Capítulo 39

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Sigue mi vista. Estoy mirando fijamente a la parte de atrás de la casa, que está compuesta enteramente de ventanas de vidrio que van del techo hasta el suelo. Pero no son las extraordinarias ventanas lo que ha provocado mi reacción. Es la vista más allá de ellas.
- ¿Ese es el océano? -pregunto, maravillada.
-Bueno, sí. ¿No lo has visto antes?
-No.
-Llévala a que lo vea de cerca, Harry -dice Anne desde otro cuarto.

Harry me sonríe, toma mi mano y me conduce a través de la puerta de cristal. Hay una terraza en la pared posterior de la casa, con tres escalones en la arena.
-Espera -dice él, poniéndose de rodillas para subir las piernas de mi pantalón y jala mis zapatos -Tienes que quitarte los zapatos para obtener la experiencia completa.

Pisando la cubierta me doy cuenta de que lo que había olido en el garaje es un poco más fuerte aquí, y está acompañado por los rítmicos sonidos de las olas golpeando la orilla y por los graznidos de las aves de arriba. Después de que Harry se quita sus propios zapatos, y se arremanga los pantalones, bajamos a la costa, aplastando la arena entre los dedos de nuestros pies, con el agua tibia por arriba, fría por debajo.

El agua azul viene corriendo con una ola, lavando por encima de mis pies. Grito cuando el agua fría me golpea, saltando lejos de Harry corro hasta encima de la marca de agua. Vuelvo para verlo de pie con el agua hasta los tobillos. Él sonríe abiertamente de oreja a oreja. El océano crea un amplio y hermoso telón de fondo, retrocediendo detrás de él.
-Ven aquí -llama él.
- ¡Está fría! -exclamo.
-Vamos, cobarde -se burla. El agua ya está de vuelta en la costa y ahora él tiene sus pies hundidos en la arena mojada. Camino regresando hacia él, preparada y a punto de correr cuando eso regrese. Me agarra la mano y me impulsa más cerca del agua.
- ¡No! -lloriqueo, manteniéndome firme cuando él me tira hacia el mar. Se ríe y me acapara en sus brazos, caminando a propósito ya que el agua se precipita de nuevo hacia nosotros.
-Suéltame -grito, sin dejar de reír. En lugar de contestar, me tira más cerca de él, plantando su boca firmemente en la mía.

Todas mis protestas han sido olvidadas por el calor de sus labios. Poco a poco libera mis piernas, dejando que me deslice a lo largo de su cuerpo, al igual que los remolinos de agua alrededor de nuestros tobillos. Mis pies tocan el agua, y comienzo a alejarme, pero él me sostiene apretada, profundizando el beso. Es una asombrosa sensación, el calor inundándose a través de mi cuerpo, la frialdad en los pies de hielo, chocando con el fuego. Mis ojos se abren en "pop" por la sorpresa y veo que me observaba con atención. Esa mirada es suficiente para apagar con hielo las llamas y lucho por soltarme, disfrutando yo misma cuando el océano retrocede.

Pasado unos pocos minutos, disminuye la fuerza de su brazo, pero no renuncia a su dominio sobre mí. El agua regresa una vez más, girando alrededor de nuestros tobillos, y miro hacia abajo, sorprendida.
-Ya no se siente fría.
-Sí, sólo toma unos minutos para que tu cuerpo se acostumbre a ella- Examina mi expresión, entonces, sonríe con picardía.
- ¿Quieres entrar? -pregunta.
Amplío mis propios ojos con asombro.
- ¿Ahora?
-Ahora -confirma.
-Pero... estamos vestidos.
- ¿Y...? -se encoje de hombros.
-¿Qué pasa con mi brazo?- Lo levanto, indicándole la fractura de muñeca que no está enyesada porque el Dr. Styles lo removió, remplazándolo con una férula, ya que esta se puede retirar en la ducha, pero no por mucho tiempo "y probablemente no para jugar en el océano".

-Cuando salgamos de ella, te lo quitaremos y lo secaré por ti. -Miro el agua, luego a él con una sonrisa.
-De acuerdo.

Luce un poco sorprendido por mi respuesta, pero no hace comentarios al respecto, sólo se voltea, manteniendo su brazo sobre mi hombro mientras caminamos hasta el punto donde el agua ha retrocedido. En la primera ola me obligo a respirar cuando el agua fría llega hasta mis rodillas, y casi caigo cuando comienza a retirarse de nuevo, la arena retrocede contra mis tobillos y trata de succionar mis pies. ¡Es poderoso!

Harry mantiene su firme agarre, riéndose conmigo. Seguimos caminando hasta que hemos pasado donde las olas están rompiendo, Harry ahora sostiene mi mano y me enseña cómo saltar cuando las olas vienen, por encima de la cresta para que no nos empujen de nuevo hacia la orilla. Entonces estamos con el agua hasta el pecho, saltando cuando las olas rompen sobre nosotros.

Harry se gira, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura y trayéndome cerca. Rodeo mis brazos alrededor de sus hombros, Harry me levanta como si no pasara nada en el agua y me sostiene sujeta contra él, manteniendo mi cabeza al nivel de la suya. Me besa de nuevo con gusto a sal y frío en sus labios. Rio cuando una gran ola viene desapercibida y rompe sobre nuestras cabezas, chochando en nuestros pies y separándonos. Harry agarra mi mano antes de que yo recupere el equilibrio, tirándome hacia él, sonriendo.
-Me alegra que hayas venido -dice.
-Yo, también - le sonrío.
-Te amo -dice. Lo miro, asombrada. Antes de que pueda comenzar a procesar por completo sus palabras, una nueva ola lava nuestras cabezas, apartándonos. En esta ocasión, Harry logra mantener el agarre de mi mano

Amor a pesar de los problemas(adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora