» 𝐼 𝑓𝑜𝑢𝑛𝑑 𝑦𝑜𝑢

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«𝚁𝚎𝚙𝚛𝚘𝚍𝚞𝚌𝚒𝚛 𝚌𝚊𝚗𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝚌𝚞𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚜𝚎 𝚒𝚗𝚍𝚒𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚊́𝚜 𝚊𝚋𝚊𝚓𝚒𝚝𝚘»
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Aristóteles solía decir que el amor se compone de una sola alma que habita en dos cuerpos.

Cada alma tiene un gemelo, un pequeño reflejo de sí misma y el lazo entre una y otra no tiene tiempo ni fronteras pues su unión va más allá de su mera existencia lo cual implica que no importa dónde o cuán lejos estén la una de la otra pues si han vinculado y la convergencia del lazo les ha mostrado el hilo que las une entonces se encontrarán, pese a que habiten en diferentes dimensiones e incluso aunque no se estén buscando, su destino será siempre el mismo en cada ocasión porque están unidos por algo más.

El vínculo es una mera representación visual del encuentro de dos almas perdidas transformándose en una sola como alguna vez lo fueron y a partir de la cual ninguna de las dos existe ahora de forma independiente.

Simplemente es amor en su más pura e inocente expresión.

Por ello se dice que cuando la versión pequeñita de nuestra alma gemela y la propia hacen contacto por primera vez se entrelazan hasta el punto de depender únicamente del amor que el contrario le provee y por ende se desligan de la versión más grande que les corresponde.

El acontecer de tal encuentro a escala pequeña sólo funge como un indicativo de que es cuestión de tiempo para que la convergencia suceda con las versiones opuestas.

Una inevitable colisión trazada en las estrellas mucho antes de que tome lugar.

— ¿Y bien? ¿Qué opinas de mi Viktor?

Apenas escuchó la interrogante lanzada en su dirección Horacio se separó del tiny frente a él para volverse hacia su versión contraria y, pese a la nueva distancia establecida entre ambos, todo el tiempo mantuvo su manita aferrada a la diestra del pequeño ruso.

— Pues... me gusta — atinó a responder con simpleza, girándose entonces a mirar a tiny Volkov — Me gusta mucho — le sonrió, viéndose enteramente embobado por la perfección hecha persona de pie frente a él.

— T-te gusto — repitió el ruso completamente sonrojado y dudoso a la par — Pero... ¿sentimentalmente, físicamente o cómo?

— Ambas, pero a la vez más ¿sabes?, no sé como explicarlo, es... algo que está dentro de mí y que da mil vueltas cada vez que te veo o cuando sonríes tan bonito como ahora. — confesó sin pensar demasiado en la continuidad de su respuesta, aunque atento a lo que ésta provocaba en el adverso. — Acabo de conocerte, pero sé que me gustas simplemente porque eres... bueno, tú — agregó lo último como si fuera lo más obvio del mundo y una vez concluyó su discurso se vio deseando lanzar la misma interrogante — ¿Yo... yo te gusto?

Tiny Volkov asintió de inmediato y con su mano libre acomodó nerviosamente sus finos cabellos plata en un afán de organizar las inteligibles frases que se amontonaban en su garganta en busca de un orden coherente.

— мне нравятся ваши глаза (me gustan tus ojos), s-son tan bonitos como los de mon soleil y твои розовые щеки (tus mejillas rosadas) también — admitió con timidez — tu cabello es... diferente, pero m-me encanta, Я думаю, что ты единственный в мире (creo que eres único en el mundo) — sonrió hipnotizado por las salvajes olas que eran sus mechones azules — y no sé por qué, pero desde que te vi me siento... raro.

— ¿Raro?

— да, como muchas... ¿cosquillas? — aferró su manita a su estómago denotando así el sitio en el que tenía lugar la sensación descrita — creo que hice click — se dirijo esta vez hacia la versión más grande de su sol, quien no hizo más que ampliar su sonrisa ante lo dicho.