Capítulo 40

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— ¿Quieres probar algo divertido? —pregunta.
—Claro —digo tímidamente, mi mente sigue dando vueltas por sus palabras, ahora preguntándose si lo he escuchado correctamente.

Cuando me había atrevido a soñar con él, había imaginado que toda esta declaración de amor entre nosotros vendría con... no sé, velas y violines, supongo… pero no siendo expulsados por casualidad del océano.

Tengo que tener mal oído.

—Cuando la próxima gran ola llegue, levanta tus pies y deja que te lleve a la orilla. —Levanto mis cejas dudando y se ríe de mí—. Va a ser divertido, te lo prometo. No voy a dejarte ir. —Sus palabras tienen un tono serio, y ladeo un poco la cabeza. Él se vuelve a mirar hacia las olas, y yo sigo su mirada.
—No es ésta —pronuncia—. Necesita ser la correcta.
—Y, ¿cómo decidir cuál es la “correcta”? —pregunto, mirando a su perfil.
—Sólo lo sabes —dice, volviendo su oscura mirada de nuevo a mí, con significado profundo en sus palabras una vez más, un significado que creo que entiendo pero tengo miedo de esperar a que sea cierto. Él mira hacia atrás, al mar y entonces me sonríe.
—Esta —dice. Me mira y veo a una ola más grande que todas las otras avanzando hacia nosotros. Lo miro de nuevo y él debe ver el pánico en mi cara, porque se inclina un poco para acercarse, y deja un beso salado en mis labios.
—Confía en mí. —Insiste humilde.
Asiento con la cabeza.
Nos volteamos con la cara a la costa.
—Cuando yo diga ¡Ahora!, das un salto y dejas que el agua te recoja. Mantén los pies en alto.
Trago fuerte, agarrándome a sus manos bajo el agua. El agua comienza a formar más profunda la ola.
— ¡Ahora! —grita, y yo salto. El agua nos atrapa y nos impulsa hasta la cumbre de la ola, tirándonos inexorablemente hacia adelante.

Esto se siente como estar volando en el agua, pienso; me rio y consigo un bocado de mar. Harry está más adelante que yo, pero aun así me toma la mano. La ola nos lanza a la orilla, con las rodillas raspando en el fondo. Casi de inmediato comienza a tirarnos de vuelta con ella, y por un momento siento pánico por el poder de la atracción del tirón. Harry ha ganado sus pies y se vuelve para agarrarme el otro brazo por encima de la férula, arrastrándome torpemente con él.
— ¡Eso fue divertido! —pronuncio las palabras antes de darme cuenta de lo infantiles que suenan.
Harry sólo se ríe, besándome rápidamente. Me estremezco y me atrae contra él. Su piel esta fría, pero todavía puedo sentir el calor de su “horno interno” por debajo de la superficie.
—Hace un poco de frío cuando estás fuera del agua, ¿eh? —pregunta.

Eso no es exactamente por lo que me estremecí, pienso, pero entonces mi cuerpo se fragmenta en una piel de gallina, desmintiendo cualquier tipo de protesta que pudiera inventar.

—Vamos a volver, conseguir algo para cambiarnos y ayudar a desempacar.
Me volteo y miro con nostalgia hacia el agua, y él sonríe.
—Vamos a tener mucho tiempo para body surfing —me dice—. De todos modos es menos restrictivo y no tan frío cuando sales, si estás con un traje de baño.

Caminamos fuera de la playa, en una forma más tranquila de cuando habíamos bajado hacia el agua. La casa en la playa tiene una cabaña de ducha por detrás de ella. Hay dos toallas y dos gruesas batas de baño que nos esperan en la banca del interior.

—Mi mamá. —Harry sonríe—. Probablemente sabía que no serías capaz de resistirte a entrar. Sigue adelante, escoge una ducha y toma una bata, luego puedes entrar a la casa y vestirte.

Entro, cerrando la puerta detrás de mí. Es un poco extraña la ducha, aquí. Se siente como que estoy afuera, incluso aunque sea estructura cerrada, me siento vulnerable una vez que no tengo ropa. No puedo creer la cantidad de arena mojada que hay dentro de mi ropa y que sigue pegada a mi cuerpo.

Me ducho rápidamente, lavando la arena de mi pelo, sorprendida por la cantidad que sale y que forma remolinos en el desagüe. Me envuelvo en la bata que es lujosa y suave. Abro la puerta con timidez, sintiéndome expuesta otra vez, a pesar de que la bata me cubre desde el cuello hasta media pantorrilla, y a mis dedos. Harry se vuelve hacia mí, con los ojos ampliándose sobre mí, una intensidad enciende sus ojos cuando ellos regresan a los míos.

—______ (TN), solo deja tu ropa en aquella pileta —dice Anne desde la puerta de atrás. Harry y yo brincamos con el sonido de su voz, y la cara de Harry está extrañamente enrojecida por la culpa. Miro a Anne que se encuentra apuntando hacia una pileta que cuelga a un lado de la cabaña. La dejo, un poco avergonzada de tener que poner mi ropa interior allí.
—Más tarde volvemos a salir y enjuagaremos el agua del mar de ellas — explica Harry. Me mira por un momento más, luego se da vuelta y entra en la cabaña murmurándose a sí mismo —Hombre, yo necesito una ducha, una muy fría, creo.

Qué cosa tan rara para decir, pienso, mientras sigo a Anne al interior de la casa.
—Compartirás la habitación con Gemma y Lucy, si eso está bien —me dice Anne. Como si tuviera razones para quejarme si no me gustara esto, pero no tengo quejas de todos modos. Estoy bastante encariñada a las dos.
—Eso está muy bien. Y gracias, Anne, por haberme traído. —Ella se da vuelta y me abraza. Esta vez no es tan sorprendente o inesperado, y me las arreglo para abrazar su espalda antes de que me suelte.
—De nada, cariño. Estoy muy contenta de que fueras capaz de venir. — Ella me libera—. ¿Te gustó el mar?
Me río. 
—Sí, fue increíble. Harry me enseñó a surfear con el cuerpo. Espero que esté bien que volviéramos con nuestra ropa mojada.
Ella sonríe con indulgencia.
—Para eso es que las lavadoras y secadoras fueron creadas.

Pienso en mi madre, y a lo que sería su reacción bajo estas mismas circunstancias, y tiemblo. Oh, bueno, no tengo que preocuparme de él o ella durante estas dos semanas gloriosas. Sonrío con placer por el pensamiento cuando entro en mi habitación compartida designada, donde soy recibida con gran alegría por las hermanas de Harry, como si me hubiera ido por una semana, en lugar de por media hora.

Ah, sí, pienso, ¡esta va a ser una gran Navidad!

Amor a pesar de los problemas(adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora