evidente, decidí dejar el juego.
–Estoy cansado– dije envolviendo la cintura de David para seguido levantarme de mi asiento– jueguen sin mí.
–Pero ya casi terminamos– me decía David con una sonrisa juguetona.
–Da igual, de todas formas, perderé– anuncié, por su culpa no me centré en los números y sin duda mi tablero estaba casi vacío.
–Entonces yo también me retiro, asegúrense de no beber demasiado– añadió viendo a nuestros compañeros.
–Si señor– dijeron todos muy felices debido al alcohol.
Como bien dijo, ambos nos retiramos hacia la habitación que tenía varios futones de pareja, la casa es grande, pero las habitaciones son reducidas, además somos treinta, por lo que, tras ser tres habitaciones, nos dividimos en 10 en cada habitación.
Son espaciosas, si no tuviésemos que compartir la habitación, sin duda diría que es grande, además el baño también lo es, está adaptado para dos personas, incluso tiene dos lavamanos, dos duchas, e incluso dos cubículos con inodoros, sólo que, como David y yo somos pareja, sólo usamos una ducha en donde él evidenciaba las ganas que tenía de juguetear conmigo.
–Mi niño está muy feliz– comenté abrazándolo por la espalda mientras él se secaba el cabello frente al espejo del baño.
–¿Eso es malo? –preguntó contagiándome con su hermosa sonrisa a medida que me veía a través del espejo.
–No, sin duda me encanta, verte feliz– dije besando su mejilla.
Una vez que terminamos de alistarnos para meternos en el futón, elegimos uno en el otro extremo de la habitación, justo cerca de una ventana que cerramos antes de acomodarnos. Atrás de nosotros no habría nadie, más bien todos dormirían frente a nosotros acomodados en fila.
Por ahora, como estábamos sólo nosotros, aprovechábamos el tiempo para besarnos y acaramelarnos un poco, hasta hablábamos dulcemente a medida que nos manteníamos abrazados, de hecho, él apoyaba su cabeza en mi brazo izquierdo mientras con su mano acariciaba mi pecho que, como compartimos habitación con más gente, se mantiene cubierto con una camiseta de tirantes. Normalmente, duermo con un pantalón, así que David se estaba quejando de ello hasta que deslizó su mano bajo mi camiseta y coquetamente me acariciaba "sin malicia".
–Aquí no podemos...–le dije mientras su mano subía por mi pectoral y acariciaba el contorno de mi pezón antes de bajar por mi abdomen directo hacia mi entrepierna–amor...–lo nombré mientras su mano tomaba firmante mi pene y comenzaba a masajear la zona.
–Sólo un poquito...–me decía acercándose a mis labios.
[...Elizabeth Carter...]
Muajaj el capítulo era más largo, pero lo corté en la mejor parte, sorry 🤣
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Mi Omega [Bl]
RandomDavid es un omega orgulloso, arrogante, incluso en ocasiones puede llegar a ser irritante, pero no puedo hacer nada para vengarme justamente porque es mi jefe. Él en más de alguna ocasión me ha hecho trabajar extra para luego rechazar mis informes s...