Capítulo 23

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Sara Presley

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Sara Presley


Y si, ahora me encuentro dentro de un carro de policía, por robar boletos que estaban a simple vista.

Patético cierto.

Bueno, para la autoridad no, es la ley.

Me río por mis pensamientos ocasionando que el policía me mire con cara de miedo, pero puedo notar una pequeña sonrisa en su boca. Por suerte me tocó otro policía, es decir, no es el compañero que me metió a la fuerza, sino me toco su colega.

—Por qué motivo andas robando a menor edad, jovencita.

Suspiro rodeando mi visa por la venta.

—Me recuerdas a mi hija

—¿También fue a la cárcel?

Sigo con la mirada hacia la ventana.

—Antes de que muriera—complementa su comentario.

Me quedo sin aire al momento de decirme eso.

Empieza a reírse en voz baja.

—Sabía qué harías esa expresión.

Me encojo de hombros.

—¿De de... que murió su hija?— digo con mi voz cortada mientras me acercó a su lugar—si no es indiscreción, claro.

—No te preocupes querida, empecemos desde el principio —se estaciona en un parque.

Me suelta las esposas y me dirige hasta una banca que está cerca del campo de juegos.

—Mi hija era igual que tú, estatura media, cabello corto y sobretodo una gran sonrisa como la tuya.

Trago saliva.

—Se ve que la quería mucho—murmuro masajeando mis manos.

—Hasta que se tornó gris.

—¿A qué se refiere?

—Yo me enferme de los riñones, fue bastante grave para un caso normal. Mi hija me cuidaba cuando salía de la escuela.

—¿Qué edad tenía?—lo miro pero con la cabeza baja.

—Acababa de cumplir los 18 años, hasta que....

Una lágrima recorre su mejilla.

—Llegue al momento de pasar a la otra vida, entonces el doctor me dijo que alguien cercano a mi familia me podría donar un riñón.

—¿Y qué paso después?

—Mi hija y yo nos preocupamos bastante ya que solo éramos nosotros dos. Llegamos a la conclusión de que ella me daría su riñón pero todo salió diferente a como lo planeamos.

Hermosos ErroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora