Capítulo 4: Primera cena

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Estuve muy tentado de invitar a todo mi equipo de trabajo para crearle un incómodo momento a la hora de cenar, pero preferí dejarlo para el futuro y como esta es la primera vez que cenaremos juntos, haré las cosas fáciles para él.

Normalmente si cenara con alguien que me interesa románticamente hablando, estaría nervioso, incluso ansioso por llegar a su casa y recogerlo como todo un caballero, pero en este caso simplemente me espero a que el jefe me recoja y tampoco puse mucho esfuerzo en verme bien, más bien fue al contrario, luego de bañarme simplemente tomé lo primero que estaba en mi armario.

Al momento que él llegó pude notarlo nervioso, se veía lindo, incluso olía bien gracias al generoso toqué de perfume que se puso, aunque no me centré demasiado en su atuendo, sólo quería comer.

Era sin duda de esperarse que me llevaría a un costoso restaurante de aquellos muy elegantes que me incomodan muchísimo, de hecho, el momento más relajado de la tarde fue el tiempo que pasé en su auto molestándolo un poco.

Cuando estamos fuera del trabajo David actúa de una forma diferente, se muestra más tímido y no me mira con esos arrogantes ojos con los que me ve en el trabajo, supongo que no desea que el resto note que se ha acostado varias veces con un sujeto como yo, supongo que ante sus ojos soy un "simple peón".

No me considero un jefe a pesar de que de cierta forma lo soy, de hecho, estoy seguro de que en el futuro tendré a más gente a mi cuidado, sólo que me agobia pensar que me convertiré en un jefe como él. No me gustan las diferencias de niveles, en su empresa sin duda los hay, pero supongo que eso no tiene importancia para él.

–¿Por qué una cena? –preguntó refugiándose detrás del menú tras encontrarnos eligiendo nuestra cena.

–Ya se lo dije, tenía hambre– respondí observando cada platillo.

–Sí, pero ¿por qué conmigo? –continuó preguntando, su voz sonaba nerviosa.

–¿Desearía estar con el socio de la empresa vecina ahora? –pregunté.

–No...–respondió–pero es raro...– murmuró quitando el menú de su vista dejándome verlo– de todas formas, ¿Cuándo borrarás el video?

–Cuando consiga lo que quiero, quizás– respondí.

–¿Y qué es lo que quieres? –preguntó curioso.

–Aún no lo sé, las cosas las decido según trascurre la situación– le respondí dedicándole una sonrisa un tanto burlona, de todas formas, usaré el video como excusa durante mucho tiempo.

Elegir mi cena me tomó un poco de tiempo, sólo que como era divertido molestarlo y ponerlo nervioso, olvidé lo incómodo que me sentía por el ambiente del lugar, además incluso conseguimos crear una conversación neutral donde no existía la arrogancia, solamente sentía curiosidad por saber más cosas sobre él.

Por lo que averigüé es el hijo único de un matrimonio arreglado, David siempre ha tenido una imagen que cuidar, debe ser "perfecto" y elegir cuidadosamente sus acciones, incluso sus amistades, algo triste si se piensa con detalle. Él no confía en la gente que se le acerca con buenas intenciones, aunque curiosamente si cree en el amor, sólo que es algo que requiere de mucho trabajo, sobre todo cuando se quiere enamorar a alguien, o al menos eso dijo.

No sé a quién desea enamorar, pero no creo que le resulte imposible, sólo necesita cambiar su actitud, hay ocasiones donde sin duda es un bastardo, pero ahora entiendo sus razones para serlo.

En su casa no existe la confianza, al momento de hablar sobre sus padres no parecía sentir afecto por ello, de hecho, sus ojos se tornaron oscuros y vacíos casi como si recordara pequeños instantes de su vida en donde ellos lo han hecho sufrir, o al menos uno de ellos lo ha hecho.

A medida que hablaba con él sentía ganas de destruir aquella barrera de perfección que le impide divertirse, así que una vez terminamos de comer lo llevé a un sitio más divertido en donde entretenernos. Por supuesto que estaba incómodo por el ambiente, había mucha gente riendo, bailando y hasta cantando, además no se requería de una elegancia específica, aquí a nadie le importaba la apariencia del otro.

En aquel lugar nos apoderamos de una pequeña mesa circular con butacas en donde pedí varios licores, la música estaba bastante alta para su gusto, pero conseguí que bailara conmigo luego de varias copas encima, incluso aproveché el momento para besarlo envuelto de muchas personas desconocidas.

Era curioso, era como si dejáramos salir un secreto frente a todos ellos, pero eventualmente a ellos no les importaba, ni tampoco les importaba que profundizara el beso convirtiéndolo en uno más mojado que lo dejó con la respiración agitada y con una mirada lasciva. Se veía lindo, quizás sea por culpa del alcohol, pero por un instante solamente existía él.

Sin duda nos divertimos mucho, sólo que una vez que regresamos al trabajo al otro día, regresamos a la realidad y aquella separación que nos divide se seguía manteniendo, aunque había cierto cambio, ahora no me miraba con arrogancia, a pesar de que me causaba problemas en el trabajo.

Nuevamente me hacía enfadar, sólo que lo tomaba con diversión y simplemente me dejaba llevar y como me gusta ganarle en su juego, simplemente le obedezco todo lo que pide.

[...Elizabeth Carter...] 

El extra de esta semana es más cortito, peero se los compensaré con Aragón xD

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