No sabía qué tan grave era la torcedura de David, así que le sugerí llevarlo a un hospital para que lo revisaran, sin embargo, él me pidió insistentemente que lo llevara a su casa.
De camino a su casa, me sentía muy nervioso, estábamos en silencio, ningún de los dos se atrevía a comenzar una conversación, así que el trayecto fue sin duda muy incómodo.
Lo bueno es que conseguí alejarlo de aquel sujeto, me sentí muy feliz cuándo David me eligió para traerlo a su casa, aunque sé que no puedo emocionarme, esto en realidad no significa que nosotros vayamos a recuperar la cercanía que teníamos.
Al momento en el que llegamos, me apresuré a bajarme para abrirle la puerta y para evitar que caminara, lo tomé en mis brazos queriendo ayudarlo a llegar a su puerta.
Pensé en llevarlo a su habitación para que no tuviera que subir las escaleras más tarde, sin embargo, él me pidió que lo dejara en el sofá.
–Déjame revisar–le dije agachándome para ver su tobillo.
–No creo que esté torcido...– comentó nervioso.
–Déjame ver– insistí y él levantó su pierna para apoyarla en mi rodilla, mientras yo la examinaba y buscaba algún hueso roto.
Fue un alivio confirmar que no tenía nada roto, aunque sabía que tendría que irme pronto.
–¿Podemos hablar...? –me preguntó.
–Es tarde para hablar de trabajo– comenté bajando su pie con cuidado.
–No es de trabajo– me aseguró.
Yo no quería hablar con él, ahora mismo estaba demasiado nervioso como para hablar, sabía que terminaría cayendo en sus redes nuevamente, así opté por mantenerme firme.
–¿Entonces? Si no es por trabajo, nosotros no tenemos nada de que hablar– le aseguraba.
–He visto que varias veces llegan personas a buscarte a la empresa, lo que consigue dañar la imagen– me comentaba mientras yo me sentía un poco decepcionado.
–Bueno, les diré que esperen en el hotel ¿algo más? –pregunté levantándome con intenciones de irme, mi corazón estaba latiendo innecesariamente rápido ahora mismo, por ello, era primordial alejarme de él.
–Ag... ¿Por qué es tan difícil hablar contigo? –se quejaba poniéndose en mi camino– estoy cansado de esto, no me gusta cómo me tratas, como me miras, ni como me haces sentir.
–No te trato diferente al resto, no entiendo la queja– dije viéndolo a los ojos– ¿o es que acaso es eso? ¿Estás celoso porque no te trato diferente?– David bajó la cabeza evitando responder– nosotros terminamos, ¿recuerdas?
–¡Porque tú lo dijiste! –me dijo con enfado– tú querías...–dijo con la voz quebrada e inmediatamente bajó la cabeza para que no pudiera verlo a los ojos.
–Pediste un tiempo, sin duda el único que parecía extrañarte era yo– le recordé sintiéndome enfadado por revivir estos sentimientos que sin duda no quiero recordar, de todas formas, sé que me van a lastimar– ¿Cómo se supone que debía sentirme? Tu orgullo siempre va por encima, no puedo hacer nada contra eso.
–¡Eso no es cierto! –dijo levantando su mirada, sus ojos brillaban y parecía que en cualquier momento lloraría– si no estuvieras por encima, yo ni siquiera hubiese salido contigo, ni tampoco me hubiese acercado a ti...–añadió a medida que sus lágrimas bajaban por sus mejillas– sabías lo que sentía...–añadió tratando de secar sus lágrimas– sabías lo idiota que me ponía cuando estaba contigo...– continuó diciendo en un tono cada vez más bajito– pero parece que el único enamorado era yo...–terminó de decir viéndome completamente destruido.
No sabía qué decir, sin duda quería abrazarlo, consolarlo, decirle que en realidad lo amo con todas mis fuerzas, pero sé que ambos nos hemos lastimado. Verlo de esta forma me lastima, siento un nudo en mi garganta que me impide hablar, David se mantiene parado frente a mí, estamos a un paso de distancia.
¿Qué se supone debo hacer? Lo amo, pero ¿arriesgarme otra vez es una buena idea? No podemos terminar y volver a cada rato, sin duda no es sano.
–Dime algo...–me pidió acortando la distancia tras aferrarse a mi pecho– por favor...–me suplicaba mojando mi pecho con sus lágrimas.
Como las palabras no salían de mi boca, opté por deslizar mis manos por sus mejillas y las acaricié con mis pulgares antes de besarlo, no conocía otra manera para expresarle lo que sentía, incluso de este modo le expresaba lo aterrado que estaba por pensar en intentarlo de nuevo.
No quería hablar, mis labios no dejaban escapar a los suyos y me aseguré de levantarlo en mis brazos para dirigirlo al sofá, quería besarlo todo lo que me fuera posible, necesitaba que sus lágrimas dejaran de salir, incluso evitar el nudo que se formaba en mi garganta, aunque igualmente cuando él cortó el beso buscó mi mirada con tal de hacerme saber lo que sentía por mí.
–Quiero estar contigo...–me confesó con las mejillas levemente sonrojadas
Yo pensaba contestar, pero mi móvil comenzó a sonar y contesté creyendo que sería algo importante, aunque me puse rígido cuándo oí la inapropiada propuesta de uno de mis contactos.
David lo escuchó, me miró enfadado y me arrebató el teléfono diciendo "Tiene novio, adiós" antes de arrojar mi teléfono lejos de nosotros.
–Aún no he dado mi respuesta– le dije.
–¿No quieres estar conmigo? –me preguntó ofendido.
–Si quiero, pero si terminamos otra vez no...–me silenció con un beso a medida que envolvía sus brazos alrededor de mi cuello.
–No terminemos...–me dijo tras cortar el beso– no quiero más secretos, sólo quiero ser tu novio...
–Sin orgullos ni mentiras– le dije acariciando su mejilla.
–Sí, sin nada de eso...–añadió dedicándome una dulce sonrisa que me resultaba adorable tras ver sus ojos con pequeñas gotas de aguas a los costados.
–Te quiero...–le confesé logrando que se sonrojara aún más, incluso como estaba sobre su cuerpo, podía sentir como los fuertes latidos de su corazón resonaban casi tan fuertes como los míos.
–Yo también te quiero, Jordán...–me dijo avergonzado, pero podía notar la felicidad en sus ojos.
Nosotros nos quedamos abrazados en el sofá varios minutos, queríamos hablar sobre todos los puntos que deseábamos evitar en nuestra relación, claramente me pidió tirar mi móvil con tal de no recibir llamadas de aquellas aventuras, además como esta vez no queríamos secretos, nuestra relación no la ocultaremos, más bien seremos como el resto de parejas que pueden amarse frente a más gente.
Me gusta la idea de poder besarlo, tomarlo de la mano y abrazarlo en público, incluso puedo presentarlo a mis padres, aunque esto último no lo haremos aún, más bien lo haremos más adelante cuando lo nuestro se estabilice como antes, incluso mucho más que antes para así convertirnos en la pareja que debíamos habernos convertido mucho antes de terminar.
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Mi Omega [Bl]
RandomDavid es un omega orgulloso, arrogante, incluso en ocasiones puede llegar a ser irritante, pero no puedo hacer nada para vengarme justamente porque es mi jefe. Él en más de alguna ocasión me ha hecho trabajar extra para luego rechazar mis informes s...