Como ahora estamos haciendo las cosas diferentes, le he pedido a mi adorable novio que vivamos juntos, al principio no estaba seguro de si debía aceptar, pero le emocionaba la idea de despertar conmigo todas las mañanas y cómo vamos a cumplir nuevamente un mes de relación, me he asegurado de crearle una romántica cena en casa.
Me encanta decir "nuestra casa" debido a que nos vuelve más cercanos, incluso hemos hecho algunas cosas juntos que pueden resultar básicas, sólo que ante nuestros otros es algo importante, no hablo de relaciones, más bien me refiero a los quehaceres o salir de compras para llenar la despensa, incluso le he enseñado a cocinar un poco, ya que me ofrece su ayuda cuando le cocino.
Consentirlo es algo que se ha vuelto mi prioridad, además de hacer al amor, en donde claramente me he vuelto un adicto tras tener la posibilidad de comerme su sexy cuerpo en múltiples ocasiones, de todas formas, David no me pone límites, más bien se entrega a mi cuerpo al 100% dejándome incluso usar juguetes que lo han puesto en diversas situaciones muy vergonzosas.
Por otro lado, como bien dijimos, no queríamos mantener secreta nuestra relación, así que esta vez toda la empresa sabe sobre lo nuestro, algo que me emociona muchísimo, ya que me hace sentir muy orgulloso saber que es mío.
–Mi amor– me nombró subiéndose sobre mi regazo para tenerme cerca– me gusta la cena, los regalos y el postre, pero...–murmuró frotándose contra mis piernas– quiero hacer el amor primero...–me aseguraba con una sonrisa maliciosa, pero su adorable sonrojo no lo acompañaba.
–La cena se enfriará...–le aseguré.
–No importa– dijo levantándose para arrastrarme hasta la habitación.
No podía rechazarlo, quería tocarlo casi con las mismas ganas que él, por ello, nos comenzamos a desnudar mutuamente y con cierta fuerza me dejó caer a la cama para subirse encima. Sus besos me encantaban, me resultaban tan maliciosos y coquetos, quería mucho más, además tenerlo desnudo sobre mi cuerpo era muy cautivador, mi mente solamente pensaba en lo mucho que deseaba manosearlo, anhelaba entrar en él y hacerlo gemir de placer, aunque su plan era otro, de hecho, usó uno de mis juguetes para esposarme a la cama y dejarme completamente expuesto.
David se alejó de mí viéndome desde los pies de la cama con una sonrisa gigantesca, claramente no tenía miedo, confío en que no me dejará esposado ni me hará algo malo, aunque si me sentía impaciente tras ver su seductor cuerpo frente a mí y poco después se alejó para darme una sorpresa que involucraba un sexy trajecito que levantó mi entrepierna de inmediato.
–¿Te gusta? –me preguntó girando alrededor de su órbita dejándome ver que por atrás era completamente abierto.
–Te ves increíble...–le aseguré deseoso por tocarlo.
–Hoy te complaceré yo, mi amor– me dijo mostrándome varios juguetes, sólo que se centró en un vibrador que envolvió alrededor de mi erección para impacientarme, aunque nada hizo más efecto que tenerlo a él en cuatro sobre mí preparándose mientras chupaba mi erección.
Su entrada estaba muy cerca de mí, sus mojados dedos se aseguraban de tocarla por mí, incluso me hacían sentir celoso tras tocar aquel punto que más me calienta de su cuerpo, por otro lado, su tierna boquita se deslizaba por mi erección tratando de complacerme lo más que podía, incluso sobre exigiéndose un poco para hacerlo entrar hasta su garganta.
–Ah... mi amor, baja tus caderas...–pedía deseando llegar con mi boca hasta su entrada.
David sacó mi pene de su boca y acercó su trasero un poco más, estaba a nada de tocarlo, pero no podía, estaba justo al límite que lograba alcanzar.
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Mi Omega [Bl]
RandomDavid es un omega orgulloso, arrogante, incluso en ocasiones puede llegar a ser irritante, pero no puedo hacer nada para vengarme justamente porque es mi jefe. Él en más de alguna ocasión me ha hecho trabajar extra para luego rechazar mis informes s...