Estoy congelada mientras lo miro fijamente con la boca abierta. La vista de él me trae de vuelta una corriente de recuerdos que había olvidado.
El había ido a mi escuela primaria, lo he conocido desde el primer día del jardín de Infantes. Me había gustado de una manera infantil e inocente porque nunca era malo con nadie. Era la clase de chico al que otros se dirigían naturalmente, popular sin tratar de serlo o incluso importarle si lo era. Hacia a todos sentir como si fueran sus amigos. Había admirado eso de él. Especialmente durante aquellos años cuando mi vida se había oscurecido y el siguió tratándome amablemente.
Se había sentado conmigo en el almuerzo cuando estaba sola, lo que naturalmente atraía a otros a la mesa. Siempre me había invitado a jugar a la pelota cuando me veía sentada sola, a pesar de que sabía que me negaría. Cuando comencé a notar a los chicos como algo más que una completa molestia, había pensado que él era el tipo de chico que podría realmente molestarme, incluso amar, como algo más que un amigo.
El final de sexto grado me hizo pensar que podría verme como algo mas, también, cuando me dio un especial de San Valentín, una tarjeta que me había hecho y no solo una de las baratas, de las de papel pequeño, con la que todos los demás se desmayaron.
El recuerdo de eso trae un recuerdo de mi primer beso, mi único beso, en el armario de los abrigos. Cuan atrevida había sido. Qué bien se habían sentido sus labios sobre los míos. Cuanta esperanza haba recogido una cosa tan simple.
Mis mejillas se ruborizaron mientras pensaba en el sosteniendo mi mano en el recreo, algunas veces después de ese beso. Nunca nos habíamos besado de nuevo, aunque hubiese querido. Creo que ambos éramos demasiados tímidos e inseguros para hacer el primer movimiento.
Se había mudado ese mismo verano. No lo supe, por supuesto, hasta que el siguiente año escolar comenzó.
Y ahora esta aquí de nuevo.
Ha crecido, ha cambiado, pero no hay duda de que es el. Es alto, a pesar de que era cerca de mi altura la última vez que lo había visto. Es más alto que la mayoría y supongo que está cerca del metro ochenta más o menos, tal vez un poco más. Tiene cabello rubio cenizo, corto en los lados y en picos en la parte superior de la cabeza, que entiendo es cuando está ausente y se pasan los dedos por él. En lugar de lucir desordenado, sin embargo tiene un efecto sorprendente, luciendo como si hubiera pasado horas para conseguir que se viera así. Su mandíbula es fuerte, cuadrada, masculina. La promesa del chico lindo se ha convertido en un joven increíblemente hermoso.
Se ríe de algo que alguien más dice y mi estómago se aprieta en reconocimiento. Su sonrisa es la misma que recuerdo, encantadora y hermosa.
Estoy de pie aquí, mirándolo fijamente, olvidando mantener mi usual cuidado por codos y pies en camino, así que cuando un codo viene, no estoy preparada. Envía mis libros dispersándolos por el suelo, ruidosamente, lo que llama su atención. Sus ojos se encuentran con los míos y veo un destello de reconocimiento en sus azules profundidades, con una sonrisa perpleja en las comisuras de su boca. Horrorizada, me apresuro a recoger mis libros y huir por las escaleras, humillada de que debería haberme sorprendido mirándolo, o incluso peor, tenerlo viendo el nuevo deporte en el que me he convertido.
Paso el resto del día ocultándome, incluso evito mi precioso almuerzo, pierdo lo que es posiblemente la única comida que conseguiré para hoy. En lugar de mirar los pies arrastrándose frente a mí, lo miro a él. Cuando llego el último periodo de la jornada, fotografía, doy un suspiro de alivio porque este horrible día ya casi ha terminado.
Me siento sola en una mesa para dos, completamente segura de que nadie se sentara a mi lado a no ser que sean forzados a hacerlo. Me siento con la cabeza hacia abajo, evitando todo contacto visual con la precisión que he estado desarrollando a lo largo de los años, pero de este modo es como veo a unas grandes, y blancas zapatillas de deporte detenerse a un lado de mi escritorio.
Una sensación enfermiza se forma en la boca de mi estómago, como siempre lo hace, por la confrontación que se avecina. Pero entonces... no pasa nada. Sintiéndome hundida me doy cuenta de que mi torturador quiere toda mi atención, y no se ira hasta que él la consiga. Tomo un respiro y levanto la cabeza... y siento a mi boca caer con la vista de Harry de pie allí.
La consternación llena mi pecho.
Oh, no, por favor, no el también.
-¿Puedo sentarme aquí? Pregunta.
¿Qué? Ladeo mi cabeza un poco, segura de que no he oído correctamente. Miro a mi alrededor y noto que todavía existe unos asientos vacíos disponibles en el salón. Veo a un par de jugadores de futbol sentados en la parte trasera, mirando mi aspecto, riéndose. Miro tras el hombro de Harry y siento a las lágrimas dar pinchazos en mis ojos luego de comprender que también el, de algún modo es parte de ello, participe de la tortura, sentarse a mi lado es parte del juego.
Antes de que yo pueda reunir el coraje necesario para decirle no, el coloca un montón de libros sobre la mesa y se deja caer sobre el asiento a mi lado. De inmediato y a toda prisa me alejo de él, sosteniéndome sobre el lado opuesto de mi asiento. Él no lo nota o bien decide no hacer comentarios al respecto.
-Hey, ¿Tu eres ___(tn) no es así? ¿___(tn) Smith? No sé si te acuerdas de mí, soy Harry. ¿Harry Styles? ¿Fuimos a la escuela primaria juntos?- El termina con una pregunta y yo solo puedo mirarlo fijamente como una imbécil, como mi madre, cuando ha tomado demasiadas píldoras para el resfrió.
Esta es una nueva táctica, una que no he intentado antes. Miro alrededor una vez más, para ver quien más podría estar metido en esto, pero justo el timbre suena y el profesor se levanta de su escritorio, y ordena nuestra atención para el resto de la clase, o trata de hacerlo al menos. Por mi parte, no puedo concentrarme en absoluto en lo que él dice; algo a mi izquierda está forzando toda mi atención.
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Amor a pesar de los problemas(adaptada)
JugendliteraturSinopsis ___(tn) de 17 años de edad ha vivido su vida entera en pobreza extrema, con un padre alcohólico y una madre adicta a las drogas, quien abusa severamente de ___(tn). En la escuela su ropa de segunda mano la marca como objetivo. Su negativa...