Capítulo 6: no somos tan cercanos

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Supongo que una de las cosas que necesito para estabilizar mis pensamientos es tomar vacaciones, como ya hemos entregado los detalles del proyecto, mi equipo y yo sólo estamos esperando los resultados del equipo ganador, algo que nos dijeron que dirán el lunes que viene.

Por otra parte, como la mayoría ha tomado sus días de vacaciones, los chicos de gerencia me han preguntado qué días deseo elegir para descansar, algo que hasta ahora había pospuesto, pero hoy como me sentía extraño por pensar demasiado en él, decidí solicitar mis días.

Regresaré el próximo lunes, por ello llamé a Izan para sugerirle que hiciera lo mismo, normalmente tomamos nuestras vacaciones juntos y viajamos a la ciudad de mis padres, de paso nos recreamos juntos, algo que sin duda él deseaba ahora que ese imbécil lo hizo llorar.

Por suerte aceptaron los días que pedimos, ahora solamente me quedaba terminar mis dos horas de trabajo para regresar a mi casa antes de ir a la casa de Izan, o al menos ese era mi plan, aunque curiosamente David se acercó a mí y me invitó a cenar mientras fingía que no había ninguna intensión detrás de sus palabras.

Pensé que lo mejor sería rechazar su propuesta, deseo centrar mis pensamientos, hasta ahora únicamente me he centrado en una relación netamente física, no debo involucrar pensamientos innecesarios, pero como me iré una semana, supongo que está bien aceptar su invitación, no me voy a enamorar sólo por salir a cenar con él.

Por supuesto que le avisé a Izan que llegaría más tarde a su casa, él por supuesto lo entendió, de hecho, me sugirió alistar sus cosas para así poder viajar mañana temprano, algo que me resultaba agradable, incluso me dijo que cuando terminara de hacer su maleta, iría a mi casa para quedarnos juntos.

Era una buena idea, de paso puedo simplemente regresar a casa y armar mi maleta a medida que estoy con él, pero antes saldré a cenar con David sin esperar nada, sólo era una cena.

Como era de costumbre, quedamos a las siete, por lo que regresé a mi casa, me bañé y me puse un nuevo atuendo semi formal, de todas formas, es muy probable que cenemos en un sitio elegante de aquellos que tanto me incomodan. Por otro lado, como no tenía pensado nada sexual, decidí ir en mi propio auto para así poder regresar por mi cuenta sin que él deba traerme.

El único problema es que cuando lo vi llegar al estacionamiento del restaurante, mis labios casi de inmediato formaron una sonrisa que sus labios también parecían tener, aunque su sonrisa era más tímida, incluso como siempre que salimos a cenar, se mostraba nervioso.

Esta vez es diferente a las otras veces, ahora él se atrevió a proponer la cena por lo que no está obligado, algo que de cierta forma me gusta, me hace sentir menos culpable por utilizar los videos para asegurarme que acepte salir.

–¿No estás enojado conmigo? –pregunté revisando el menú– antes me regañaste bastante.

–Pero no es enfado...–respondió preocupado tras creer que eso afectaría la cena– no hablemos de eso, por favor.

–Entonces dejemos el trabajo de lado– sugerí deslizando mi mano hasta la suya acariciándola sutilmente.

David se puso tenso, estaba muy nervioso y cuando subí mis dedos por su mano hasta llegar a una zona de su muñeca, fui capaz de sentir sus fuertes pulsaciones. Eso me hizo feliz, de cierta forma me hacía creer que de verdad le gustaba, incluso me motivaba a ser más dulce con él.

En la cena había pequeños roces, coqueteos, sonrisas nerviosas y, sobre todo, pude conseguir que bajara la guardia, llegué al punto de hacerlo reír de forma casi angelical o al menos así me resultaba.

Esta es la primera vez que lo oí reír sin arrogancia, me resultaba tan encantador que no pude evitar besarlo en pequeñas situaciones durante la cena, incluso llegué a pensar que deseaba pasar más tiempo con él, quería disfrutar un poco más de la noche, así que terminamos en el cine.

Mi Omega [Bl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora