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La mueca de estupefacción de su madre fue sustituida por una enorme sonrisa que denotaba su orgullo y sus tíos parecían enternecidos con el nuevo miembro de la familia Conway, aunque quien rompió con el sepulcral silencio que se había apoderado de la estancia fue el mayor en la habitación.

— Así que "priviet" — soltó Conway fingiendo seriedad al cruzarse de brazos intentando con todas sus fuerzas reprimir la sonrisa ladina que amenazaba con adornar su rostro — mira nada más, un rusito.

— Él... él es Viktor — presentó al tiny sosteniéndolo en lo alto para que todos en la habitación pudieran apreciarle — mon âme sœur.

// mi alma gemela //

— Pero neno, que esto no es el Rey León — puntualizó entre risas su tío Freddy desde el otro lado de la pantalla — baja al pobre chico para que podamos conocerle.

Aquel comentario no hizo más que abochornarle pues por alguna extraña razón se sentía sumamente nervioso de que su familia conociera a Viktor.

— Perdón — le susurró al tiny colocándolo esta vez sobre la amplia mesa de caoba dispuesta en medio del comedor.

Una vez Horacio le permitió sostenerse con sus propias piernas se sintió aún más pequeño de lo que ya era al reparar en que todas las miradas de los presentes yacían sobre él analizando tanto su apariencia como el más mínimo de sus movimientos.

— Eh... menya zovut Viktor Volkov — se presentó con timidez, jugando con sus manitas que desde hace ya rato habían comenzado a sudarle por los nervios — u-un placer conocerles.

// Mi nombre es / me llamo //

— Bienvenido a la familia, Viktor — le sonrió Julia, extendiéndole su dedo índice a modo de saludo siendo este estrechado de inmediato por la manita del tiny — ahora eres un Conway más.

— Mi más sentido pésame por eso, neno.

Tiny Volkov no pudo evitar sonreír divertido por el comentario y ampliar dicho gesto cuando el moreno, al que ahora conocía como Freddy, recibió un codazo en las costillas por parte de la pelirroja a su lado.

— Si si, ahora que ya todos conocieron al niño asustado ¿podemos abrir los regalos de Horacio? — cuestionó con desespero el niño rubio esbozando un puchero en un afán de convencimiento.

Apenas escuchó la palabra "regalos" el pequeño cumpleañero comenzó a saltar en su sitio y fue inmediatamente rodeado por el resto de los adultos en la estancia.

Tiny Volkov permaneció en su sitio observando la escena que se desarrollaba frente a sus ojos suspirando aliviado de que la atención sobre él haya pasado a segundo plano, aunque dicho estado de sosiego no duró demasiado.

— Así que el pequeño héroe conoció por fin a su alma gemela — mencionó su tía Michelle sin importarle que el tiny estuviera escuchando aquella conversación — menudo príncipe has recibido.

— Es muy lindo ¿no lo crees? — respondió con entusiasmo dejando el obsequio que le había dado su madre en segundo plano — sus ojitos azules son tan... y tiene una sonrisa que yo... ¡y su cabello! — exclamó recargando su mentón sobre una de sus manitas y soltó un enamoradizo suspiro antes de mirar nuevamente a tiny Viktor con una sonrisa boba adornando toda la extensión de su cara — ya quiero conocerlo y que sea mi novio — murmuró por lo bajo, sacándole una sonrisa a los presentes por su comentario.

Conway carraspeó incómodo intentando con todas sus fuerzas omitir los halagos de su hijo para con el pequeño peliplata, en cambio tiny Jack casi se atraganta con su propia saliva con la última frase dicha, robándose las miradas de todos en la estancia.

» 𝐼 𝑓𝑜𝑢𝑛𝑑 𝑦𝑜𝑢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora