Sara Presley
— ¡FELÍZ CUMPLEAÑOS, SARA!
Siento como un balde de agua recorre todo mi cuerpo haciendo que me despierte empapada.
Me levanto asustada y aparte mojada.—Sopla la vela con fuerza—indica entusiasmado.
Lo miro enojada.
Doy un pequeño soplido y la vela que está clavada en el pastelito no logra apagarse. Sopló más fuerte y fracaso de nuevo en el intento. Ya harta, la apagó con las gotas de agua que resbalan de mis manos.
—Que genio de mujer —murmura mi abuelo mordiendo el pastel.
— ¡¿Abuelo, por qué agua!? —protesto tallando mis ojos para ver mejor— ¡¿Por qué agua!?
Al instante aparto mis aparatos de mi ropa húmeda.— Porqué el año pasado fue lodo y ahora toco agua—interviene tomando la cubeta del suelo— Báñate y cámbiate que tu desayuno está abajo.
Todos mis cumpleaños son así, cada mañana al despertar mi abuelo me lanza una cubeta de algún producto ya sea baboso, sucio o limpio, jamás se sabe. En mi cumpleaños número 15 fue jugo de naranja, no me pregunten cómo lo logro, porque yo tampoco tengo ni la menor idea. En el 16 fue una cubeta entera de lodo sucio con hojas y ramas dentro, ese día mi abuelo durmió en el jardín a causa de que mi abuela se enfadó porque ella tuvo que lavar todo. Y ahora fue agua, cosa que no es tan sucio, pero si es frio.
Empujo con mi hombro la puerta para irme a bañar con agua limpia.
—¡Ahora que le hiciste a la niña , Francisco!
— La tradición Marta, ya sabes que siempre hago eso.
Los escucho como pelean desde abajo de la casa.
—¡Ahora te va a tocar a ti lavar todas las sábanas mojadas!
—Pero yo no sé lavar.
— Aprendes, tienes manos y pies para hacerlo.
Y por último mi abuela azota la puerta de entrada.
Aún con risa, entro al baño y darme una ducha caliente. Al momento de que el agua baja, mi cuerpo se relaja al instante. Disfruto ese momento más de lo normal, juro que podría quedarme dormida allí adentro. Aplicó el shampoo y masajeo mi cabeza.
—¡¡Sara!!
El momento tranquilo se esfuma cuando mi abuelo me grita.
— ¡¿Que paso!?—contesto lavando mi cuerpo.
— ¡Se te hará tarde!
—Ashh—gruño enjuagandome las últimas partes de jabón que quedan en mi delgado cuerpo.
— ¡Sara!
Me estiró para tomar la toalla. Cómo esta atorada arriba de la repisa me es imposible cojerla.
ESTÁS LEYENDO
Hermosos Errores
Teen Fiction°°Primer libro de la "Biología Artificial" Elián Holmes es nuevo en la escuela de California, él es un chico muy ordenado y organizado en todos aspectos. Le gusta que las cosas sean como él quiere. Odia socializar con las personas. Por otro lado Sa...